La guerra abierta entre Podemos y Yolanda Díaz por el devenir de la alianza entre los morados y Sumar está provocando daños colaterales en toda la izquierda. Una de las perjudicadas es la candidata de Más Madrid para desalojar a Isabel Díaz Ayuso de la Puerta del Sol, Mónica García. Y todo porque no puede impulsarse con la ola de popularidad de la vicepresidenta segunda.
Los planes de la también ministra de Trabajo pasan por hacer campaña en las elecciones municipales en aquellos lugares en los que hay unidad de todas las fuerzas de la izquierda a la izquierda del PSOE, incluido Podemos. De hecho es lo que había en Rivas Vaciamadrid, feudo histórico de las izquierdas, hasta que los morados reventaron allí hace dos semanas el acuerdo con Izquierda Unida, Equo y Más Madrid. Según ha sabido este diario, Yolanda Díaz tenía intención de acercarse a este municipio para participar en un acto junto a Mónica García, pero ahora parece descartado que se vaya a producir esa foto.
El problema es que el tiempo apremia. El arranque oficial de la campaña, el próximo 12 de mayo, se acerca y Yolanda Díaz y Mónica García no encuentran un sitio en el que aparecer cogidas de la mano. El boicot de Podemos a la unidad de la izquierda está impidiendo a la candidata de Más Madrid impulsarse con la ola de Sumar. Los morados llevan meses exigiendo a Yolanda Díaz que, como líder del espacio en Moncloa, se digne a hacer campaña por los candidatos que pertenecen estrictamente a Unidas Podemos. Pero Díaz no está por la labor.
Las objetivos de Yolanda Díaz el 28-M
Es más, fuentes de la dirección nacional de Podemos bromean incluso con el hecho de que la vicepresidenta segunda descarte arropar a la candidata del espacio en Sevilla, Susana Hornillo, que lidera una lista de unidad con Izquierda Unida y Más País. Y todo porque Hornillos, la número uno, es de Podemos. Así están las cosas entre la vicepresidenta segunda y los morados. La tensión avanza a la espera de que las urnas repartan las cartas de poder el próximo 28 de mayo. No habrá atisbo de pacto hasta después por mucho que las voces pidiendo unidad y cerrar un acuerdo se multipliquen en un lado y en otro.
En el cuartel general morado siguen sin recibir respuesta de Sumar. Podemos asegura desconocer los lugares en los que Yolanda Díaz bajará al ruedo para intentar añadir votos a los suyos, aunque han hecho sus cálculos: Córdoba, Málaga, Navarra, Extremadura, Euskadi y Barcelona. Ellos, no obstante, pondrán toda la carne en el asador en Valencia y Madrid, donde previsiblemente el partido liderado por Ione Belarra abrirá y cerrará la campaña de las elecciones municipales.
El miedo
En verdad, el boicot de Podemos en Madrid a esa unidad que impida la foto de Yolanda Díaz y Mónica García obedece al temor. Y es que un miedo parte a Podemos en la Comunidad de Madrid. Los morados, que cerraron un pacto con Izquierda Unida para concurrir bajo las siglas de Unidas Podemos en la región el próximo 28-M, temen que el apoyo de Yolanda Díaz a la líder de Más Madrid, Mónica García, les aboque a correr la misma suerte que Ciudadanos y a desaparecer de la Asamblea regional, que exige el 5% de los votos para lograr representación.
Las encuestas internas de la mayoría de partidos y las de las empresas demoscópicas sitúan a Unidas Podemos en la horquilla que comprende el 4% y el 5%. El fin de Podemos en Madrid supondría un duro varapalo para ellos en una plaza fundamental, ya que la Comunidad es donde nacieron y donde están arraigados la mayoría de sus dirigentes nacionales. "Que Yolanda [Díaz] apoye a Mónica García es percibido como una traición por muchos inscritos. Pero también hay quienes no entienden la barrera que los jefes han puesto para no fusionarse con Yolanda. En Podemos al final la gente quiere unidad. Aunque sí, si la identificación de los votantes es la de Yolanda con Mónica... Eso nos deja fuera", resume a este diario un responsable de Podemos en un gran municipio de Madrid.
"El apoyo tan descarado de Yolanda Díaz a Más Madrid, sumado a la actitud complaciente con el PSOE, está generando un revulsivo. Están operando dos fuerzas: una vinculada a la ola que se está construyendo con Yolanda, que no deja de sonar a falsa por el apoyo de los medios de derecha a Sumar; y otra contraria de la gente que cree que estamos viviendo otra vez una campaña para intentar acabar con Podemos", sintetiza a este diario una fuente con peso en la cúpula nacional de Podemos. La guerra continúa. Mónica García no lo tiene fácil. Yolanda Díaz tampoco.
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