La fractura social en Cataluña con episodios violentos como el de las cruces amarillas en la playa de Canet de Mar ha puesto en alerta a las autoridades por la cercanía del Mundial de fútbol. El torneo comienza el 14 de junio y diversas plataformas, con el apoyo de Ciudadanos y el PP, reclaman pantallas gigantes en espacios públicos para seguir los partidos de la selección española. Los municipios están en alerta ante una tensión creciente que hace temer por disturbios puntuales si los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) boicotean la instalación de pantallas en la calle. Los CDR han llamado a una "movilización permanente contra el Estado". Los catalanes que quieren seguir el Mundial responden que el fútbol no es un acto político.
Barcelona, Lérida, Gerona y localidades como Cornellá o Tarrasa se están movilizando para ver y animar a España. Otras localidades podrían sumarse a medida que avance la competición. Como ya ocurrió en la Eurocopa del 2016, la duda está en Barcelona. La plataforma Barcelona con la selección presentó la solicitud a principios de mayo. El Ayuntamiento de Ada Colau no se ha cerrado en banda, como hizo hace dos años, pero sugire que las pantallas se instalen en un recinto cerrado y sólo para una hipotética semifinal y la final. La comisionada de Deportes del Ayuntamiento Marta Carranza señaló hace unos días que el espacio debe reunir las condiciones de seguridad y asegurar el respeto y la convivencia.
"No somos animales"
Manel Hernández es el secretario general de Barcelona con la selección. La plataforma rechaza encerrarse. “No somos animales”, dice en conversación con Vózpopuli. Hernández mantiene su propuesta de ver todo el Mundial en espacios públicos al aire libre, desde el primer partido contra Portugal el 15 junio, hasta donde llegue la selección nacional.
“Nos preocupa la seguridad, pero esto no es un acto político”, afirma. “Es un partido de fútbol. Nadie tiene por qué venir a buscar follón”.
Hernández explica que una de las razones para hacerlo de acuerdo con el Ayuntamiento es precisamente mejorar la coordinación de seguridad con los Mossos y la Guardia Urbana. La plataforma ha evolucionado desde su nacimiento hace tres años. La instancia que ha presentado al Ayuntamiento propone varios espacios públicos, ninguno céntrico, avalados por el informe de un ingeniero. Mientras que las pantallas y la gestión corren a cargo de una empresa de producción especializada en eventos al aire libre.
Si no hay un acuerdo con Colau, instarán las pantallas de todas formas. Lo hicieron en 2016, asumiendo después la multa que les impuso el Ayuntamiento de la ciudad. “Tenemos preparadas muchas cosas y yo creo que será espectacular”, explica. “Está pensado para que la gente joven y las familias vengan a disfrutar”.
Inseguridad como excusa
Fuentes municipales de Ciudadanos admiten que la situación de fractura social en Cataluña es real, pero confían en que Colau no juegue la baza de la seguridad para rechazar las pantallas. "Tenemos que seguir presionando para que se concrete algo", dicen estas fuentes. "Nosotros queríamos un espacio abierto como se había hecho en alguna otra ocasión para disfrutar de los partidos".
Hernández está convencido de que más catalanes se movilizarán en sus municipios en cuanto empiece la competición. Sobre el resto de ciudades, asegura que en Lérida, gobernada por el PSC, está muy cerca de anunciarse un lugar para ver los partidos. “Aquí no se trata de provocar a nadie. No es política”, dice. “Es solo fútbol”.
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