Un centro de salud cerrado y llamadas sin respuesta al servicio de emergencias. Esa fue la angustiosa situación que vivió una madre en Zaragoza cuando su bebé comenzó a asfixiarse. La requirente si que encontró la respuesta de la Policía Nacional que localizaron a la mujer y a la niña a las puertas de unas instalaciones sanitarias que estaban cerradas por ser fin de semana. Los agentes consiguieron reanimar a la menor no sin antes vivir momentos de tensión, según explican fuentes policiales a Vozpópuli.
La intervención humanitaria ocurrió el pasado sábado 8 de junio poco antes de la una de la tarde. Los agentes de Seguridad Ciudadana estaban patrullando por Zaragoza cuando fueron requeridos en la calle Juan Domingo. Una mujer solicitaba ayuda en la calle porque su bebé se estaba asfixiando y no respiraba.
Cuando llegaron al lugar, los funcionarios no se encontraron a nadie. Los testigos confirmaron que la madre se había llevado a la bebé en un coche particular a un centro de salud. Los agentes lejos de ponerse en servicio acudieron de forma veloz a las instalaciones que están en la calle Lolita Parra.
Sin respuesta en el 061
Tomaron esa decisión porque sabían que el centro sanitario estaba cerrado durante los fines de semana y estaba en riesgo la vida del bebé. Ya en el lugar, localizaron en la puerta de las instalaciones a la madre que sostenía a su bebé y golpeaba de forma reiterada la puerta de entrada sin éxito.
La bebé presentaba la tez azulada y no respiraba. Los funcionarios se pusieron en comunicación de forma urgente con el 061 para seguir las directrices adecuadas. Sin embargo, sus compañeros del 091 advirtieron que se intentaron poner en contacto con el 061 en numerosas ocasiones y que no contestaban a las llamadas.
Uno de los policías, sospechando que el bebé tenía obstruidas las vías respiratorias, colocó a la niña sobre el antebrazo, en posición de cúbito prono, y comenzó a golpearle levemente en la espalda con la mano abierta. También introdujo el dedo en la garganta.
La reanimación de la bebé
Después de unos segundos que se hicieron eternos, la bebé expulsó unas flema de grandes dimensiones y comenzó a toser, a llorar y finalmente recobró la respiración. Los agentes solicitaron que una ambulancia se personara en el lugar pero el 061 seguía sin responder las llamadas.
Por ello, los funcionarios, ante la imposibilidad de poder trasladar en el vehículo policial a la madre y a la niña, pidieron al dueño del coche que trasladara a ambos al hospital materno infantil Miguel Servet.
La bebé que protagonizó esta intervención cumplía precisamente un año, días antes de la intervención. La madre explicó a los agentes que estaba preparando su cumpleaños cuando comenzó a convulsionar y a ahogarse. Pidió ayuda al 061 pero no respondieron. Por su parte, el 091 sí que tuvo respuesta y los funcionarios salvaron la vida de esta niña.
