Podemos comienza a sentirse incómodo con la guerra en Ucrania. Este lunes, los morados se han desmarcado de la Unión Europea, a la que han criticado por enviar armas a los ucranianos para que puedan defender su país de la agresión rusa. "No se puede hacer la guerra en nombre de la paz", ha reprochado Javier Sánchez, uno de los portavoces del partido.
Lo cierto es que Podemos no concibe que Bruselas haya recurrido a "los fondos de paz de la Unión Europea para rearmarse y aumentar esta escalada bélica", porque "no va en la línea de la destensión [sic] y en la línea de encauzar este conflicto por medios diplomáticos y por medios de diálogo". Los morados consideran prioritario que los esfuerzos de la UE vayan dirigidos a cuidar los espacios de negociación entre Ucrania y Rusia y, por supuesto, a que se retiren las tropas rusas de suelo ucraniano.
Y es que el dinero para financiar la entrega de armas a Ucrania que anunció Bruselas en boca del alto representante para la política exterior saldrá del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, una nueva herramienta creada el año pasado con un presupuesto de 5.000 millones de euros para el periodo entre 2021-2027.
Podemos se ha reafirmado en sus críticas a la OTAN después de que el alto representante para la política exterior de la Unión Europa, Josep Borrell, haya lanzado un dardo a los partidos que pretenden erradicar la Alianza Atlántica. Es más, sugieren que esta ha podido entorpecer las labores de paz en el Este de Europa. "Habrá tiempo para reflexionar sobre el modelo de seguridad, sobre la OTAN. Sabemos que este conflicto es largo y viene desde 2014. Habrá tiempo de reflexionar sobre cuál ha sido el papel de la OTAN; si ha entorpecido las labores de paz y si ha supuesto un freno a la autonomía estratégica de Europa", ha remachado Sánchez Serna.
El lío mediático
Podemos, además, ha cuestionado el veto europeo a los medios de comunicación prorrusos, considerados propaganda del Kremlin, RT y Sputnik. En línea con las tesis defendidas por el exlíder morado Pablo Iglesias, Podemos considera que ese veto supone un precedente peligroso. "RT y Sputnik pueden ser medios de propaganda, pero es una espiral peligrosa. Censurar medios puede hacer que Rusia ponga en cuestión la presencia de corresponsales extranjeros en Moscú", ha ejemplificado el portavoz morado y secretario de la Mesa del Congreso.
Iglesias fue el primero en atacar esa medida cocinada en Bruselas y consideró la libertad de prensa como un consenso liberal "hipócrita". Es más, se enzarzó con algunos periodistas y consideró que los medios de comunicación rusos señalados por Europa mientan tanto como ABC, OkDiario o Atresmedia en una democracia. De ahí que achaque el veto a un sinsentido, ya que para él, los medios rusos defienden los intereses de Putin tanto como los medios conservadores los de sus propietarios.
Podemos vive al margen de la gestión directa de la crisis ucraniana. Y es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apartado a su socio de coalición del núcleo duro de seguimiento. Eso sí, el dirigente socialista departe "constantemente" con la líder de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz, según explicó su entorno a este diario. Pese a ello, lo cierto es que Sánchez está manejando la crisis abierta por la guerra con los ministros de Defensa, Exteriores, Presidencia y con su jefe de gabinete.
Podemos marcó una línea roja a Sánchez. Según adelantaron fuentes moradas de alto nivel, en caso de que España se vea involucrada en el conflicto entre Rusia y Ucrania y se vea en la tesitura de apoyar militarmente a la ex república soviética en el marco de la OTAN, el debate que se generará en el Consejo de Ministros será «complejo». No obstante, los morados prefieren aguardar a la espera de los acontecimientos y no terminan de aclarar si respaldarán una involucración mayor en la guerra.
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