España

Polémica del puñetazo de un padre a un cómico: cómo un tuit puede tener mayores consecuencias penales que una agresión

En caso de denunciar injurias y calumnias, existe la posibilidad de que un juez lo entienda incluso como un delito de odio

El puñetazo que se llevó el cómico Jaime Caravaca (Murcia, 1985) durante su espectáculo el pasado lunes ha sido una de las imágenes más vistas de la semana. Su agresor, un neonazi conocido por ser el cantante del grupo de extrema derecha ‘Pugilato’, subió al escenario al grito de "Basura, dímelo a la cara, que te parto la puta cabeza", una respuesta que ha sido aplaudida por muchos después de que el 'showman' hiciera comentarios de mal gusto -y presuntamente con fines cómicos- sobre su bebé de solo tres meses de edad: “Nada ni nadie podrá evitar la posibilidad de que sea gay y de mayor se harte de mamar polla de negro. Y de negro obrero, nada de futbolistas”, había escrito Caravaca en Twitter en la madrugada del viernes anterior.

Antes de llegar al extremo de ir a buscar al artista a uno de sus espectáculos, el padre del bebé tenía a su alcance la posibilidad de denunciar por un delito leve de injurias y calumnias por el que "el cómico podría recibir una multa de 3 a 7 meses", afirma Nuria Vargas, abogada experta en derecho penal. "Siendo muy extremista, podemos entenderlo incluso como un delito de odio, homófobo, pero no creo que fuera aceptado hasta este punto en un juzgado", explica la penalista a Vozpópuli.

Si bien la Fiscalía de Menores puede entrar de oficio y denunciar el supuesto delito, la gerente de Vilches Abogados cree que "no es lo más razonable en este caso", aunque afirma que los comentarios de Caravaca "están fuera de lugar" y "la utilización que se hace de un menor para hacer la gracia" podría considerarse agravante.

Por último, en cuanto a la posibilidad de que Caravaca se escude en la libertad de expresión, Nuria Vargas opina que sus comentarios en Twitter son "difíciles de catalogar solo como humor", y es que entre el historial de chistes del cómico en la red social X abarcan desde insultar a la madre de Bertand Ndongo hasta bromear con la muerte del bebé que esperaba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Sin embargo, no todos los expertos consultados por Vozpópuli se inclinan a considerar este tipo de comentarios como un delito leve: "Lo que le dice es que va a ser homosexual y que va a tener relaciones con un negro, pero eso no es injurioso", apunta Eduardo Simó, abogado experto en derecho penal. "Tengo mis dudas. El comentario puede tener un matiz vejatorio o degradante, pero veo bastante complicado que llegue a prosperar la denuncia", asevera el penalista. De hecho, el abogado ejemplifica que hay insultos graves que no serían considerados injurias por un juez: "Tú me puedes decir 'comepollas' las veces que quieras y yo no me voy a sentir injuriado", aunque matiza que el insulto no puede realizarse de forma recurrente porque estaríamos hablando de un caso de acoso.

Una disculpa aceptada podría ser el final de esta historia

A Caravaca, profesional de la comedia que se dio a conocer cuando trabajó en el programa La Resistencia, no pareció importarle en primera instancia hacer el comentario de carácter sexual sobre el hijo del agresor en la red social X -antigua Twitter-. Sin embargo, una vez se encontró cara a cara con el padre del bebé sobre el escenario del Beer Station de Madrid, su rostro reflejó preocupación y miedo. Después de esa primera reacción instintiva, el cómico murciano reflexionó y compartió en la misma red social su disculpa al respecto: “Ha sido un comentario desafortunado y nada apropiado por mi parte. Pido disculpas a las personas que se sientan afectadas”. Tras estas palabras, también en redes, Pugilato aceptaba la disculpa: "Lo perdono y no le deseo ningún mal porque rectificar es de sabios.

En cualquier caso, las reacciones de ambos han sido opuestas, ya que mientras que Caravaca ha pedido unas disculpas -que han sido aceptadas-, el agresor se ha mostrado orgulloso de su puñetazo. Dos acciones que pueden influir a la hora de dictar una sentencia. Según Nuria Vargas, "pedir disculpas" se trataría de un atenuante, mientras que Eduardo Simó opina que cuando se perdona al cómico, la acción penal queda extinguida.

Pugilato se reafirma en redes y Caravaca aún puede denunciar la agresión

Alberto Pugilato, nombre artístico por el que se conoce al agresor de Caravaca, fue condenado en 2021 a un año de cárcel por un concierto en el que los asistentes enseñaron esvásticas y cruces gamadas mientras coreaban el grito hitleriano de “Seig Heil” -“saludo a la victoria” en alemán-. En esta ocasión, también podría ser condenado puesto que "se enfrenta a un delito de agresión", aclara Eduardo Simó. "El comentario está fuera de lugar, pero el padre ahora tiene todas las de perder por cómo ha respondido", asegura.

Su colega de Vilches Abogados asegura que ambos tienen tiempo para presentar una denuncia, puesto que para estos delitos de tipo leve "hay un periodo de seis meses para interponerla", uno por injurias y calumnias y el otro por lesiones. Si Caravaca denuncia a su agresor "tendría que demostrar lesiones para que fuese un delito" y, según fueran estas, "se calcularía una indemnización".

Por otro lado, el agresor no ha sido detenido pese a estar identificado por la Policía Nacional. El motivo es que Jaime Caravaca ha decidido no presentar denuncia.

Los anónimos tampoco evitan la acción de la justicia en redes sociales

Los dos expertos coinciden en que si se hubiese tratado de una cuenta anónima, como sucede a menudo en X -antigua Twitter- no habría sido complicado dar con el autor del agravio: "Según sea la ofensa, la Policía puede pedir a la red social que determine quién es el titular de esa cuenta que está profiriendo esas amenazas, injurias o calumnias", aunque a veces puede llevar más tiempo del normal "cuando tienen el servidor en el extranjero", aclara la gerente de Vilches Abogados, Nuria Vargas. "Lo cierto es que cada vez recibimos más clientes que son difamados en redes", aclara.

En Simó Abogados aclaran que en estos casos lo que hay que hacer es conseguir capturas de pantalla de los mensajes concretos que se quieren denunciar y presentarlos ante la Policía, que es la que encuentra la IP. Aunque se trata de un delito cada vez más común -sobre todo por culpa de la irrupción de los montajes fotográficos generados por inteligencia artificial- entre los menores suelen darse menos denuncias, ya que la vía penal es un último recurso, entre menores suelen encontrarse con mayor facilidad a los acosadores y al tener un procedimiento a través la Fiscalía de Menores funciona de un modo distinto.

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