Yolanda Díaz y Podemos lo intentan, pero no funciona. Cada golpe de realidad evidencia que el pegamento de su relación es mero interés. El acercamiento del Gobierno al PP para firmar un gran pacto que proteja la recuperación económica de los nubarrones de la guerra en Ucrania es el enésimo ejemplo.
Los de Ione Belarra andan muy inquietos con la posibilidad de que el Ejecutivo del que forman parte firme una entente con los populares en cuestiones económicas que son muy sensibles para los morados, como una bajada de impuestos que no se compense, por ejemplo, con una subida a los que más tienen. Y, en especial, con que las eléctricas asuman el coste del encarecimiento energético. Un camino de difícil andadura para los populares.
El Ejecutivo empezó este miércoles por el PP su ronda de contactos con los grupos parlamentarios. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y las tres vicepresidentas, Nadia Calviño (Asuntos Económicos), Yolanda Díaz (Trabajo) y Teresa Ribera (Transición Ecológica) se pusieron a negociar con la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, mientras se consuma el desembarco en Génova 13 del gallego Alberto Núñez Feijóo.
Miedo a acercarse al PP
Sánchez quiere cocinar un acuerdo de Estado para alumbrar el decreto que desplegará las medidas económicas con las que intentará paliar la crisis desatada por la guerra y el aumento sin precedentes del precio de la energía. Bolaños, tras el encuentro, se comprometió a bajar el precio de la gasolina, de la luz y del gas, pero no especificó cómo piensa hacerlo y si está dispuesto a rebajar el IVA del combustible al 4%, tal y como reclama el PP.
En la misma línea se mostró la titular de Trabajo. Para Díaz lo fundamental es "la protección del empleo", la "protección del tejido productivo" y la "protección de los salarios". "El Gobierno está comprometido con tomar más medidas de las que ya hemos tomado. Hemos suspendido el impuesto de la electricidad y vamos a seguir tomando medidas como la [bajada de la] gasolina y [de la] la energía en general", espetó tras el encuentro con el PP.
Podemos teme que el PSOE termine provocando una ruptura del marco de la coalición acercándose tanto a los populares. Lo cierto es que a los morados no les ha gustado nada que el PSOE forzara un encuentro con el PP sin haber cerrado una posición conjunta en el seno de la coalición.
Sin postura común en el Gobierno
Y es que ese es el gran problema: una postura común que no existe. La vicepresidenta segunda y líder del espacio morado remitió este miércoles al PSOE un documento con las propuestas de todos los partidos que orbitan en la galaxia de Unidas Podemos. Pero un día antes, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, trasladó por su cuenta las de su ministerio (Derechos Sociales) al resto de ministros morados y del Gobierno. Un feo más que fuentes de peso en Unidas Podemos relacionan con el recelo que provoca la vicepresidenta a la dirección morada.
Ione Belarra quiere que se derogue la disposición adicional octava del Real Decreto-ley 23/2021, de 26 de octubre, que "ha permitido a las eléctricas esconder los beneficios caídos del cielo evitando así su llegada a las arcas públicas". Podemos lleva varios días presionando al PSOE con su "nuevo escudo social" que pone el foco en las compañías eléctricas. Y Díaz ha terminado cediendo a la presión morada y este miércoles se adelantó a la decisión del Gobierno y dijo que usará los beneficios de las eléctricas para paliar la subida de la luz.
La vicepresidenta se adelantó así a la decisión final que ha de tomar, bien la Comisión Europea, bien el Gobierno español. Y lo hizo sin concretar la fórmula exacta. En estos momentos es un misterio si el Ejecutivo lo hará suprimiendo los beneficios desacoplando el gas de la fijación de precios o imponiéndoles un gravamen.
El marcaje a Yolanda Díaz
Una vez más, Podemos marca a Yolanda Díaz. Esta vez con las medidas económicas que el espacio morado debe defender ante el PSOE. El equipo de la titular de Trabajo no difundió el contenido del documento conjunto y, sobre el de Belarra, que sí trascendió, se limitó a decir que cada partido de Unidas Podemos propone su receta. Eso sí, según Trabajo, el que se ha enviado al PSOE es "un documento de todos los espacios" que tiene "también muchas de las medidas de Podemos", así como "otras que proponen el resto de espacios que forman parte del Gobierno".
La clave del asunto es el papel de Yolanda Díaz en las negociaciones del Gobierno con los grupos. La vicepresidenta segunda es leal a Sánchez. Su perfil presidencial la conduce, inexorablemente, a no abrir nuevos frentes de confrontación con el PSOE en una crisis sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Enfrente está Podemos, un partido desdibujado tras la salida de Pablo Iglesias y que teme perderse en la irrelevancia.
Yolanda Díaz no es Podemos y el presidente del Gobierno lo sabe. Por eso, sectores morados creen que el líder socialista juega al desgaste precisamente porque su socio en Moncloa ha perdido el liderazgo que le garantizaba Iglesias. Las formas del exlíder del partido no son las de Díaz. Y eso inquieta en la dirección morada, que ve cómo el desembarco de Díaz a los mandos les ha dejado fuera de juego.
Además, Podemos sigue recelando de Díaz porque la ve jugando sus cartas y no las de Podemos. Fuentes del PP y el propio Bolaños sostuvieron que la vicepresidenta se limitó a hablar con el PP de sus competencias. De manera que no llevó la voz morada a la mesa. Su equipo, no obstante, lo niega: "Habló de energía y fiscalidad también".
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