El PSOE empieza a asumir que su otrora secretario de organización José Luis Ábalos no se lo va a poner fácil. En estos momentos se está librando una guerra entre el exministro de Transportes y el número tres del partido, Santos Cerdán. Fuentes de Ferraz reconocen que no se han comunicado con Ábalos para conocer sus planes. Este jueves se vota la amnistía en un pleno extraordinario en el Congreso y el partido no sabe qué votará el político valenciano. Ni tan siquiera si acudirá o no a la Carrera de San Jerónimo. Aunque confían en que no torpedee la línea de Pedro Sánchez. "No sabemos qué va a hacer", sintetizan.
La relación entre el PSOE y Ábalos se ha deteriorado enormemente desde el estallido del caso Koldo. Especialmente desde que el partido, supuestamente por error, difundió sus datos personales cuando notificó a la prensa su expediente de expulsión. Ábalos denunció a Cerdán por ello ante el comité federal de ética y garantías. Y está a la espera de que ese mismo órgano resuelva las alegaciones a su expulsión, que Ferraz remitió pocos días después de que fuera defenestrado públicamente tras un comité federal que le pidió la renuncia al escaño para asumir responsabilidades políticas.
El PSOE sigue defendiendo que Ábalos no se atreverá a mostrar una línea diferente. Y le anticipa una estancia difícil en el Grupo Mixto donde "Podemos se impone con mano de hierro". Los morados, con cuatro diputados, son el partido más numeroso dentro del grupo junto a Coalición Canaria, el BNG y UPN que tienen un diputado cada uno. Según Ferraz, Ábalos se va a enfrentar a una especie de aislamiento. "Podemos querrá el menor trato posible con un apestado político como él", zanjan, pese a la buena relación que los de Pablo Iglesias mantenían con el exministro en el Consejo de Ministros.
Todos sabemos que quien metió a Koldo en Madrid fue SantosFuentes socialistas
Ábalos apunta a Cerdán, entre otros motivos, porque fue el político navarro quien introdujo a Koldo García en su circulo de confianza. Y no comprende por qué tiene que ser él quien pague el plato de su comportamiento. Pero ambos mantienen un tenso pulso entre dos supuestos amigos. "Todos sabemos que quien metió a Koldo en Madrid fue Santos. Pero Koldo se hizo muy amigo de Ábalos. Eso es así", explican fuentes conocedoras del triángulo que tiene en jaque el partido por ser el primer episodio de corrupción de la era Sánchez en Moncloa.
En efecto, cabe recordar que Cerdán fue quien presentó a Koldo y Ábalos. También lo conocía Sánchez. Lo recordó en su libro 'Manual de Resistencia' (Península, 2019) con la protección de los famosos avales. Cerdán había sido concejal de su pueblo, Milagro. Y Koldo, edil en Huarte. Si en Navarra se conoce todo el mundo, el PSN es una familia. Cuando Sánchez se impuso en las primarias, Ábalos y Cerdán entraron directamente al núcleo duro del secretario general. El navarro como subalterno del valenciano –el cargo era coordinador- para controlar un partido roto por la mitad.
Lo cierto es que el ruido empieza a ser cada vez más fuerte. Que Ábalos recale en el Grupo Mixto obedece, en parte, a la incapacidad de Santos Cerdán de llegar con él a un acuerdo fructífero para ambas partes. Es decir, que Ábalos dimitiera para que el partido pudiera salvar la cara y que este lograra una salida honrosa para no terminar su vida política escapando por la puerta de atrás. Fue Santos Cerdán quien estuvo negociando con Ábalos su salida europea después de que el presidente se comprometiera a llevarle en las listas del PSOE al Parlamento Europeo. Pero el estallido del caso Koldo lo hizo saltar todo por los aires. Ahora, el exministro se queda en el Congreso para defender su honor, convencido de que no tiene nada de qué arrepentirse y para obligar a la cúpula de su partido a mirarle a cara.
En el PSOE no salen de su asombro. Lo que ha sucedido con José Luis Ábalos tiene despistado al partido. Se dicen "jodidos", "atónitos", "boquiabiertos". Son muchos los adjetivos que los socialistas utilizan para comentar el pulso. El asunto es grave. Y los críticos de Ferraz ya señalan al gran culpable: Santos Cerdán: "Lleva tres años riendo las gracias a Ábalos. Pues ahí lo tiene; que lo explique ahora", cuenta a este diario una fuente conocedora de los entresijos del primer núcleo de confianza y decisión de Sánchez.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación