La delegación del Gobierno de Castilla La Mancha ha confirmado este miércoles que el cadáver que fue hallado en el vertedero de Toledo el 15 de diciembre corresponde al chico de 17 años que desapareció, junto con su primo de 11 años en Madrid el 10 de diciembre. Aunque aún se desconocen las causas de la muerte, fuentes de la investigación barajan que podría haberse ocurrido de forma accidental ya que el cuerpo no presentaba signos externos de violencia.
La hipótesis contemplada por las fuentes consultadas por Vozpópuli es que el joven podría haberse quedado dormido en el interior de un contenedor antes de que el camión de residuos pasara por la zona. La Policía Judicial de Toledo, a cargo del caso, se encuentra a la espera de los resultados de la autopsia por parte del Instituto Anatómico Forense para conocer la causa de la muerte.
El cadáver fue hallado el pasado 15 de diciembre, pero debido al mal estado del cuerpo no ha sido hasta este miércoles cuando ha podido conocerse la identidad de los restos al cotejar las huellas con las del menor desaparecido.
La familia de los dos menores se encuentra devastada ante la noticia, y a la espera de que la Policía pueda localizar al otro menor de 11 años, que aún permanece en paradero desconocido. La última pista que seguían los investigadores es el rastro de las imágenes de una cámara de seguridad que ubicaban a los dos menores juntos caminando por Toledo.
En un principio, la desaparición parecía voluntaria pero luego "se complicó" y podría haber sido retenidos por unas personas que habrían chantajeado a su familia para conseguir un rescate por una deuda relacionada con las drogas, según fuentes policiales.
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