El PSOE maneja desde hace una semana un argumentario con el que defiende su gestión de la crisis del coronavirus frente a los “ataques”. El documento interno, fechado originalmente el 2 de abril y titulado “Defensa ante los principales ataques sobre la gestión sanitaria”, recalca que España “se anticipó y se preparó todo lo que fue posible”. Y para tratar de demostrarlo arranca con varias citas de destacados miembros de la Organización Mundial de la Salud.
Así, recuerdan las palabras del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus: “España es un ejemplo. [...] Estoy muy conmovido por los enormes esfuerzos del Gobierno español”. También destacan las de la directora de Salud Pública, María Neira: “Todas las medidas que he visto que se decidían en España me han parecido muy adaptadas a la situación de cada momento”. O las alabanzas de Hans Kluge, director de la OMS para Europa, que reconoce “las medidas audaces, innovadoras y decisiones valientes” del Gobierno.
En primer lugar, arguye que España actuó cuando debía y que, por ello, “es el país que ha tomado las medidas más drásticas en relación con nuestro entorno”. Según el argumentario socialista, España fue “de los primeros países en decretar el estado de alarma”, y ello en un momento “con menos infectados que naciones como Italia, Reino Unido o Francia”: “España decretó el inicio del confinamiento cuando tenía 120 muertes, mientras que Italia lo hizo con 366; Francia, 148, y Reino Unido, 281”.
“España siempre ha actuado, desde el primer momento, en coordinación con la OMS y la UE”, recalca el texto. “España, siguiendo los consejos de los expertos, se anticipó y se preparó todo lo que fue posible siguiendo las recomendaciones que llegaban de los organismos europeos y de otras instancias internacionales”, esgrime el argumentario: “Nos anticipamos a los acontecimientos: antes del 14 de marzo (cuando se declara el estado de alarma) se habían repartido más de 414.000 mascarillas y otros equipos de protección desde el 10 de marzo”.
Argumentario del PSOE por la crisis coronavirus.
Saca pecho por la UME
El PSOE se defiende del cuestionamiento de su gestión. Frente a quienes tildan el balance de “nefasto”, los socialistas recuerdan que han dictado 34 órdenes e instrucciones, sin olvidar el refuerzo de hospitales “medicalizados”, el suministro de material sanitario por valor de 845 millones de euros, la activación de la producción nacional, la consecución de un suministro nacional o el despliegue de la UME para desinfectar residencias.
Además, señalan que “el Gobierno ha dado explicaciones en todo momento de los pasos que se iban adoptando” y que ha respondido a 200 preguntas formuladas por la vía parlamentaria, señalando que “por contraste, en la Asamblea de Madrid no hay actividad, ni comparecencias del Gobierno regional; está cerrado hasta el registro”. Sin olvidar que “los miembros del Ejecutivo comparecen en un par de ocasiones diarias en Moncloa para dar cuenta de la situación”.
Ante las acusaciones de que el Gobierno estaría entorpeciendo a las comunidades con sus compras centralizadas, el PSOE apunta que dichas compras son complementarias para “cuando se produzca desabastecimiento de cualquier medicamento o producto de protección sanitaria”, e incide en que las comunidades autónomas “han mantenido sus competencias en sanidad y han podido comprar material en todo momento”.
Pruebas por debajo del estándar
“Nunca se requisó material alguno, ni se bloqueó ninguna importación”, asevera el texto, que reconoce las compras realizadas en comunidades como Galicia, Euskadi, Comunidad Valenciana, Cataluña, Navarra o Castilla-La Mancha, frente a “otras, como Madrid", que “tardaron semanas en intentarlo y se refugiaron detrás de disculpas como el cuello de botella”. Sin embargo, en un párrafo previo, el PSOE sostiene que “la coordinación y el apoyo entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas ha sido absoluta”.
Con respecto a la compra de pruebas en China que resultó ser un fiasco, el PSOE destaca la “estrategia” que se está siguiendo en estos momentos, “basada en dos acciones complementarias”. Por un lado, incrementar las “pruebas diagnósticas más fiables que se vienen realizando en hospitales”, y, por otro, “complementar con los test de diagnósticos rápidos una vez determinado por el Centro Nacional de Microbiología que tienen una fiabilidad del entre el 64 y el 80%”, omitiendo que el estándar sanitario para garantizar la fiabilidad es una sensibilidad del 70% en adelante.
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