German López Iglesias, director General de la Policía durante el mandato de Juan Ignacio Zoido al frente del Ministerio del Interior, libró al chófer de Bárcenas captado para la operación Kitchen de un destino en Cataluña. En el sumario de la investigación consta un documento firmado por el responsable policial en el que autoriza la petición del policía de disfrutar de un puesto en la Comisaría General de Seguridad Ciudadana con sede en Madrid.
Este chófer era Sergio Ríos Esgueva, alias “el Cocinero” para el clan que encabezaba el comisario Villarejo. Se encuentra investigado por la Audiencia Nacional por infiltrarse en el entorno del extesorero del PP para hacerse con información comprometedora para el PP de espaldas al juez. A cambio, los policías que le captaron le pagaban un sueldo mensual de 2.000 euros procedente de los fondos reservados, le compraron un arma y le prometieron una plaza en la Policía.
La operación Kitchen se desarrolló -según los investigadores- entre los años 2013 y 2015 y Sergio Ríos aprobó la oposición en julio de ese último año como penúltimo de su promoción. Tras pasar por la escuela de Policía en Ávila, hizo las prácticas en la Comisaría de Distrito de Moncloa, dependiente de la Jefatura Superior de Madrid. Oficialmente, ostenta la condición de funcionario del Cuerpo desde el 16 de mayo de 2017 con carné profesional 128.241.
Había sido destinado a Lérida
Un mes después adquirió su primer destino en la Unidad de Extranjería y Documentación de Les (Lérida). Se trata de un pequeño municipio en el Valle de Arán que no llega al millar de habitantes. Sin embargo, apenas unas semanas después de recibir la noticia, pasó a ocupar un puesto en comisión de servicio como personal operativo de la Brigada Móvil, dependiente de la Jefatura de Unidades Especiales de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. Para ello fue necesaria la autorización del director General de la Policía, Germán López Iglesias.
Fue tras la petición expresa de Ríos Esgueva. Mediante un escrito al que ha tenido acceso este periódico, alegó que motivos familiares y económicos para no ir destinado a Cataluña. Nacido en Ceuta, aunque con residencia en Seseña (Toledo), el exchófer de Bárcenas alegaba no poder hacer frente al pago de una hipoteca y al mismo tiempo un alquiler en su lugar de trabajo. Esa es la realidad a la que se enfrentan cientos de agentes del Cuerpo en sus primeros destinos o tras ascender en el escalafón.
En esa comunicación, dirigida el 14 de junio a la División de Personal de la Policía decía haber tenido “conocimiento de plazas libres en la Brigada Móvil-Policía del Transporte de la Jefatura de Unidades Especiales de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana” y pedía ser destinado allí. Al tener su destino en Cataluña, se comprometía a renunciar a dietas o indemnizaciones. Solo por el trabajo que prestó para el clan que encabezaba Villarejo en la operación Kitchen cobró 50.000 euros a razón de 25 mensualidades de 2.000 de los fondos reservados.
"A petición del interesado"
Su deseo de quedarse en Madrid fue concedido ocho días después, el 28 de junio, por un acuerdo de comisión de servicio firmado por el director general de la Policía con su puño y letra. “Se concede a petición del interesado”, explicaba en el capítulo de observaciones del documento que se reproduce íntegro en esta información. En la resolución se aceptaba el compromiso de Sergio Ríos a no percibir ningún tipo de dieta. Este periódico ha ofrecido al exdirector de la Policía la oportunidad de ofrecer su versión, pero la ha declinado.
La comisión de servicio fue inicialmente por seis meses, pero fuentes del Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande Marlaska confirman que, más de tres años después, sigue desempeñando funciones en el mismo y acudiendo cada día a trabajar. Su labor es velar por la seguridad en los transportes en la Comunidad de Madrid. Tal y como adelantó este periódico, la Policía Nacional abrió un expediente disciplinario en diciembre de 2018 cuando empezaron aflorar las pesquisas judiciales en torno al caso Kitchen.
Según estipula el Régimen Disciplinario de la Policía, cuando hay en marcha una investigación en los tribunales ordinarios, las pesquisas internas quedan suspendidas hasta conocer la resolución judicial. En caso de condena, el exchófer de Bárcenas, de 45 años de edad, podría ser expulsado del Cuerpo. Antes de cruzarse en el camino de Villarejo y el resto de comisarios, había sido escolta del dirigente del PP Francisco Granados, posteriormente detenido como cabecilla de la llamada Operación Púnica.
De ese trabajo conocía al también investigado Andrés Gómez Gordo, un inspector de Policía que había tenido destinos en la Comunidad de Madrid y pasó a desempeñar el cargo de jefe de Seguridad de María Dolores de Cospedal cuando la dirigente popular alcanzó la Presidencia de la Castilla-La Mancha. Según consta en el sumario del caso Kitchen, Ríos Esgueva ya había tenido en el pasado algunos problemas con la ley.
A partir de bases de datos policiales, los investigadores han detectado que fue detenido a los 30 años por la Guardia Civil el 28 de abril de 2005 "por tenencia de armas/ municiones/ explosivos". Se instruyeron las Diligencias 784/03 de Guardia Civil-Majadahonda.
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