Política

La alianza entre Sánchez e Iglesias amenaza el futuro de Calvo en el Gobierno

El presidente ha perdido la paciencia con su vicepresidenta primera, que ha quedado muy debilitada en el seno de la coalición, según fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo 

¿Está el futuro de Carmen Calvo en el Gobierno en entredicho? El entorno de Pedro Sánchez cree que el jefe del Gobierno ha perdido la paciencia con su vicepresidenta primera. Sánchez ha tomado partido por Pablo Iglesias en el choque entre Calvo y Unidas Podemos por la ley del consentimiento sexual. La posición de la vicepresidenta ha quedado muy debilitada en el seno de la coalición y compromete su futuro inmediato en el Consejo de Ministros.

Calvo ha liderado estos días la voz del PSOE en materia de igualdad. La vicepresidenta ha participado en numerosas jornadas y eventos sectoriales de partido. Y el sábado acudirá al acto institucional del Día Internacional de la Mujer que organiza el Gobierno Castilla-La Mancha. La relación entre Calvo y el presidente regional Emiliano García Page no es precisamente idílica.

Fuentes del Ejecutivo autonómico dicen que la presencia de Calvo se cerró antes de la polémica con Iglesias. Pero es significativo que la vicepresidenta busque ahora el refugio del barón más abiertamente crítico con Sánchez y al que puso de vuelta y media hace solo algunas semanas

Iglesias contra Calvo

En el PSOE creen que la relación de Calvo y Sánchez no es tan mala. Y que es Iglesias el que está poniendo al presidente en contra de su número dos. El vicepresidente segundo no perdona a Calvo la negociación de la investidura fallida del pasado verano. Podemos definió lo ocurrido como una "humillación".

Después de la repetición electoral del 10 de noviembre, Sánchez e Iglesias manejaron las negociaciones en primera persona y con apenas un puñado de interlocutores de por medio, entre los que no estaba Calvo.

La ley del sí es sí ha resucitado el desencuentro de julio y lo ha elevado a categoría de enfrentamiento directo. Podemos entiende que Calvo decidió incumplir lo pactado sin encomendarse a nada, ni a nadie. Y que además lo hizo de mala manera, sugiriendo en los medios de comunicación que la ley de la ministra de Igualdad, Irene Montero, era una chapuza.

El vicepresidente segundo no perdona a Calvo la negociación de la investidura fallida del pasado verano. Podemos definió lo ocurrido como una "humillación"

El partido morado asegura que no es un problema ideológico, sino de ego. En lo esencial, dicen, los dos partidos están de acuerdo. Pero recuerdan que el Gobierno PSOE-Podemos se sustenta en una acuerdo negro sobre blanco que ambas partes se han comprometido a cumplir. Ese pacto decía que la ley de Montero se presentaría en la semana del 8-M. Y así ha ocurrido.

Calvo, desautorizada

La intervención directa de Sánchez ha sido decisiva para que la norma llegase al Consejo de Ministros en los plazos previstos. Hay sectores del PSOE que piensan que Sánchez y Calvo están jugando al poli bueno, poli malo con Podemos. Pero en Moncloa sospechan que el presidente está más cabreado que nunca con su vicepresidenta, a la que abroncó en el Consejo de Ministros, tal y como desveló este diario. 

Otro de los factores que juegan en contra de Calvo es el director de Gabinete de Presidencia, Iván Redondo. Los choques entre el asesor de Sánchez y la vicepresidenta han sido frecuentes desde la pasada legislatura. Y Redondo, al igual que su jefe, mantiene una excelente sintonía personal y política con el equipo de Iglesias.

La lealtad y la comunicación que existe entre Sánchez e Iglesias en este momento han sorprendido a algunos de los colaboradores más cercanos de ambos dirigentes. También a Calvo, que se siente desplazada y desautorizada. Su entorno asegura que Sánchez escucha demasiado a Podemos.

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