Política

El plan anti-Borgen de Ciudadanos: 150.000 votos para neutralizar a Iceta

La candidatura de Arrimadas sabe que ganando al PSC este número de apoyos, el líder de los socialistas catalanes no podrá intentar una investidura siendo segunda fuerza constitucionalista

La pelea de Ciudadanos y PSC de cara a los comicios del 21-D se juega en un palmo de terreno: 150.000 votos, lo que es lo mismo, apenas un 2,7% de todo el censo electoral, que ronda los 5,5 millones de votantes. Con esos 150.000 apoyos en el bolsillo, la candidatura de Inés Arrimadas sabe que el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, no estará legitimado para intentar una investidura siendo segunda fuerza constitucionalista. Quedaría así neutralizada la solución Borgen, como se ha llamado a esta opción en referencia a la serie televisa danesa en la que la líder del tercer partido de su país se convierte en presidenta de un gobierno de coalición con partidos dispares.

Con todo, la dirección naranja repite en privado y en público, por activa y por pasiva, que si Iceta obtiene menos votos que Arrimadas, los diputados de Ciudadanos no apoyarán al candidato del PSC para que se convierta en president. Una decisión difícil de explicar porque puede suponer que Cataluña se vea abocada a repetir las elecciones. No obstante, para no verse en esa compleja tesitura, los de Albert Rivera trabajan para ser primera fuerza con amplia ventaja sobre el PSC. Así, han echado cuentas sobre su 'cuerpo a cuerpo' con los socialistas y han detectado que ganando a los socialistas en torno a 150.000 votos de una misma franja electoral, integrada por votantes de ideología progresista, Iceta quedará anulado.

En concreto, según las mismas fuentes, un 12% de los que votaron al PSC en las elecciones catalanas del 27 de septiembre de 2015 (fueron 523.283 sufragios) ya se ha pasado a Ciudadanos, apuntan desde el partido naranja en base a sus datos internos y a las últimas encuestas publicadas en prensa. Es decir, casi 63.000 apoyos. Mientras que la fuga en sentido contrario es "mucho más baja", cifrándola en un 4% (cerca de 30.000). Una diferencia de 33.000 votos que Ciudadanos ya habría amarrado. Con dos semanas de campaña por delante y teniendo en cuenta que la participación el 21-D se presume histórica, de récord, en la candidatura de Arrimadas son optimistas y creen que todavía hay amplio margen para ganar votos al PSC entre esos 150.000 sufragios en liza directa. 

Un 12% de los que votaron al PSC en las elecciones catalanas del 27 de septiembre de 2015 ya se ha pasado a Ciudadanos

Sobre todo, porque, según indican las fuentes citadas, hay un alto porcentaje de indecisos que dudan entre seguir apostando por el PSC o pasarse a Ciudadanos. Un reciente estudio demoscópico publicado por El País, con datos recabados por Metroscopia, dice que el 28% de los votantes del PSC en 2015 no sabe todavía qué papeleta escoger el 21 de diciembre. En este contexto, se enmarcan los mensajes de Rivera y Arrimadas recordando a los catalanes los tripartitos del PSC con los independentistas de Esquerra Republicana y el papel de negociador que jugó Iceta.

De igual modo, así se explica la insistencia de la candidatura naranja en criticar la alianza electoral de los socialistas con los herederos de la nacionalista Unió, Units per Avançar (Unidos para avanzar). Su número tres por Barcelona, Ramon Espadaler, exconseller de Interior de Artur Mas, fue quien "organizó y permitió" la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014, han repetido los dirigentes de Cs en las últimas semanas.

En el equipo de campaña de Ciudadanos están convencido de que los votos que pueda ganar Iceta de ese nacionalismo moderado no superarán nunca a los que pierda hacia el partido naranja como "voto útil" constitucionalista tras este abrazo de los socialistas con los socios democristianos de la antigua Convergència y su trama del 3%.

Ser primera fuerza

Con el propósito de vencer al PSC en esta batalla crucial, la candidatura de Inés Arrimadas ha centrado sus mítines de campaña en feudos socialistas de aquellas comarcas donde el partido naranja consiguió erigirse como segunda fuerza en las anteriores catalanas del 27-S. El objetivo pasa ahora por ser aquí la opción más votada el 21 de diciembre.

Son las comarcas del Barcelonès, Baix Llobregat, el Maresme, el Vallès Oriental y el Vallès Occidental, donde Ciudadanos obtuvo aumentos porcentuales que llegaron a los 12 puntos en algunas de ellas. Incluso en varias ciudades de estos enclaves como L'Hospitalet de Llobregat, Sant Boi de Llobregat y El Prat de Llobregat, el partido naranja se convirtió en primera fuerza, por delante del PSC.

Dentro de esas comarcas, Ciudadanos ha previsto mítines vespertinos y "paseos sectoriales" en ciudades como Barcelona, Santa Coloma de Gramanet, L'Hospitalet de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Cornellá de Llobregat, Castelldefels, Sant Andreu de la Barca, Premià de Mar, Mataró, Granollers, Sabadell o Terrasa. No obstante, Arrimadas también hará campaña en otras comarcas de Barcelona, Tarragona, Gerona y Lérida. Estará así presente en las cuatro provincias catalanas.

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