El nihilismo toma asiento en Estrasburgo. Alvise Pérez alcanza categoría de establishment al conseguir suficiente apoyo en las urnas para entrar en el Parlamento Europeo con hasta 3 eurodiputados. Lo hace sin un programa político claro, con un discurso populista en contra de la corrupción que se ha hecho fuerte en las redes sociales tras muchos años de tuits y mensajes en Telegram. Hasta la fecha, Alvise Pérez (de nombre real Luis Pérez) se ha ganado la vida atacando a la clase política y va a acabar formando parte de ella.
Sus esfuerzos, sin embargo, siguen dedicados a erigirse en emblema de la antipolítica. Su formación, 'Se acabó la fiesta', ha seguido el recuento electoral desde una conocida discoteca de Madrid, Cats. Cualquier cosa con tal de distinguirse de los partidos políticos clásicos. Una retórica que le ha servido para igualar a los eurodiputados que ha conseguido Sumar, la formación liderada por Yolanda Díaz, que pierde apoyos en cada cita electoral.
El voto de Alvise es el de los españoles descontentos, el del compatriota que despotrica contra una clase política "vividora" y alejada de las miserias del común de los ciudadanos. Esta ola de protesta y malestar ha tenido en los últimos años como vía de escape las redes sociales. Un lugar donde Alvise Pérez ha sabido moverse como cochino en el fango, canalizando el odio de la clase popular contra las instituciones políticas.
En realidad, lo de Alvise Pérez no es tan novedoso. El discurso antipolítico, contra "la casta" y la "vieja política" ha sido vociferada por no pocos representantes en España y Europa. "Nos tacharán de radicales pero somos gente positiva, somos patriotas llenos de ilusión", ha señalado Alvise Pérez en su discurso de valoración de los resultados obtenidos. "España se ha convertido en la fiesta de los criminales... Los tomates del campo necesitan más papeles para salir del huerto que un inmigrante ilegal para entrar a este país", ha añadido.
El no-programa de Alvise
Una de las propuestas estrellas del no-programa -no ha sido publicado en la web del partido- de Alvise es "sortear el 100% de su sueldo" como eurodiputado entre los lectores de la newsletter. También quiere destinar los recursos de Bruselas a combatir el "sistema criminal".
Y es que el núcleo de su discurso consiste en combatir a través de la justicia los casos de corrupción política. Quiere reducir la influencia de los partidos políticos tradicionales y hasta convocar un referéndum para plantear la salida de España de la Unión Europea.
También aboga por recortar al máximo la Administración pública, su burocracia y falta de eficacia. Muchos de estos mensajes coinciden con consignas propias del 15M y otros momentos de indignación ciudadana.
El líder de 'Se acabó la fiesta' no tiene intención de vivir en Bruselas, ya que considera Bélgica "un país fallido donde sólo hay islamistas, inseguridad y violaciones".
El peregrinaje político de Alvise Pérez
Estudió Ciencias Políticas sin llegar a culminar sus estudios. En sus tiempos universitarios militó en Unión Progreso y Democracia (UPyD). El hundimiento del partido de Rosa Díez llevó a Alvise a unirse a Ciudadanos, donde llegó a ser jefe de gabinete de las Cortes Valencianas y asesor de Toni Cantó.
El de Alvise es un peregrinaje político contra la política. Tras el fracaso electoral de CS en 2019 pasa a ser un activista de redes sociales, no sin dejar de intentar acceder a otra marca política. El acercamiento con Vox fracasó, y fuentes de Génova confirman que también llamó a la puerta del Partido Popular.
Así se ve Alvise en 2031
En entrevista con Vozpópuli, Alvise Pérez habló de dónde se vería en diez años. No mencionó montar un partido político ni presentarse a las elecciones europeas, pero sí tener "mayor paz de espíritu": "Espero tener una mayor paz de espíritu y dejar de publicar cosas malas contra los malos para pasar a hacer cosas buenas para los buenos. Estar siempre yendo contra mafiosos, traficantes de influencias y expertos en cohecho y prevaricación termina agotándote espiritualmente".