El líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid y próximo vicepresidente del Ejecutivo autonómico, Ignacio Aguado, aprovechó la inesperada dimisión del portavoz económico de su partido, Toni Roldán, a finales de junio para descartar una consejería que había peleado desde el inicio -Hacienda- a cambio de ser el portavoz del Gobierno madrileño.
Fue la decisión más controvertida de su negociación final con Isabel Díaz Ayuso, según coinciden fuentes del PP y Cs, y provocó que los populares se quedasen con el 70% del presupuesto regional, que asciende a unos 20.000 millones de euros, a pesar de que el reparto de carteras es casi paritario -7 para el PP frente a 6 de Cs-.
Tras las elecciones autonómicas del 26-M, el entonces secretario de Programas de Cs, el citado Toni Roldán, emplazó a Aguado a exigir el área de Hacienda para los naranjas. Era un hecho novedoso ya que hasta ese momento, tanto en Andalucía, como en Castilla y León o Murcia, esa consejería nunca ha sido un caballo de batalla en las negociaciones con el PP y siempre ha caído en manos de los populares con el argumento de que quién tiene la Presidencia debe ostentar también Hacienda.
Pero Madrid iba a ser diferente, según las citadas fuentes. Aguado expuso de inicio a Díaz Ayuso que su partido quería Hacienda a toda costa para tener un asiento en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que reúne periódicamente al ministro del ramo con los consejeros autonómicos y, de esta forma, poder influir en este órgano de coordinación entre el Ejecutivo central y las autonomías.
La estrategia negociadora de Aguado cambió con la dimisión de Roldán el 24 de junio. De ahí al 7 de julio, cuando PP y Cs anunciaron su pacto de 155 medidas para un Gobierno de coalición en Madrid, el portavoz de Cs en Madrid pasó de reclamar Hacienda como línea roja infranqueable a preferir añadir la Portavocía del Ejecutivo regional a su cargo de vicepresidente.
Una controvertida portavocía
El puesto de portavoz es controvertido porque el PP no renuncia -tanto en Madrid como en CyL o Murcia- a que sus presidentes den ruedas de prensa, lo que puede dejar ese puesto con escaso lucimiento o sólo para dar la cara en los momentos difíciles. Las citadas fuentes recuerdan el caso de Cristina Cifuentes, quien solía acompañar a menudo a su portavoz en las ruedas de prensa posteriores a las reuniones del Ejecutivo madrileño cuando así lo creía conveniente.
El movimiento de Aguado permitió a Ciudadanos quedarse con la Consejería de Economía, pero apenas tiene competencias más allá de las políticas activas de empleo que ahora se han puesto de moda por culpa de Podemos. Y mientras para Hacienda había un dirigente naranja cualificado para encabezarla, caso de Francisco de la Torre, en el caso de Economía no hay ningún economista de postín dentro del equipo de Aguado, por lo que este último se inclina por entregar ese departamento a un independiente.
"Del presupuesto de las Consejerías, entre ellas Hacienda, el 70% del presupuesto le corresponde al PP. Y además, se llevó la Presidencia (en la figura de Isabel Díaz Ayuso). Claramente está desequilibrado", admite a Vozpópuli una fuente crítica dentro de Ciudadanos con la forma en la que se llevó la negociación.
Es más, Hacienda controla la caja de gasto de todos los departamentos y las empresas públicas cuelgan de ella, así que el margen de maniobra de Cs será limitado por mucho que Aguado cerrase con Díaz Ayuso la incorporación de un viceconsejero naranja en esta estratégica consejería.
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