España

Cosidó zanja los graves sucesos del 22-M con el único relevo de un mando intermedio de los antidisturbios

El director general de la Policía sólo admite en el Congreso de los Diputados errores de "coordinación y comunicación" en el dispositivo montado para hacer frente a los incidentes registrados tras las Marchas de la Dignidad en los que resultaron heridos 67 agentes.

Errores, muy pocos. Responsable de los que se produjeron, un único mando intermedio de los antidisturbios. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha aprovechado su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados de este miércoles para zanjar los graves incidentes del pasado 22 de marzo en Madrid durante las Marchas de la Dignidad con el único relevo del inspector jefe Javier Virseda, jefe de la Primera Unidad de Intervención Policial (UIP, los conocidos popularmente como antidisturbios), al que pertenecían buena parte de los 67 agentes heridos durante aquellos sucesos. En su explicación parlamentaria, Cosidó ha asegurado que la “información reservada” que su departamento abrió tras los sucesos ha concluido que el despliegue policial que se montó fue “correcto” y que el número de agentes destinados al mismo, en total 1.679, fue el “idóneo”.

De hecho, el máximo responsable de la Policía sólo ha admitido errores de “coordinación y comunicación” entre los grupos que intervinieron aquel día. Hasta ahí la autocrítica. El resto del tiempo el director general de la Policía lo ha dedicado a insistir una y otra en el argumento esgrimido por el Ministerio del Interior para explicar lo sucedido: la violencia nunca vista de los radicales que participaron en aquellos disturbios. Para ello, Cosidó ha llegado a mostrar a los diputados un casco, un escudo y un chaleco con diversos desperfectos producidos supuestamente durante aquellos incidentes.

Con estos objetos encima de la mesa, ha insistido en el “salto cualitativo” en el uso de la violencia por parte de los radicales que se produjo aquel día. Violencia de la que ha hecho responsable directamente a una larga lista de grupos “anarquistas, antifascistas e independentistas” que ha enumerado. A estos les señaló también de que días antes de la protesta hubieran circulado en Internet un “manual de resistencia” en el que supuestamente se aleccionaba a los manifestantes en el uso de chinchetas para inmovilizar vehículos policiales, en la fabricación de cócteles-molotov e, incluso, en el adistramiento en “artes marciales para bloquear a los agentes”.

El director general de la Policía ha concluido que el despliegue policial con motivo del 22-M fue "correcto"

El director general de la Policía incluso ha detallado que las redes sociales fueron utilizadas aquel día para “incendiar” e impartir directrices de cuándo comenzar a actuar: “Cuando termine de hablar el último orador”, ha asegurado que fue uno de los mensajes para recalcar la perfecta organización de estos grupos que, ha insistido, comenzaron a actuar cuando aún había manifestantes pacíficos en la zona. Para hacer frente a toda esta violencia, ha detallado que la Policía, cuya actuación ha alabado reiteradamente, se vio obligada a utilizar aquel día 174 salvas de fogueo, 126 pelotas de goma y tres botes de humo.

Cosidó ha utilizado su intervención para anunciar una reorganización de las unidades de antidisturbios así como que se iban a suplir las “deficiencias materiales” de éstas con la adquisición por el procedimiento de urgencia de 800 nuevos cascos, escudos más gruesos, más chalecos antitrauma y espinilleras. También ha señalado que su departamento estaba redefiniendo los protocolos de actuación de sus agentes con la Policía Municipal y los bomberos a los que, de modo indirecto, señaló como responsables en gran parte de que un subgrupo de los antidisturbios quedaran aislados y fueran brutalmente agredidos por radicales violentos.

Las explicaciones de Cosidó y, sobre todo, la decisión de limitar la responsabilidad del elevado número de agentes heridos a un solo mando de los antidisturbios no ha gustado en el seno de la Policía. Miguel Ángel Fernández, del Sindicato Unificado de Policía, el mayoritario entre los agentes, aseguraba a 'Vozpópuli' que el relevo del jefe de la I UIP “no es suficiente”. Este representante del SUP ha insistido en que los policías han exigido también el cese del comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, y del máximo responsable de todas los antidisturbios, el comisario José Miguel Ruiz Igurquiza, y que si éstas no se producen “retomaremos las movilizaciones”.

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