Esquerra Republicana vuelve a la carga contra la Casa Real, y exige en el Congreso de los Diputados una auditoría a sus cuentas y mayor transparencia en el gasto. Una transparencia que brilla por su ausencia en el caso de Pedro Sánchez, que, por ejemplo, no hace públicos los regalos que recibe, al contrario que el Rey. En cualquier caso, en cuestión de gasto, los independentistas catalanes poco tienen que objetar sobre el coste de la Corona española, muy alejado de lo que la Generalitat destina a sus 'embajadas' y política exterior. La acción exterior de Cataluña cuesta 11 veces más que todo el presupuesto de Casa Real, pese a las labores de Jefatura de Estado que ejerce.
Los presupuestos catalanes para este 2024, prorrogados los de 2023 al ser incapaz Pere Aragonés de recabar apoyos suficientes, destinan un total de 98.609.487 euros para su Servicio de acción exterior. En cambio, el presupuesto de Casa Real para este año apenas es de 8.431.000 de euros, 11 veces menos. Además, en los últimos años, el presupuesto de la Corona no ha sufrido variaciones desde 2021, mientras que el presupuesto de la Generalitat para política exterior no ha dejado de crecer.
En 2023, sin ir más lejos, el presupuesto catalán para política exterior creció un 17%, superando los 105 millones. Algo de lo que se jactaba públicamente el Govern de Pere Aragonés. "Hemos vuelto a poner la acción exterior en las prioridades del Govern con un presupuesto récord, y este es sólo el punto de partida para seguir adelante", apuntaba entonces la consellera de Acción Exterior y Unión Europea, Meritxell Serret.
En los presupuestos para 2024, el Gobierno catalán prevé destinar 42,7 millones a cooperación al desarrollo y 57,1 millones a la Secretaría de Acción Exterior. En este último capítulo es en el que se encuentran las 'embajadas', que ya suman 21 en todo el mundo.
El Gobierno catalán cuenta con delegaciones de Gobierno en: Bruselas, África Meridional (Sudáfrica), África Ocidental (Senegal), Alemania, Andorra, Brasil, Cono Sur (Argentina), Corea del Sur, Estados Unidos y Canadá, Estados Andinos (Colombia), Europa Central (Austria), Francia, Italia, Japón, México y Centroamérica, Norte de África (Túnez), Países Nórdicos y Países Bálticos (Suecia), Portugal, Reino Unido e Irlanda, Sudeste de Europa (Croacia) y Suiza.
A las 'embajadas catalanas' habría que sumar el coste de otras instituciones que forman parte de la Acción Exterior del Govern y que están repartidas por todo el globo; Oficina de la Agencia Catalana del Turismo; Oficina de la Agencia para la Competitividad de la Empresa; Oficina del Instituto Catalán de las Empresas Culturales; Oficina del Instituto Ramón Llull; y la Oficina de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo.
El coste de estas oficinas es de 10,8 millones de euros, según los presupuestos prorrogados. Una cantidad que por sí sola supera ya en dos millones a lo destinado a Casa Real. El partido de Gabriel Rufián, no obstante, ha registrado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados en la que insta al Gobierno de Sánchez a elaborar, en el plazo de tres meses, "una auditoría de todos los gastos atribuibles a cualesquiera de los departamentos del Gobierno y/o instituciones y que son destinados a los miembros de la Casa Real y de la Familia Real".
Cabe recordar que la Evaluación de los Órganos Constitucionales y de Relevancia Constitucional, realizado por el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) calificó con un 100 sobre 100 a la monarquía en el examen de transparencia.
Gasto en asesores y altos cargos
No podemos olvidar que la Acción Exterior de Cataluña, cuyos representantes independentistas buscan ahora un trato de favor en la financiación autonómica, también supone un apartado extenso de gastos en altos cargos y asesores. En concreto, la Generalitat se gastará 1,5 millones en el salario de sus altos cargos en el exterior, y el presupuesto para asesores supera los 624.000. En los funcionarios que prestan este servicio, Cataluña gasta casi 10 millones de euros (9,7 millones).
Excluyendo el gasto en cooperación, el Gobierno catalán no ha dejado de aumentar el gasto en Acción Exterior bajo la batuta de los independentistas. Según los datos del Govern, en 2015, con Artur Mas al frente de la Generalitat, Cataluña gastó 19 millones de euros en su política exterior. En 2017, con Carles Puigdemont todavía como presidente, este creció hasta los 28,9 millones. Tres años después, en 2020 cuando Quim Torra y Pere Aragonès compartían Ejecutivo, ascendió a 40 millones y ya se sitúa en los 42,7 millones.
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