España

La Policía da por acabados los clanes de menas y rumanos que robaban en el centro de Madrid

La Comisaría de Policía Nacional del distrito Centro establece un Plan de Prevención contra los hurtos ante el aumento de la afluencia de gente en Madrid. En su mayoría se producen en los locales de ocio nocturno y no se han detectado que sus autores sean clanes rumanos o menores extranjeros.

Madrugada de sábado en el distrito Centro de Madrid. Un grupo de jóvenes, que estaba de fiesta en un local, se acerca a una patrulla de la Policía Nacional. Acaban de darse cuenta de la desaparición de sus teléfonos móviles. Esta es la imagen más habitual de los hurtos hoy en día en la capital, según los datos recabados por la Comisaría de Centro a los que ha tenido acceso Vozpópuli.

La pandemia del coronavirus generó restricciones y evitar las aglomeraciones, algo que ya no se produce. El entorno de la Puerta del Sol, la Gran Vía o la Plaza Mayor ha recuperado parte de su vida tradicional. El resultado ha sido un aumento del tránsito de gente y de turistas pero también un incremento de los hurtos.

Ladrones de 18 y 20 años

A pesar de ello, en la actualidad, la mayoría de las denuncias que recibe la Comisaría de Centro, que dirige Alberto Carba, son por extravío o pérdida de los efectos personales. Los agentes de la zona han vivido una transformación del escenario delincuencial ya que ahora mismo no hay presencia de clanes de rumanos y ni de grupos de menores extranjeros no acompañados. El perfil de los ladrones es de entre 18 y 20 años y cometen sus fechorías a la salida o en el interior de los locales de ocio nocturno. Tampoco hay implicados entre los miembros de las bandas juveniles, según han podido determinar desde el operativo puesto en marcha contra estos jóvenes por la Delegación del Gobierno.

"No son ladrones especializados, lo hacen al descuido", apuntan fuentes policiales a Vozpópuli. Estos hurtos, en ocasiones, se transforman en robos con violencia cuando la víctima se da cuenta de que le han sustraído sus pertenencias. Sí que hay casos en los que el ladrón ha llegado a amenazar a su objetivo con un arma blanca.

Para combatir las nuevas tendencias de los 'carteristas', la Policía Nacional ha establecido un Plan de Prevención de hurtos en el centro de Madrid. Este operativo tiene como objetivo facilitar la colaboración entre los distintos grupos implicados: el área de Seguridad Ciudadana y los establecimientos de ocio nocturno y comercios de la zona.

Un plan contra carteristas

Y es que algunas de las tiendas aledañas a la Puerta del Sol han colgado, de nuevo, carteles advirtiendo a sus clientes de que vigilen y controlen sus pertenencias mientras consumen para no tener un susto a la salida de los mismos.

Con este operativo tanto los agentes como los establecimientos permanecen en continua comunicación con el fin de facilitar y arrestar a los delincuentes que realicen estas acciones. Ya se realizaban estas acciones antes de la pandemia pero las restricciones, y la presión policial, limitaron las actuaciones de los ladrones.

Agentes de paisano y uniformados recorren las zonas más concurrida y conocidas, como la calle Montera o Fuencarral, a la busca y captura de estos individuos que aprovechan el despiste de sus víctimas o las concentraciones de gente para 'hacer su agosto'.

Uno de los principales focos de atención de los policías son los establecimientos de ocio nocturno ya que se ha producido un incremento de los hurtos en estos locales. Hace algunas semanas tres jóvenes fueron arrestados con más de una veintena de móviles robados en una de estas discotecas, en este caso en el distrito de Chamberí. Entraban y salían del local del garito para dejar sus 'trofeos' en un coche aparcado cerca.

140 detenidos por simular un robo

También hay quien intenta sacar rédito de supuestos robos para sacar provecho. El año pasado la Comisaría de Centro practicó 140 detenciones por simulación de delito. Algunas de estas personas denunciaron haber sido víctimas de robos con violencia para que el seguro les repusiera con el dinero contemplado. Sin embargo, las investigaciones de los policías comprobaron todo lo contrario.

La última gran operación contra los carteristas se desarrolló el pasado mes de octubre cuando la Policía Nacional detuvo a 26 integrantes de una banda, liderada por clanes rumanos que obligaba a 37 niños, la mayoría de ellos sus propios hijos, a cometer hurtos y robos con violencia a ancianos.

Los investigadores constataron que este grupo había cometido más de 200 hechos delictivos por toda la Comunidad de Madrid y que viajaban por Europa, una vez que sus miembros eran identificados o detenidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad en España. Por el momento, todos ellos han desaparecido del centro de Madrid.

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