El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dirigido por el socialista José Félix Tezanos, habría manipulado supuestamente el último barómetro de intención de voto para impulsar a Yolanda Díaz en detrimento de Podemos de manera que los morados reflejen una pérdida de apoyo electoral al no contabilizar las respuestas espontáneas de preferencia por Sumar, el prepartido de la vicepresidenta segunda.
La misma secretaria general morada, Ione Belarra, lo ha denunciado este viernes en Twitter citando el análisis que ha publicado también en la red social el doctor en Ciencia Política Carlos Fernández Barbudo, quien ha descubierto la 'trama'. Podemos exige que el director del CIS ofrezca de forma pública e inmediata "todas las explicaciones pertinentes". "Con esta clase de prácticas queda en entredicho una institución pública clave”, zanja el partido.
"Podemos denuncia una presunta manipulación de los datos por parte del CIS con la finalidad modificar a la baja la estimación de voto a Unidas Podemos. La alteración se ha detectado en el último barómetro del centro, que se publicó en el contexto de la polémica por la incorrecta aplicación ley del 'solo sí es sí' por parte de una minoría de jueces. A juicio de la formación morada, estos hechos sitúan al organismo presidido por el socialista José Félix Tezanos en una situación gravísima y que no tiene precedentes", explican fuentes oficiales del partido.
El jaque a Podemos
Podemos está en jaque y muy cabreado con la ayuda que Moncloa está prestando a la vicepresidenta segunda. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz orquestaron la semana pasada, durante la moción de censura impulsada por Vox, la 'investidura' de la líder de Sumar como presidenciable. Y quedan menos 48 horas para que anuncie en Madrid su intención de concurrir como cabeza de lista.
Lo cierto es que la incomodidad de Podemos no existe porque no quieran que Yolanda Díaz adquiera ese perfil, sino porque destroza la negociación interna y los equilibrios que intentan fijar con ella para encajar sus rostros en el proyecto y en la lista de la ministra de Trabajo. Podemos reitera que no hay novedades desde hace semanas, mientras que el entorno de Díaz asegura que las conversaciones son constantes. Eso sí, nadie en el espacio de Unidas Podemos salvo los morados tolera que haya reuniones bilaterales entre Díaz y los partidos. Ni las habrá. La jugada de Moncloa en la moción buscaba descolocar las piezas de Podemos. El presidente ayudó a Yolanda Díaz a impulsar su poder. Y lo volvió a hacer este martes, cuando vetó a Ione Belarra de la sala de prensa tras el Consejo de Ministros para que no presentara la ley de Familias, impulsada por su departamento.
En Ferraz llevan semanas lamentando el "problema de liderazgo" de la vicepresidenta segunda dentro de su espacio político, por ser incapaz de imponerse al núcleo duro que conforman Ione Belarra e Irene Montero. El lío del 'sí es si' ha sido un frío baño de realismo. De hecho Podemos lo usó para catapultar la figura de la ministra de Igualdad como candidatable. Por eso, Sánchez ungió a Diaz en público para formar un tándem electoral visible y reconocible.
El "problema de liderazgo" de Díaz
Mientras, el cielo de la izquierda se está pintando de negro. Las nubes amenazan una gran tormenta, porque Yolanda Díaz y Podemos, como contó este diario, no llegarán a un acuerdo antes de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. "Ambos esperan el reparto de cartas. Es una cuestión de poder. Si Podemos se despeña, Yolanda [Díaz] se reforzará. Si no, podrán seguir lanzando el órdago a todos los partidos con los que deben repartirse la tarta de Sumar", sintetizó una fuente relevante de Unidas Podemos. Así las cosas, el acuerdo para celebrar unas primarias conjuntas está lejos. Por mucho que Díaz esté presionando en público a Podemos para que vayan e intentar retratarles como los únicos que van contra la unidad de la izquierda.
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