José Luis Martínez-Almeida ha presentado este lunes las 200 medidas antipolución para mejorar la calidad del aire de Madrid. Minutos antes de que lo haya hecho, se ha conocido que el alcalde de Madrid encargó a la empresa Deloitte una auditoría para perfilar su plan alternativo a Madrid Central.
El Ayuntamiento adjudicó el 26 de julio un contrato menor relacionado con este plan. “Asistencia técnica para la elaboración de la estrategia de reducción de emisiones de la ciudad de Madrid”, rezaba la convocatoria que contaba con una partida de 17.908 euros (IVA incluido).
Una elevada cantidad, ya que al tratarse de 18.000 euros (IVA incluido) ya no es un contrato menor; y por tanto, no puede asignarse sin concurso público. Ese contrato, que obtuvo la consultora Deloitte, se licitó tras el fiasco de la moratoria municipal de julio a la zona de bajas emisiones. según publica 'El País'.
El contrato menor relacionado con la estrategia anticontaminación se adjudicó el 26 de julio. Según se especifica en la convocatoria, contaba con un plazo de ejecución de dos meses; hasta el pasado viernes. Justo a tiempo para que el Ayuntamiento presentase este lunes su plan alternativo a Madrid Central. “Se ha pedido información a Deloitte”, confirman desde el Área de Movilidad y Medioambiente, “pero también se ha contado con trabajo interno del Ayuntamiento y basándose en el Plan A”. “El grueso se ha hecho desde el área; el contrato de Deloitte no es la base del nuevo plan, la base son los profesionales municipales”, agregaron.
“Nadie sabe nada. No nos han consultado”. Fuentes cercanas al Área de Movilidad y Medioambiente describen como “un absoluto misterio” el plan que presenta este lunes Almeida. Además, las afirmaciones del Ayuntamiento chocan con el hecho de que no se ha convocado la comisión técnica de calidad del aire ni realizado una ponencia sobre el nuevo plan. La comisión está obligada por ley a tener “conocimiento de estrategias, planes y protocolos” relacionados con la calidad del aire. También a “realizar un seguimiento” de la misma.
“Un informe sobre movilidad requiere que se realicen modelos de futuro”, explica Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace. “Hay que estimar como afectarán los cambios a los patrones actuales de movilidad”. Es decir, introducir datos de tráfico y de polución y pronosticar su comportamiento aplicando diferentes supuestos. “También habría que estudiar el impacto de las medidas en la reducción de emisiones”, agrega Fernández.
Los estudios previos a Madrid Central “incluyeron una modelización que concluyó que se reducirían el tráfico y las emisiones dentro y fuera del distrito Centro”, apunta Álvaro Fernández Heredia, exgerente de la Empresa Municipal de Transporte (EMT). Las proyecciones se cumplieron.
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