Anna Gabriel está cada vez más integrada en las reivindicaciones del pueblo suizo. La ex diputada de la CUP, que se fugó al país helvético a finales de febrero, se ha trasladado a la ciudad de Berna para participar en una manifestación contra la desigualdad salarial entre hombres y mujeres.
Según ha podido saber este diario, la exdirigente anticapitalista desfiló -pañoleta rosa al cuello- por las calles de la capital de Suiza el pasado 22 de septiembre con motivo de la marcha nacional en favor de la igualdad en las remuneraciones y contra la discriminación.
Pese a que no ha trascendido aún si dispone de un contrato de trabajo ni si se ha matriculado en la Universidad de Ginebra para realizar un doctorado tal y como aseguró su madre recientemente, Gabriel goza de un permiso de residencia que dura hasta cinco años y que se extiende a personas con una relación laboral indefinida. Lo consiguió en un tiempo récord.
Aunque la igualdad salarial está consagrada en la Constitución suiza desde hace 37 años, las retribuciones siguen siendo menores en el caso de las mujeres, así como el acceso a los puestos directivos, por lo que la ex diputada de la CUP decidió sumarse a la movilización 'Enough', a la que acudieron 20.000 personas, según las cifras aportadas por las entidades sociales organizadoras como el sindicato Unia.
En pleno debate del Consejo Nacional en torno a la revisión de la Ley sobre la Igualdad, los manifestantes suizos, junto a su nueva vecina Gabriel, exigen que el país helvético imponga instrumentos efectivos como controles salariales obligatorios, un ajuste a los salarios discriminatorios de las mujeres y multas disuasivas en caso de que las empresas no respeten la igualdad salarial.
Tras la manifestación, la exdirigente antisistema volvió en tren a Ginebra, su lugar de residencia y, según un estudio del banco UBS, una de las ciudades más caras del mundo, por delante incluso de Nueva York. En promedio, los gastos en un hogar suizo son un 60% más altos que la media en la Unión Europea, por lo que saber cómo se costea la vida Gabriel continúa siendo un enigma.
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