“Cuando vamos en los furgones siempre hablamos, comentamos aspectos del operativo… pero esos días íbamos en silencio. Se escuchaban los insultos, nos tiraban piedras, ponían barricadas”. Hugo del Prado, agente de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, más conocidos como los antidisturbios, fue uno de los agentes que se expusieron a las embestidas radicales durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Un círculo que se cierra este 30 de mayo de 2024, con la aprobación de la Ley de Amnistía: “Es un día… triste y humillante; ahora sí que se puede decir que estuvimos ahí para nada”.
Con más de 15 años de experiencia en la UIP a sus espaldas, Hugo del Prado, delegado nacional de las unidades de intervención del sindicato Jupol, habla con Vozpópuli de lo que supone la aprobación de la Ley de Amnistía, tramitada este jueves en el Congreso de los Diputados con el apoyo principal del PSOE y las fuerzas separatistas, en una agria sesión en la que se vivieron escenas de máxima tensión política.
“Tenemos un sentimiento de que… De que los meses que pasamos en barcos, en cuarteles o en hoteles bajo el hostigamiento de los radicales no sirvieron para nada”, abunda este veterano agente de la UIP, quien recuerda los “cascotes”, los “contenedores incendiados”, las “emboscadas” que sufrieron en las calles de Cataluña en los momentos más duros del procés.
“Tenemos tres compañeros que se han jubilado a la fuerza por las secuelas de aquellos días; otros tuvieron que dejar la unidad por la presión que tuvieron que aguantar o que pagaron un precio muy alto personal o familiar”, asegura este agente de la Policía Nacional. “Hablo mucho con los compañeros jubilados a la fuerza e imagino que en un día como este estarán muy, muy enfadados”.
Una Ley de Amnistía que, según considera, deja en el aire la situación de los agentes procesados por su participación en las algaradas que rasgaron Cataluña durante el referéndum del 1-O y tras conocerse la sentencia del procés: “A cualquiera que se lo diga, no se lo toma en serio; que los que fuimos a cumplir la ley seamos los culpables y los que la desafiaron, sólo por un tema político, salgan de rositas”.
“Nuestros gobernantes se han posicionado con delincuentes y no con los policías”, denuncia Hugo del Prado. “Es una decisión que atiende a razones estrictamente políticas, pero que nos deja vendidos a todos los agentes, especialmente a los que estuvimos allí”.
A su juicio, la Amnistía no supondrá la reconciliación en Cataluña ni aplacará los desafíos planteados por los partidos separatistas: “Allí hay dos Españas; la que se siente española y la que no, y la primera está perseguida por la primera. Y en los colegios o centros educativos hacen todo lo posible por que el independentismo sea el relato que se imponga”.
Sobre los agentes de la Policía desplegados en Cataluña -3.386, como detalló Vozpópuli en esta información-, asegura que en muchos casos “tienen que mentir” sobre su profesión: “Hacían lo mismo en País Vasco y ahora nos consideran una fuerza de ocupación; antes pegaban tiros y ahora se trata de un aislamiento social, pero en el que nos hacen ver que no somos bienvenidos”.
Una amnistía, apunta este agente de la UIP, que no es suficiente para las fuerzas independentistas, que también exigen la expulsión de la Policía Nacional de la Jefatura Superior de la barcelonesa Vía Laietana, objeto de las embestidas radicales durante las algaradas que sacudieron la ciudad. Su objetivo pasa por reconvertirlo en un centro memorial de la represión franquista.
El Ministerio del Interior asegura que la presencia de la Policía Nacional en estas dependencias está asegurada, pero este agente de la UIP afirma que “no nos sorprendería ya nada”: “¿Nos quieren echar? Si no cabe más humillación que la de hoy [en referencia a la aprobación de la Ley de Amnistía]. Después de esto, qué vamos a decir”.
“Pero que nadie ponga en duda que seguiremos haciendo nuestro trabajo, siendo profesionales –concluye Hugo del Prado-. Somos la mejor unidad del orden público y lo seguiremos demostrando, trabajando en consecuencia”.
