La salida de Teresa Rodríguez de Podemos Andalucía será solo el inicio. El sector Anticapitalistas, activo en muchas regiones más allá de Andalucía, quiere convertirse en un nuevo actor -o “sujeto”- político Estatal. Su plan es pugnar con el partido de Pablo Iglesias recuperando el mensaje radical que sirvió para fundar Podemos después del 15-M. Sectores de Podemos reconocen que, a diferencia de lo ocurrido con Íñigo Errejón, la postura cerrada de Iglesias puede convertirse en un paso en falso. Pero desde la cúpula del partido nadie muestra preocupación.
La primera reunión de los Anticapitalistas se celebrará la semana después del congreso de Podemos del 21 de marzo. Aquello será el foro en el que debatirán la construcción del "nuevo sujeto". El plan pasa por activar un nuevo partido en varias regiones, con una construcción abiertamente “confederal”. Fuentes de ese segmento recuerdan que “los Anticapitalistas existían antes de Podemos, y fueron esenciales en las europeas de 2014, en los primeros comicios de Pablo Iglesias”.
Miembros del sector Anticapitalistas esperan poder reactivar un izquierdismo radical y con perspectiva local y nacional. A nivel de relación con Podemos, no plantean rupturas violentas. La cuestión es que, tanto en Andalucía como en el Congreso y en la Eurocámara, los grupos políticos están mezclados. Por ello, Teresa Rodríguez y Miguel Urbán, los dos fundadores de Podemos, mantendrán el cargo a pesar del divorcio con Iglesias.
"Última victoria" de Iglesias
En la otra orilla, la de Podemos, no existe una sola lectura del abandono de los Anticapitalistas. Por un lado se encuentran los que consideran que la salida refleja la “última victoria” de Iglesias: el último golpe del líder a los pocos críticos que quedaban en el partido y el paso definitivo hacía la personalización de una formación que en su día hablaba de asamblearismo y nueva política.
La cúpula de la formación tampoco se muestra preocupada. Para otras fuentes de Podemos el asunto atañe que la entrada en el gobierno de Iglesias ya "ha cambiado la pantalla". "Algunos se niegan a verlo, pero estás dentro de eso o nada", argumentan, y creen que todo el espacio político de la izquierda está copado por Podemos y el PSOE. "Han hecho el mayor ridículo político de la historia reciente", rematan otros.
Aun así, también hay dirigentes de Podemos que manifiestan preocupación. Concretamente, sobre la posibilidad de que Podemos se institucionalice y eso acabe pasando factura. Iglesias quiere disociar el brazo callejero del equipo gubernamental, como adelantó Vozpópuli, pero a nivel social los Anticapitalistas tienen más arraigo y propulsión en muchos ámbitos, lo que puede convertir a los viejos socios en una piedra en el zapato.
Pacto con los comunistas
El planteamiento de Teresa Rodríguez sobre Adelante Andalucía consiste en seguir trabajando en la plataforma. Ahora mismo su sector controla Adelante Andalucía, pero en el futuro todos coinciden en que se deberán redebatir los equilibrios con Izquierda Unida.
Oficialmente, Rodríguez rechaza querer “arrogarse” la conducción de Adelante Andalucía. Pero admite su distancia de Podemos y su proyecto político “subalterno” al PSOE.
La federación andaluza de IU, la más fuerte a nivel nacional, ya ha remarcado su voluntad de colaboración con Podemos. En este ámbito, la alineación con Iglesias está blindada, gracias también al respaldo de los comunistas liderados por Enrique Santiago, un fiel pablista cada día más poderoso en IU.
Pucherazo en las primarias
Estrategia política a parte, los Anticapitalistas desean desvincularse de Podemos por razones estructurales. Los Anticapitalistas sospechaban desde hace tiempo que los procesos de primarias en Podemos estaban teledirigidos. De ahí que una de las claves del nuevo sujeto político será tener el control del nuevo censo y de las plataformas informáticas que se crearán.
Teresa Rodríguez y sus afines criticaron en más de una ocasión cómo se desarrollaban las votaciones internas en Podemos. Ahora, podrán gestionar de manera autónoma todos los fondos públicos que recibirán, y ejecutar un proyecto estatal al margen de la estructura morada. Censo y dinero que recogerán de aquí a los próximos dos o tres años, con la esperanza de que Iglesias mantenga su pacto de no agresión.
El fantasma del fracaso de Íñigo Errejón sobrevuela todo el proyecto, aunque desde el sector Anticapitalistas recuerdan: “Existíamos antes de la creación de Podemos y tenemos más presencia en las calles”. Con este capital emprenden una travesía en el desierto para consolidarse como fuerza alternativa a un Podemos que ven irreconocible, y tal vez encantado con su salida.
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