Casi la mitad de los usuarios de Muface podrían quedarse sin su proveedor sanitario el próximo año. La mutualidad de los funcionarios pasa por momentos agónicos por una falta de financiación a la que se suma la inflación y una mayor demanda de servicios sanitarios, lo que provoca que las aseguradoras estén generando pérdidas por seguir en el modelo. Dos de las aseguradoras privadas de las tres que proveen de asistencia en Muface, Adeslas y DKV, amenazan con abandonar la mutualidad según confirman fuentes del sector a Vozpópuli.
Su marcha supondría un golpe de KO para Muface, dado el enorme volumen de usuarios a los que proveen servicios sanitarios dentro de la mutualidad. Segurcaixa Adeslas atiende al 33,13% del colectivo funcionarial, un total 496.950 personas de los 1.5 millones a los que Muface presta asistencia. DKV, por su parte, atiende al 13,17% de mutualistas, lo que supone más de 200.000 personas. Ambas aseguradores están ofreciendo asistencia sanitaria a 702.450 funcionarios, el 46% de todos los que componen Muface. En términos globales, el 70% de los funcionarios eligen asistencia sanitaria privada en el marco del modelo, y solo el 30% la asistencia pública.
"Si las cosas siguen como están tendremos que salirnos. No tenemos una cifra concreta de cuánto tendrían que aumentar las primas, pero es necesaria una revisión del sistema en su conjunto: que el gasto sanitario público y el privado estén equilibrados", señalan fuentes del sector.
"Un modelo insostenible"
"El gasto crece en las comunidades autónomas mientras que la financiación en Muface es la mitad- Es un modelo insostenible en estos términos", explican. Para comprender la agonía de Muface es necesario conocer cómo funciona el modelo. Las aseguradoras privadas firman un convenio con la Secretaría de Estado de Función Pública -dependiente del Ministerio de José Luis Escrivá- donde se establecen las primas que reciben por la atención. El concierto sanitario con el que funciona actualmente la mutualidad se firmó en diciembre de 2021, antes de que estallase la Guerra de Ucrania y la consiguiente inflación.
400 millones de pérdidas
Fuentes del sector asegurador indican que en estos tres años, Adeslas, Asisa y DKV acumulan pérdidas de en torno a 400 millones de euros. Una situación que ha llevado a Adeslas y DKV a poner un ultimátum sobre la mesa: o se financia bien el concierto o no seguirán en Muface. "Nos gustaría seguir, pero en estas circunstancias no es posible".
No hay negociaciones entre el Ejecutivo y las aseguradoras, ya que deberá ser el Ministerio de Escrivá el que haga una propuesta inicial.
Desde Asisa, que atiende al 23% de los mutualistas, mantienen la esperanza de que la solución se solvente en el próximo convenio, aunque reconocen la necesidad de hacer unas cuantas modificaciones: "Asisa mantiene su compromiso con el mutualismo administrativo desde la puesta en marcha del modelo. Los próximos meses serán decisivos para afrontar los retos a los que se enfrenta el modelo, corregir sus desequilibrios y garantizar su estabilidad en el futuro. Entre esos retos se encuentra la necesidad de adecuar su financiación al incremento de los costes que provoca el envejecimiento paulatino de sus beneficiarios, la ampliación de su cartera de servicios y la introducción de tecnología; mejorar su gobernanza; y garantizar su sostenibilidad financiera a largo plazo".
Hospitales privados que amenazan con salir de Muface
Las aseguradoras no son el único frente para el futuro de Muface. A los hospitales privados, que ofrecen sus servicios para las aseguradoras, tampoco les está saliendo rentable permanecer en el modelo. La patronal de la sanidad privada (ASPE) apuntó en un reciente comunicado que las aseguradoras trasladan el 50% de la ya de por sí exigua prima que paga Muface a los hospitales y centros sanitarios.
"Las tarifas de remuneración a los hospitales privados para pacientes mutualistas son un 10% inferiores de media respecto a la prestación médica a cualquier otro asegurado. Con el aumento de costes directos de los últimos años, la prestación al mutualismo resulta deficitaria para muchos hospitales, tanto por el incremento de la edad media de los mutualistas como de la frecuentación", señalan desde ASPE.
Los grupos hospitalarios privados advierten que "de no incrementarse la financiación de forma adecuada, muchos centros hospitalarios se verían obligados a dejar de ofrecer este servicio por no cubrirse costes".
Ahorro a las arcas públicas
El modelo Muface ahorra a las arcas públicas cerca de 800 millones de euros según los estudios realizados por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). Sin las aseguradoras que dan atención a los funcionarios, el coste de su asistencia sanitaria pasaría de los 2.230 millones de euros a los 3.030 millones. Esto ocurre porque la sanidad privada, más eficiente que la pública, ofrece los mismos servicios a mejor precio.
De la misma manera, su marcha sobrecargaría todavía más la sanidad pública. El IDIS calcula que la desaparición de Muface implicaría sumar 1,7 millones de personas a la seguridad social, lo que aumentaría la lista de espera 30 días más. En estos momentos, un español espera de media 128 días para ser operado.
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