El policía nacional Enrique Luis Báez Tabasco ha relatado este miércoles en el Congreso que receló de las vigilancias que realizó al entorno del extesorero del PP Luis Bárcenas, un servicio en el que estuvo "incómodo" porque "de pronto" dejaron de seguir a 'lobos solitarios' que eran una amenaza por ser presuntos terroristas para centrarse en vigilar al chófer y la mujer del exdirigente 'popular'.
"Las tres semanas que estuve participando en este servicio estaba muy incómodo. No me cuadraba, nosotros no estamos para eso", ha señalado a la comisión 'Kitchen' del Congreso en referencia al encargo realizado en octubre de 2013. Por entonces estaba adscrito a la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Comisaría General de Información, aunque ahora Báez está en situación de servicios especiales en Frontex.
"Es bastante curioso seguir al chófer y a la mujer de un extesorero que está en la cárcel", ha continuado, explicando que tuvieron constancia de que alguien les fotografió mientras realizaban las vigilancias. Además, ha señalado que contactó con la Fiscalía para aportar su testimonio a raíz de unas declaraciones en 2020 del que fue exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez con el PP. "Para mí fue admitir que se nos estuvo utilizando para otro fin", ha sostenido. También ha reconocido que no alcanza a comprender por qué el juez instructor del 'caso Kitchen' no le ha llamado a declarar. "Durante ocho años me he estado preguntando por qué nunca se me ha llamado para declarar", ha dicho en su declaración por videoconferencia. Según él, luego aportó su testimonio a través de la Unidad de Asuntos Internos.
En su equipo eran unas nueve personas, aunque ha explicado que en el servicio de vigilancia sobre el entorno de Bárcenas participaron al menos seis equipos. El PP le ha preguntado si su incomodidad se debía a que perdían el tiempo, aunque Báez ha contestado que se debía a la "naturaleza del objetivo".
Una "excusa barata"
"Los objetivos eran presuntos terroristas, personas relevantes que eran un peligro para el país. De pronto nos dicen que hay que seguir a Sergio Ríos y a la mujer de Bárcenas. Me resultó sospechoso y muy incómodo", ha relatado, antes de añadir que le resultó una "excusa barata" que les dijeran que la UDEF no disponía de medios para este servicio.
Báez ha explicado que el comisario jefe de la UCAO, Enrique García Castaño -imputado en el caso junto a otros policías como José Manuel Villarejo-, no participó nunca en las reuniones para transmitirle órdenes o recibir la información, que se remitía a través de la cadena de mando.
También ha dicho que los miembros de su equipo no entraron en ningún domicilio o local, ni hicieron escuchas o conocieron a alguien del CNI. Tampoco escucha cuando hizo las vigilancias que el operativo se bautizara como 'Kitchen' ni que la orden fuera "recuperar documentos que estaban en posesión de Luis Bárcenas". "Nos dijeron que había que encontrar un local donde esta persona tenía el dinero que había robado", ha añadido este policía destinado ahora en Frontex. En concreto, ha señalado que las vigilancias se limitan a "informar en todo momento" si Sergio Ríos o la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, se desplazaban en coche, iban a una cafetería o hablaban con alguna persona.
Para Báez, fue "bastante perturbador" que en una ocasión, mientras estaba de servicio, "una chica" se le acercó y le enseñó una foto suya. "Para mí fue un punto de inflexión, algo estaba pasando", ha indicado, añadiendo que desconoce si Asuntos Internos de la Policía hizo contravigilancias a los equipos que seguían al entorno de Bárcenas. "Si fuera del Ministerio del Interior se sabría", ha subrayado.
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