España

La Policía halló en la casa de Pompeyo material para otro envío de cartas bomba

La Policía Nacional localizó más material para fabricar cartas bomba en el domicilio de Pompeyo y sospechan que el detenido preparaba un nuevo envío de paquetes para protestar por la posición española en la guerra de Ucrania

La detención del funcionario jubilado Pompeyo G.P., el 'unabomber' español, se precipitó en los últimos días por los datos que manejaban los agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid de la Policía Nacional. En el registro de la vivienda del arrestado, en Miranda de Ebro (Burgos), los investigadores localizaron material para elaborar nuevos artefactos y sospechan podría haber vuelto a enviar más misivas, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.

Desde hace varias semanas habían centrado sus diligencias en este hombre, de 74 años, que había seguido con su solitaria vida en su piso de la tercera planta de la calle Claveles. Al seguir sus pasos comprobaron que adquirió por internet los materiales para fabricar las nuevas bombas. Ante el temor de que se quisiera deshacer de ellos o idear un nuevo envío los agentes decidieron actuar. La investigación ha sido desarrollada por la Brigada Provincial de Información de Madrid, con el apoyo de la Comisaría General de Información.

El dispositivo culminó, como estaba previsto, ante un individuo que no iba a oponer resistencia en su detención. El objetivo era 'cazarlo' en la calle y así fue. No querían imprevistos de última hora o correr posibles riesgos. Sabían que Pompeyo tenía en su vivienda material explosivo y podría haberlo utilizado al sentirse acorralado.

Aficionado a los drones y activo en redes

Una vez que fue arrestado, los agentes y este jubilado se dirigieron a la casa para practicar un registro de la misma. El material informático y explosivo fue trasladado a dependencias policiales donde se analizará. Uno de los detalles que da por cerrado el caso es que este hombre tenía en su inmueble los mismos paquetes utilizados en los primeros envíos.

El material con el que creó los artefactos fueron comprados por internet. Esa fue otra de las pistas que siguieron los investigadores para dar con este individuo. Los policías tienen hasta el viernes para culminar las diligencias ya que ese será el día en el que Pompeyo pase a disposición judicial en el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional. 

Pompeyo G.P, de 74 años, desató las alarmas y el miedo durante días con el envío de cartas bomba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Este funcionario 'unabomber' era muy aficionado a los drones y las redes sociales. Trabajó en el Ayuntamiento de Vitoria hasta el año 2013 cuando se jubiló, según han informado a Vozpópuli fuentes de la investigación.

Quería protestar por el apoyo de España a Ucrania

El 'unabomber' original, Theodore John Kaczynski, envió 16 bombas a universidades y aerolíneas, entre 1978 y 1995, con las que causó 3 muertos e hirió a 23 personas. Este terrorista era matemático y filósofo. Un perfil bien alejado de Pompeyo. Los investigadores le definen como una persona con escasas habilidades sociales en la vida real, mientras que era todo lo contrario que en el mundo cibernético.

Este jubilado, que no tenía antecedentes, era muy activo con las redes y, según los investigadores de la Policía Nacional, tiene conocimientos técnicos e informáticos. En su canal de Youtube se puede comprobar como usaba drones para captar imágenes y vídeos de Miranda de Ebro (Burgos). Esa era una de sus pasiones. También seguía a otros usuarios que proporcionaba información sobre la guerra de Ucrania. Esa es la principal vía de investigación de los agentes. Creen que este jubilado quería expresar su enfado por el apoyo de España al conflicto bélico y tenía simpatía por las ideas prorrusas.

Nostálgico de la URSS

Fuentes jurídicas consultadas por Vozpópuli determinan que hasta la fecha esta persona es la única investigada en las diligencias. De esta forma, y a la espera de analizar los dispositivos incautados en el registro, los agentes mantienen el cerco en el jubilado, de quien se insiste en la tesis de que actuó como lobo solitario. Este exfuncionario era un "nostálgico de la URSS", detallan otras fuentes.

De hecho, las fuentes consultadas por este medio descartan a fecha de hoy que el investigado haya tenido colaboradores o que detrás de él se encuentre la inteligencia rusa, como así lo apuntó este mismo domingo el diario The New York Times. Tampoco se le atribuye una conducta conflictiva. En todo el proceso de registro de su domicilio, en Miranda de Ebro, ha colaborado con los agentes policiales y no ha opuesto resistencia alguna. Este jueves, ya en la capital de España, prestará declaración antes los investigadores. Un día después pasará previsiblemente a disposición judicial.

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