La Policía Nacional pidió colaboración a jefes de clanes gitanos para que hicieran llegar la importancia de cumplir las medidas de confinamiento por la expansión de la Covid-19, según informan a Vozpópuli fuentes policiales. Desde el Cuerpo precisan que en Madrid esa solicitud tuvo por objeto principalmente respetar las restricciones de asistencia a los entierros y funerales. En otros puntos como algunas barriadas de Sevilla, el peso lo han llevado asociaciones y fundaciones que han colaborado en planes de ayuda y asistencia.
Un portavoz policial indica que las gestiones con los jefes de los clanes ha dado un resultado positivo. Añade que a eso se refería el director adjunto operativo de la Policía Nacional, José Ángel González, durante la rueda de prensa del pasado 27 de marzo en La Moncloa cuando dio las gracias a lo que definió como “estos colectivos” y pidió la colaboración de lo que llamó “responsables sociales” en referencia a los jefes de los clanes.
“Nos hemos encontrado determinadas zonas y barrios en distintas ciudades cuyos residentes venían incumpliendo de forma sistemática las instrucciones de confinamiento. La Policía Nacional habló con todos estos colectivos y pidió la colaboración de los responsables sociales, a fin de poner freno a esas reiteradas actitudes irresponsables, obteniendo un alto grado de compromiso por su parte y consiguiendo el cese de esa actitud incívica que mantenían ciertas personas", declaró.
Fuentes de la Policía Nacional en Madrid coinciden con ese análisis. Afirma que su mayor preocupación era evitar las aglomeraciones de familiares en hospitales o cementerios y “se está respetando”. Afirma que este tipo de contactos entre las fuerzas de seguridad del Estado con referentes dentro de la comunidad gitana son habituales.
Polígono Sur de Sevilla
“Los primeros días teníamos la preocupación de que por la tarde noche no se cumpliera el confinamiento, especialmente en las barriadas de Martínez Montañés y la barriada Murillo”, dice en declaraciones a este periódico el comisionado del Polígono Sur de Sevilla, Jaime Bretón. Desempeña un cargo vigente desde 2003 que representa al Gobierno central, a la Junta de Andalucía y al ayuntamiento hispalense. Sirve de enlace entre la administración y las seis barriadas donde se ubican enclaves como las conocidas 3.000 viviendas.
La de Martínez Montañés y la de Murillo son solo las zonas más excluidas dentro de 144 hectáreas donde residen 44.000 habitantes. El comisionado pidió a la Subdelegación del Gobierno un plan específico tras un inicio errático del confinamiento. Cita, por ejemplo, un acto religioso evangélico al que asistieron decenas de personas. El plan implica a la Policía Nacional, la Policía Local y la policía adscrita a la Junta de Andalucía (integrada por policías nacionales con competencias en protección de menores).
Los interlocutores
Bretón lleva una vida en la política municipal y conoce la realidad del Polígono Sur y los clanes gitanos. Advierte de que la figura del patriarca ha perdido el peso que tenía en épocas anteriores. Dice que ahora esa figura de influencia la ejercen más los predicadores religiosos de la iglesia evangélica o los jefes de los clanes, “que algunos se dedican a cosas lícitas y otros a cosas ilícitas”. Ellos son los interlocutores.
También han sido importante las asociaciones y fundaciones que dan asistencia y que estos días han hecho valer la confianza que depositan en ellas muchas familias para hacer llegar la importancia de quedarse en casa y evitar los contagios. “Todas estas asociaciones del tercer sector hacen su labor de hablar y concienciar sobre lo serio que es que la gente se quede en casa”, dice el comisionado.
Las fuentes policiales consultadas aseguran que no hay ningún barrio o localidad descontrolada dentro de los 2.524 detenidos y 289.489 propuestas de sanción en toda España por saltarse el confinamiento. Granada ha sido noticia esta semana a partir del arresto de un miembro de un clan gitano del municipio de Pinos Puente buscado por delitos anteriores. Antes de ser detenido en el barrio granadino de Almanjáyar, se refugió en un edificio en el que viven miembros de otro clan. Durante la operación de arresto, las fuerzas de seguridad descubrieron allí 2574 plantas de cannabis y de 6,5 kilos de marihuana.
Han circulado varios audios de WhatsApp en los que se vaticina una guerra de clanes tras este suceso. Pinos Puente es demarcación de la Guardia Civil y Almanjáyar de la Policía Nacional. Consultados portavoces oficiales de ambos cuerpos, coinciden en rebajar el riesgo y señalar que no han detectado ningún movimiento que les haga pensar en un enfrentamiento.
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