El PSM vivió ayer un nuevo episodio de acercamiento al sanchismo. Esta vez, y para variar de sus actuaciones en las últimas semanas, de carácter más institucional y con Óscar López de por medio, lo hizo en la Asamblea de Madrid. El grupo parlamentario socialista, en pleno proceso de reorganización y asunción de la nueva estrategia política impuesta por Ferraz, abandonó la comisión de investigación sobre Begoña Gómez y la UCM.
El anuncio lo hizo la diputada socialista Marta Bernardo, que es quien ha representado al PSM a lo largo de los cuatro meses que llevaba en marcha la comisión. Una diputada, Bernardo, perteneciente al núcleo duro de Juan Lobato, ex secretario general, y que también ha sido apartada de la primera línea tras el Congreso Regional de hace diez días.
"El Grupo Parlamentario Socialista ha decidido abandonar la Comisión de Investigación sobre programas de cátedras y postgrados de la Universidad Complutense de Madrid y empresas financiadoras, impulsada por la derecha y la ultraderecha. Desde el primer momento, esta comisión ha sido utilizada como un circo político cuyo único objetivo es hacer daño por hacer daño, sin ningún interés real en la transparencia o la investigación", explicaron ayer fuentes del PSM.
Aunque el anuncio, al que llegaron de mutuo acuerdo con Más Madrid, hace hincapié en combatir la "persecución política sin fundamento" de "derecha y ultraderecha", no es más que la constatación de que el PSM ya no es el partido dialogante y que abordaba todos los asuntos con prisma de acción.
Las escasas líneas de comunicación que había entre PSM y PP han desaparecido, y la 'guerra' de los socialistas contra Sol es absoluta. Buena culpa de ello la tiene Óscar López, nuevo mandamás en la calle del Buen Suceso. El ministro de Transformación Digital, en sintonía con Moncloa, ha instaurado la línea dura en todos los frentes.
Para muestra, el nombramiento de Mar Espinar como portavoz en la Asamblea de Madrid. Una diputada 'lobatista' a la que han reconvertido en el ariete dialéctico contra el Ejecutivo regional en los plenos asamblearios de cada jueves. Una mujer dura, de buen verbo, y sin temor a expresarse en términos alejados de ese buenismo del que hacía gala la anterior dirección.
Óscar López está consiguiendo moldear el grupo parlamentario a su antojo sin tener escaño ni posibilidad de ello hasta mayo de 2027, fecha de celebración de las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid. Pinceladas de un cambio de rumbo consensuado desde Ferraz, y al que están obligando a adoptar, a marchas forzadas, al PSM. El objetivo no es otro que Sol, y de paso dejar atrás a Más Madrid en su deslavazada labor de oposición.
Duelo de ministros contra Ayuso
Pocas veces en la historia de nuestro país la presidenta de una región ha tenido a dos ministros haciendo labores de oposición contra su mandato. Si Óscar López, ministro de Transformación Digital, tiene tras de sí al aparato mediático que conlleva formar parte del Gobierno central, Mónica García no es menos.
Aunque abandonó su puesto de portavoz en la Asamblea para centrarse en el Ministerio, la realidad es que García ha sido y sigue siendo la líder única e indiscutible del partido. Se ha visto en escándalos como el 'caso Errejón', donde ha tenido que dar la cara ante los medios junto a Rita Maestre y Manuela Bergerot.
Sin Mónica, y con lo sucedido con la no dimisión de Loreto Arenillas, la percepción es de que Más Madrid ha retrocedido unos pasos en sus ambiciones políticas. Esa falta de 'pegada', sumada al aterrizaje de Óscar López en el PSM, que está día sí y día también en los medios arremetiendo contra Isabel Díaz Ayuso, ha hecho cambiar la hoja de ruta de Mónica García.
Por ello, Mónica García ha decidido retomar su crítica política contra Ayuso y sus acciones de Gobierno, dejándose ver en temas tan ajenos a su cometido en Sanidad como la manifestación del pasado domingo por la vivienda en Madrid. Ayer mismo, hizo unas declaraciones en la Asamblea de Madrid junto a Bergerot en "defensa de la sanidad pública y la vivienda".
