Vox irrumpió en las instituciones por primera vez el 2 de diciembre de 2018. Los días previos a las elecciones autonómicas de Andalucía las encuestas más optimistas daban al partido de Abascal un máximo de dos diputados. Para sorpresa de los demoscópicos, el juez Francisco Serrano y su equipo se hicieron con 12 escaños y el Parlamento andaluz se convirtió en la primera conquista de la formación tras concatenar varias derrotas.
La semilla plantada por Vox en el sur del país a finales del año pasado ha germinado en 2019. Fundado en 2013, el partido ha experimentado una auténtica eclosión en los últimos 12 meses hasta convertirse en tercera fuerza política en el Congreso de los Diputados, por delante de las formaciones a las que no hace tanto tiempo se consideraba "emergentes".
Tras la ruptura del bipartidismo y con los proyectos de Ciudadanos y Unidas Podemos ya consolidados en la Cámara Baja, Vox ha ido floreciendo regado por el descontento ante la debilidad de la clase política para alcanzar acuerdos de Estado, las amenazas constantes a la unidad de España por parte del secesionismo catalán, los chantajes del nacionalismo periférico y las desigualdades entre las distintas comunidades autónomas.
Ha crecido también a lomos de su discurso contra la inmigración ilegal, contra el "fracaso" de las autonomías, contra el gasto político excesivo, contra la violencia de género, contra el "supremacismo feminista", contra los supuestos ataques a la familia tradicional, contra la exhumación de Franco y, últimamente, contra el "alarmismo climático" y en defensa de la España agrícola. En definitiva, contra todo lo que Vox denomina "dictadura progre".
28A: logra 24 escaños en el Congreso
28 de abril es la fecha en la que el partido vivió su particular primavera. Ya había conseguido los 12 parlamentarios en la Andalucía de Susana Díaz, pero faltaba saber si este éxito podía ser extrapolable a unas generales. No era la primera vez que Vox concurría a unos comicios a nivel nacional y los resultados anteriores habían dejado mucho que desear. Pero finalmente sacaron 24 escaños.
Las primeras generales donde 'llamaron a la puerta' fueron las del 20 de diciembre de 2015. La formación obtuvo solo un 0,23% de los votos (57.733) y en las de junio de 2016, un 0,2% (46.781). Todavía menos. En ambas ocasiones se presentó Santiago Abascal, presidente del partido desde la salida de Vidal-Quadras. El varapalo fue semejante al experimentado por UPyD. Ambas fuerzas quedaron entonces por detrás de PACMA.
Tres años después de aquel batacazo, Vox logró acaparar 2,6 millones de votantes el 28-A, lo que se tradujo en sus primeros 24 diputados. Un mes después, bajo la amenaza de la desmovilización y el supuesto arrepentimiento de su electorado, el partido se midió en las urnas de las elecciones autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo.
Municipales, autonómicas y europeas
Consiguió diputados de manera decisiva en Madrid (12) y la Región de Murcia (cuatro). Y de manera simbólica lo hizo en Baleares (tres), Aragón (tres), Cantabria (dos), Asturias (dos) y Castilla y León (uno). Se quedó fuera de Extremadura, Navarra, Canarias y Castilla-La Mancha.
Abascal presumió de ser determinante en el 30% de las capitales de provincia, abarcando a Madrid, Zaragoza, Alicante, Ceuta, Melilla, Córdoba, Burgos, Almería, Santander, Badajoz, León, Jaén, Guadalajara, Palencia y Teruel, y también de lograr la mayoría absoluta en cinco ayuntamientos.
Las urnas europeas sí constataron una pérdida de votos con respecto a los 2,3 millones de las generales del 28-A. Lograron 1,3 millones de papeletas. Sin embargo, esta cifra le serviría para irrumpir por primera vez en el Parlamento Europeo con tres eurodiputados. Precisamente las europeas de 2014 fueron las primeras elecciones a las que Vox concurrió como alternativa política.
El antiguo diputado del PP Vidal-Quadras encabezó por aquel entonces la lista después de ser elegido como presidente del partido en primarias y se quedó fuera de la Eurocámara con un 1,57% de los votos (244.929).
La legislatura duró nada y menos. Sus 24 diputados en el Congreso les habían convertido en la quinta fuerza del hemiciclo y participaron en los Plenos desde el gallinero. Era el lugar que PSOE y Podemos habían reservado a los recién llegados. Tras presentar un sinfín de iniciativas parlamentarias, muchas de ellas lideradas por la secretaria del grupo parlamentario, Macarena Olona, las Cortes se disolvieron y estas terminaron decayendo.
10-N: arrasa con 52 diputados
Otras elecciones generales estaban a la vista: las del 10 de noviembre. El partido abogó por echar los restos en la campaña electoral y desplegó a todos sus dirigentes por cada rincón de España. Abascal dio más mítines que nunca e, incluso, se atrevió a mostrar su faceta más personal en 'El Hormiguero', el programa de Atresmedia conducido por Pablo Motos.
Además, tras haber conseguido una notable representación institucional, la Junta Electoral Central ya sí les permitía participar en los debates con el resto de candidatos. Había que aprovecharlo y sacar todo el rédito posible a través de su maquinaria en las redes sociales. Ningún adversario se libró de sus ataques y el PNV terminó situado en el centro de la diana.
Llegó la cita con las urnas y, ahora sí, con el viento a favor de todas las encuestas -salvo la del CIS que hoy pilota José Félix Tezanos-, Vox arrasó con 52 diputados y se erigió como tercera fuerza política del país. En la región de Murcia fue el partido más votado y arrasó en Ceuta, donde propuso levantar un muro de hormigón infranqueable para combatir la inmigración ilegal.
De la nada, pasaron al gallinero en el hemiciclo. Y del gallinero, a llevar la voz cantante. Vox se despide de 2019 ocupando un gran peso en el Congreso de los Diputados y con un representante en la Mesa, el órgano rector.
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