La Policía Nacional tuvo que intervenir de madrugada la noche del pasado sábado al domingo tras ser avisada de una agresión en una discoteca madrileña. Los protagonistas del enfrentamiento, J.S. y M.D.M.C., son dos compañeros de la conocida firma Price Waterhouse Coopers (PwC). Fuentes policiales precisan que los hechos ocurrieron en torno a las 4.45 horas de la en la calle María de Molina.
Una patrulla se dirigió al lugar tras una llamada de la emisora central que alertaba de una pelea con un varón lesionado. Al llegar a la zona, la policía se encontró con un joven que presentaba lesiones en el rostro, concretamente unos cortes sangrantes. Indicó a los agentes que había sido agredido por otra persona que todavía se encontraba dentro del local.
Según su versión, le había lanzado un vaso de cristal después de reprocharle que le mirase con la siguiente expresión: “Tu no me mires a la cara”. La presunta víctima se ofreció a identificar a su agresor ante los policías porque, según dijo, era compañero suyo de trabajo, informan las fuentes policiales consultadas por Vozpópuli.
Las informaciones de esta agresión han circulado en las últimas horas en numerosos chats de WhatsApp a partir de los testimonios de testigos presenciales esa noche y de compañeros de trabajo de ambos. Estos mensajes identifican a uno de los implicados en la riña como un senior de PwC. Presuntamente ambos se conocían de haber coincidido antes en otra empresa.
PwC investiga los hechos
Este periódico se ha puesto en contacto con PwC que, a través de un portavoz, se ha limitado a explicar que la firma ha puesto “en marcha los procedimientos internos necesarios para esclarecer estos hechos y adoptar las medidas oportunas”.
El portero de la discoteca acudió dentro del local acompañado de un testigo de la agresión. Al rato salieron al exterior en compañía del presunto agresor, quien fue rápidamente identificado por el joven agredido. Hasta la zona de desplazó también una dotación del Samur. La valoración que hicieron los servicios sanitarios tras atender a la víctima es que presentaba cortes superficiales que no revestían gravedad.
En cualquier caso, el Samur recomendó una valoración médica más exhaustiva para determinar si precisaba puntos de sutura. Lo último que le dijo este joven a las autoridades es que acudiría a un centro hospitalario para después interponer una denuncia.
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