El divorcio entre Oriol Junqueras y Pere Aragonès es total. El expresidente de la Generalitat, que logró todo el poder orgánico e institucional gracias al dedazo de Junqueras, no le apoyará en las primarias para liderar ERC. De hecho, Aragonès, hará campaña activa para que sea la candidatura 'Nova Esquerra Nacional', liderada por Xavier Godàs, Alba Camps y la diputada en el Congreso, Teresa Jordà, la que se haga con el control del partido. Este mismo sábado participará en un acto para lograr el apoyo de los afiliados. Un movimiento que llega en plena guerra civil interna.
La propuesta de Godàs, Camps y Jordà, se presenta como "una candidatura renovadora, donde un 67% de sus miembros nunca ha ocupado un cargo orgánico en la ejecutiva nacional". Se trata, explican, de "gente joven y caras nuevas que combinan con experiencia y bagaje, sobre todo en el ámbito municipal, de donde procede casi la mitad de la candidatura". Una declaración de intenciones contra Junqueras, que lleva más de una década al frente de ERC. La candidatura tiene un marcado acento femenino, con más mujeres que hombres.
Hasta ahora, gran parte de los consejeros que formaron parte del Govern de Aragonès ya habían respaldado públicamente a 'Nova Esquerra Nacional'. Pero no así el expresidente catalán, el cargo institucional más importante que ha tenido ERC en los últimos años. De esta forma, Pere Aragonès, que ya anunció su retirada política tras el fracaso en las elecciones autonómicas, da un paso más y se significa por una candidatura que rechaza que su mentor político, Oriol Junqueras, siga liderando la organización cuatro años más.
El pasado mes de junio, cuando un grupo de afiliados y dirigentes promovieron un manifiesto en el que se pedía una renovación de caras, Aragonès ya dejó pistas del divorcio que se ejecutará este sábado. El expresidente autonómico decidió estampar su firma, junto a la de otras como la aún secretaria general, Marta Rovira, que tampoco optará a ser reelegida en ningún cargo en el congreso del próximo mes de noviembre, en este documento que pedía a los dirigentes en activo que dejaran paso.
Pere Aragonès también trasladó, en algunas de sus últimas intervenciones públicas, que "es más fácil hacer una renovación total, si hay una renovación de caras". Un mensaje que muchos creían que iba dedicado a Junqueras. Ahora, con la decisión de apoyar una candidatura contraria a la suya, queda demostrado que era así. Que antes de la estocada final, Aragonès fue dando avisos para que no cogiera a nadie por sorpresa.
Una carrera junto a Junqueras
Aunque Pere Aragonès fue líder de las JERC, las juventudes de Esquerra Republicana, no fue hasta la llegada de Oriol Junqueras a la presidencia del partido cuando su carrera política empezó a despuntar. El exvicepresidente de la Generalitat, en 2015, lo fichó como número dos de la consejería de Hacienda. Convirtiéndose así en uno de los altos cargos más jóvenes. Unos años más tarde, en 2021, coincidiendo con el encarcelamiento de Junqueras, fue señalado a dedo por él como su sucesor.
La relación se empezó a torcer hace poco más de un año, cuando ERC, Junts y el PSOE ya estaban negociando la amnistía, y Oriol Junqueras creía que podría volver a la primera línea política. Aragonès, con la complicidad de Marta Rovira, aceleró las primarias para ser reelegido candidato a la presidencia de la Generalitat, impidiendo así que una eventual aplicación de la amnistía en el caso de la inhabilitación -algo que finalmente no ocurrió-, pudiera llevar a Junqueras a querer disputarle el hecho de ser cabeza de cartel de los republicanos en las autonómicas.
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