El Gobierno vive en un estado de constante tensión. La semana pasada un grupo de ministros socialistas estalló contra el presidente Pedro Sánchez. Le reprocharon estar cediendo ante Podemos y Pablo Iglesias, tal y como publicó en exclusiva Vozpópuli. Ahora, fuentes gubernamentales señalan que en el grupo de los críticos, entre los cuales destacan los de área económica, se ha sumado José Luis Ábalos, ministro de Transporte y hombre fuerte en Ferraz.
Ábalos se une al reproche que otros ministros han dirigido a Sánchez, y que atañe al hecho de que se sienten “ninguneados” por el Presidente ante su equipo de asesores y expertos en comunicación que tiene poderes muy relevantes en la Moncloa.
Otro elemento de tensión corresponde al peso político que va ganando Podemos, y concretamente Pablo Iglesias. Fuentes socialistas y de los morados aseguran que el pacto entre ambos está “blindado”. Prueba de ello es que el propio Sánchez tranquilizó a Iglesias poco después de haber rechazado presiones de grandes empresarios para que se acercara al PP y echara a Podemos del Ejecutivo.
Defensa de los ministros morados
La cercanía de Sánchez con Iglesias se ha ido fortaleciendo durante el estado de alarma. A tal punto que en algunas ocasiones el Presidente ha defendido la actuación de los ministros morados ante las quejas de los socialistas.
Las fuentes consultadas mencionan casos concretos en los que los socialistas tuvieron que arreglar polémicas generadas por las declaraciones "inoportunas o incorrectas" de los ministros de Podemos. Y tras apagar el incendio, recibieron la advertencia de Sánchez de que sus homólogos del partido aliado habían actuado de forma correcta.
Los ministros socialistas se sienten en el ojo del huracán, a veces desamparados, y cuestionan la estrategia de “filtración” de Podemos que aspira a ponerse la medalla de iniciativas trabajadas por el PSOE. Ocurrió con el salario mínimo vital. Pero también con el permiso para los niños. "[Los ministros de Podemos] adelantan medidas que pueden generar titulares positivos, y dejan las malas noticias a los socialistas. Así no puede ser", descargan fuentes ministeriales.
Acabo de hablar con el Ministro Illa tras la reunión de los equipos de la Vicepresidencia Segunda, Sanidad y el equipo de desescalada que coordina la Vicepresidencia cuarta.
— Pablo Iglesias ?{R} (@PabloIglesias) April 21, 2020
Ábalos comparte con ese grupo de ministros la crítica de “no ser escuchados” por el presidente, quien, según varias fuentes, les obliga a tomar decisiones a veces sin siquiera preguntarles su opinión. Esta escalada “autoritaria” de Sánchez se ha incrementado con el estado de alarma.
Frente amplio de ministros
Hasta ahora era conocida la idiosincrasia hacia Podemos de ministerios como los de Economía y Hacienda. A Nadia Calviño y María Jesús Montero se ha añadido José Luis Escrivá, titular de Seguridad Social. La última polémica con Iglesias sobre el salario mínimo vital (con anuncios y desmentidos cruzados), ha “enfadado enormemente” al ministro con más perfil técnico del Gobierno, aseguran fuentes cercanas a él. "Y no es el único", añaden, dejando entender que el frente de ministros críticos con Sánchez es más amplio.
El ministro de Transporte es consciente, además, que en el partido existe un profundo malestar sobre Sánchez. Alcaldes socialistas y presidentes autonómicos se quejan de la falta de comunicación. “Se enteran de las medidas cuando las publican los periódicos”, resumen fuentes conocedoras de estas quejas. Ábalos intentó crear en Ferraz un equipo para mejorar la coordinación, pero Sánchez lo vetó.
La vicepresidenta Carmen Calvo y ahora Ábalos tienen a la vez una relación mejorable con Iván Redondo, el jefe de estrategia de Sánchez y su mano derecha. Redondo lidera el llamado "segundo gabinete" de la Moncloa. Este equipo tiene demasiado poder según los críticos. "Si quieres hablar con Sánchez, tienes que pasar antes por él", resume una fuente socialista. Ábalos sospecha, además, que detrás del celebre Delcygate se encuentre el propio Redondo (a la vez que en Podemos señalaban al ministro como muy debilitado por la polémica).
De la neutralidad a la alianza con Iglesias
"Hemos pasado de Gobiernos de Felipe [González] en los que un ministro era un ministro, con enormes poderes, a Rajoy, que era un vago y dejaba la coordinación a Soraya [Sáenz de Santamaría] como si ella fuera la presidente. Ahora está el Presidente y dos gabinetes, el político y el de Redondo. Además hay tres vicepresidentes, a los que los ministros tienen que responder. Es un esquema que no puede funcionar" detallan las fuentes consultadas.
La creación de ese equipo de asesores al margen del Consejo de Ministros formaba parte de la voluntad de Sánchez de protegerse y consolidarse con un perfil de neutralidad. Sin embargo, Iglesias se ha ido acercando a Redondo, con quien comparte mucho interés por el relato en la política, y ha alejado a los socialistas que no comulgan con él. Los que se sienten más alejados de Redondo y su trabajo enfocado en la propaganda son los perfiles más técnicos. Son ministros interesados en la gestión, que ven cómo Sánchez “se va escorado demasiado” hacia Podemos.
Aun así, en Podemos no bajan la guardia. Sánchez puede cambiar de guión de un día para otro, más aún ante una economía que sufrirá un shock enorme por el coronavirus. La comisión en el Congreso para la “reconstrucción” en la que el PSOE buscará el apoyo del PP es considerada como inevitable, aunque preocupa. El acercamiento va en serio, si bien será sobre medidas puntuales. Podemos tenía una lectura crítica sobre los pactos de la Moncloa, pero ahora espera poder controlar el nuevo tablero. La alianza con Sánchez sigue blindada, confían, con socialistas críticos o sin ellos.
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