Los agentes de la Sección de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional en Madrid trabajan cada día con material sensible que dificilmente es comprensible para la gran mayoría de la sociedad. Pederastas, pedófilos o estafadores son sus objetivos. Sus integrantes tienen incluso que "establecer mecanismos mentales para poder desarrollar su labor" ante las imágenes que tienen que analizar para avanzar en sus investigaciones, según confiesa uno de estos agentes en una entrevista a Vozpópuli.
Esta sección es el primer grupo especializado a nivel territorial que existe en España. Reciben y dan formación tecnológica al resto de plantillas en Madrid. Tanto de distritos como de municipios desde la Jefatura Superior de la capital. Algunos de estos agentes, como es el caso de Jesús, tienen 14 años de experiencia en este tipo de operaciones. Aún se sigue sorprendido con las diligencias que tiene que practicar.
Y es que los pederastas y pedófiles cuentan cada vez con herramientas "más sofisticadas" que tiene un objetivo marcado: "poner trabas a la investigación policial". "Vamos por detrás porque al final descubrimos nuevos elementos con los casos", reconocen estas fuentes. "Estamos en un proceso de formación evaluando nuestras capacidades y aprendiendo gracias al análisis del material que incautamos. Nos da las pautas y los pasos a seguir en un futuro", resaltan.
Esta sección está inmersa en una "innovación continua" con la inquietud constante de aprender. Los delincuentes usan todas sus artimañas para llegar a sus víctimas cambiando su 'modus operandi' para obtener beneficio económico o imágenes sexuales. La labor de estas agentes "no es una actividad laboral sencilla y agradable" con lo que tienen que presenciar o visualizar.
Vídeos "difíciles de asumir"
"Es evidentemente desagradable. Tenemos agentes con una experiencia dilatada que han establecido mecanismos mentales adecuados para llevar adelante las investigaciones. Son capaces de dejar de lado su parte profesional del día a día aunque a veces se hace complicado", reconocen estas fuentes. Porque en muchas ocasiones, "sin lugar a dudas", hay contenidos que son "difíciles de asumir". No obstante, este grupo tiene claro cuál es su objetivo: ir detrás de las personas que desarrollan este tipo de conductas.
La pandemia supuso un auge significativo de la ciberdelincuencia en todo el mundo. Las redes sociales cobraron protagonismo para la comunicación pero también suponen una arma de doble filo: detrás de los perfiles no está la persona que dicen ser. También evolucionan las aplicaciones ya que tienen una finalidad pero pueden ser utilizadas para otras cosas diferentes. Uno de los peligros a los que se enfrentan, en la 'caza' de los pederastas, son los videojuegos. "Son utilizados los chat como fuente de información por parte de potenciales delincuentes cibernéticos y pederastas".
No hay un perfil fijo de pederastas
Los pederastas y pedófilos no tienen un perfil único. La experiencia de estos curtidos agentes les ha permitido dar con casos de gente "muy jóvenes" y con personas adultas. Sí que es cierto que una mayoría abrumadora son hombres. "Nos encontramos intervalos de edad muy amplios". Para llegar a estos criminales, los agentes tienen dos vías: el rastreo de "cualquier fuente de información" o las denuncias de las víctimas.
Precisamente, la última operación de este grupo tuvo su origen en la acusación de una menor que fue a comisaría acompañada de su madre. Manifestó que había descubierto en el teléfono móvil de su hija conversaciones con un individuo que le remitía vídeos de índole sexual. Además, también le solicitaba a ella que le enviase este tipo de imágenes. Tras las pesquisas llevadas a cabo, se logró la identificación y detención de este varón.
Este hombre se hacía pasar por menores de edad. Con esta técnica, que se denomina groomer, el individuo se ganaba la confianza de las chicas, menores de 16 años, y las niñas le pasaban imágenes de contenido sexual. Finalmente la Policía Nacional le detuvo y comprobaron que almacenaba numerosos archivos de contenido pedófilo, habiendo distribuido alguno de ellos a otros usuarios. El análisis del terminal, desveló numerosas conversaciones con diferentes jóvenes que manifestaban abiertamente ser menores de edad, en las que les remitía y solicitaba imágenes de contenido sexual. Incluso les facilitaba instrucciones de cómo debían realizar los vídeos.
11 víctimas del pederasta
Los agentes lograron la identificación de diez víctimas más, todas ellas menores de edad. Por tales hechos, a mediados del mes de febrero, se procedió nuevamente a la detención de este individuo, como presunto responsable de los delitos de prostitución y corrupción de menores, siendo puesto a disposición de la autoridad judicial.
El childgrooming o acoso sexual de menores por internet, es un delito cometido generalmente por adultos. Mediante el uso de internet, principalmente en redes sociales, captan a menores de edad, con la intención de ganarse su confianza y así establecer una relación afectiva. Cuando se afianza esta conexión, comienzan a solicitarles vídeos de contenido sexual o incluso contactos físicos. Una vez obtenidas las imágenes, pueden ser utilizadas para su propio consumo o para distribuirlas a terceros.
La Policía Nacional recomienda para evitar estas suplantaciones limitar el uso de los teléfonos móviles por parte de los menores en sitios íntimos, controlar si los jóvenes tienen cuentas secundarias en redes sociales o advertir estas situaciones cuando los hijos se queden a cargo de terceras personas. "No agregues a personas que no conoces en tus redes sociales y bloquea a las que te hagan sentir incómodo", advierten desde el Cuerpo.
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