Las revelaciones sobre la 'agenda secreta' de la vicepresidenta del Gobierno han provocado una airada reacción en el PP catalán. Su líder, Xavier García Albiol, desmintió tajantemente este lunes tal posibilidad: "El Gobierno ni ha mantenido ni mantiene reuniones secretas".
La tormenta estalló en vísperas de una nueva visita a Barcelona de Soraya Sáenz de Santamaría a Barcelona. Este lunes ha asistido a dos actos sociales, uno en el Liceo, con la Reina doña Sofía y otro, en una entrega de premios de 'El Periódico'. Su hombre de confianza, Enric Millo, habló de 'contactos discretos a todos los niveles' para buscar un camino de salida. La Generalitat desmitió tales entrevistas. El Gobierno de Madrid guarda silencio. El PSOE, por boca del presidente de la Gestora, Javier Fernández, reconoció no saber nada.
Ha sido el PP catalán, desplazado y casi ignorado desde el arranque de la denominada 'operación diálogo', quien ha mostrado su enorme malestar con las declaraciones de Millo. "Nuestras propuestas nunca son secretas", dijo Albiol, quien no disimuló su escasa simpatía hacia la estrategia que desarrolla la vicepresidenta en Cataluña desde hace unos meses.
Albiol tiene que hacer frente, dentro de unas semanas, a un congreso regional en el que se presenta como canddato único para relevar a Alicia Sánchez-Camacho en la presidencia. De ahí su airada reacción a las noticias sobre los pasos secretos de la vicepresidenta. Los 'populares' catalanes se sienten ninguneados por Madrid, lo que favorece a Ciudadanos, de acuerdo con fuentes próximas a Albiol.
Un despacho modesto e invisible
Sáenz de Santamaría mantiene una intensa agenda en sus desplazamientos a Barcelona, donde tiene un modesto despacho en la delegación de Gobierno. Empresarios y políticos han desfilado por ese recinto. Miquel Iceta, del PSC e Inés Arrimadas, de Ciudadanos, lo huicieron con luz y taquígrafos. Jaume Collboni, concejal del Ayuntamiento barcelonés, lo hizo con más sigilo. Habrá también algún cara a cara con dirigentes municipales, como la propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Ni rastro de dirigentes de la Generalitat. Santamaría tan sólo se vio en su momento con Oriol Junqueras, vicepresidente y líder de ERC. No ha habido más.Está pendietne la entrevista de Rajoy con Puigdemont, aún sin fecha, aunque el presidente del Ejecutivo catalán insiste en la necesidad de que se efectúe cuanto antes. Rajoy no pone más condiciones que dejar al margen el asunto del referéndum, eje de toda la acción poñítica de los secesionistas catalanes.
El empeño por parte de los independentistas de mantener el pie la convocatoria de una consulta para arrancar el 'proceso de desconexión' ha enrarecido las relaciones entre Moncloa y la Generalitat. La vía del diálogo apenas ha dado muestras de avanzar, pese al empeño y la dedicación desplegada por la vicepresidenta.
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