Gabriel Kraus era una de las promesas del boxeo. Este brasileño, que llevaba toda la vida en España, tenía 20 años cuando fue asesinado en agosto del año pasado al recibir varias puñaladas en el barrio de Prosperidad. Un año después la Policía Nacional ha detenido a nueve miembros de los Dominicans Don't Play (DDP), cinco de ellos menores de edad, que fueron los presuntos homicidas, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli.
Los hechos ocurrieron el 19 de agosto de 2021, en la calle Sánchez Pacheco de la capital, en el distrito de Chamartín, cuando un grupo de jóvenes relacionados con la banda DDP, se cruzó en vía pública con Gabriel Kraus. Según las pesquisas, el boxeador brasileño utilizó una expresión empleada por el grupo violento de los Blood, algo que irritó a estos pandilleros. Este joven no estaba vinculado con esta banda, según las pesquisas policiales.
"No voy a bajar"
En ese momento no se produjo ninguna reyerta ni enfrentamiento porque Kraus se dirigía al domicilio de unos amigos con los que había quedado para celebrar una fiesta. Sin embargo, minutos después, los tres jóvenes aparecieron en la casa acompañados por más pandilleros y pidieron al boxeador que bajara.
"No soy de nada, no voy a bajar", fueron las palabras que les dijo Kraus a los DDP pero finalmente salió del domicilio. Durante la pelea, la víctima fue apuñalada además de sufrir otras lesiones provocadas con un machete cuando trataba de defenderse. Finalmente se refugió en la vivienda donde se encontraban el resto de sus amigos donde falleció.
Desde el principio la investigación fue realizada por el Grupo 22 de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía Nacional. En todo momento contaron con la ayuda indispensable de la Fiscalía de Menores, según estas mismas fuentes.
"Ley del silencio" entre los testigos
Ha sido una investigación muy laboriosa y larga ya que dentro de las bandas existe la "ley del silencio" con "mucho hermetismo" y costó mucho encontrar testigos del homicidio. Los agentes consiguieron identificar a los presuntos responsables pero el juez de instrucción denegó varias veces las entradas y registros porque eran menores de edad.
Finalmente todos ellos fueron detenidos y puestos a disposición de la autoridad judicial y la Fiscalía de Menores decretando su ingreso en prisión y su internamiento en centros de menores así como libertad vigilada para uno de ellos. La familia de Kraus ya podrá descansar tras un año reclamando justicia para los asesinos de su hijo.
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