Votación nominal, en urna y secreta. Conocer la identidad del diputado 'díscolo' del llamado bloque constitucionalista que este miércoles rompió la disciplina de voto a la hora de elegir la composición de la Mesa del Parlament será una tarea ardua, por no decir imposible. El arranque de la XII Legislatura de Cataluña ha acontecido sin más sorpresas que un voto misterioso que, junto al de los ocho parlamentarios de la coalición Catalunya en Comú-Podem, supondría un total de nueve papeletas en blanco que han propiciado el control, de nuevo, de la Cámara catalana por parte de las fuerzas independentistas. Una más de las que Ciudadanos esperaba.
Besos, abrazos, lazos amarillos, gritos pidiendo "libertad" para los presos políticos y el canto de 'Els Segadors'. Pese a que la formación naranja ha ganado las elecciones la irritación de su líder en la comunidad autónoma, Inés Arrimadas, era evidente. "Hemos empezado la legislatura como vimos acabar la anterior, con una Mesa que interpreta el reglamento a favor de las tesis independentistas y con un Presidente -Roger Torrent- que evidentemente va a trabajar a favor de la independencia", resumía desesperanzada al terminar la sesión.
El diputado 'díscolo'
Arrimadas dice haber asistido durante la jornada a un mitin de ERC por parte del nuevo presidente de la Mesa de Edad, Ernest Maragall, quien considera que "no ha entendido muy bien cuál era su papel". Su frustración aumentaba cuando su grupo pedía sin éxito la reconsideración de la Mesa al no estar de acuerdo con que los diputados hoy presos pudiesen delegar sus votos, pues lo consideran "una interpretación absolutamente retorcida del Artículo 93 del reglamento". Pero Maragall ha declinado la petición.
Ese voto en blanco tampoco cambia mucho las circunstancias, hubiera sido noticia si los señores de Podemos se hubieran situado al lado de los que queremos un Parlamento para todos los catalanes"
Con la misma vehemencia que en los días previos a la sesión, Arrimadas ha atribuido la culpa a la coalición liderada por Ada Colau. La ofensiva contra Podemos, que reiteró que no apoyaría a que el candidato de Cs José María Espejo Saavedra se hiciese con la presidencia de la Mesa, pasa por restar importancia al sorpresivo voto en blanco de un diputado que pertenecería al bloque constitucionalista.
"Ese voto en blanco tampoco cambia mucho las circunstancias, hubiera sido noticia si los señores de Podemos se hubieran situado por una vez en su vida al lado de los que queremos un Parlamento para todos los catalanes. No se sabe de quién es, habría que preguntar al PP o el PSC, pero no ha cambiado el resultado que Podemos ya había prefijado", ha reiterado.
El 'chollo' del procés
Aunque Arrimadas ha concluido la sesión valorando que "hemos comenzado la legislatura de la misma forma que terminó la anterior", ha advertido de un cambio: "Ciudadanos ha ganado las elecciones y los partidos independentistas tienen menos apoyo, menos escaños en el Parlament, un menor porcentaje de votos y ningún apoyo internacional". La política catalana también ha advertido que "si no se salieron con la suya en la legislatura anterior, pese a sus promesas de una independencia feliz, menos aún se van a salir con la suya en esta".
El 'portazo' de los comunes no está siendo bien encajado por las filas de la formación naranja, que además de considerarlo una "oportunidad perdida" convertiría a Podemos en el "mayor chollo del procés": "El mayor chollo de los partidos independentistas no es la CUP, sino Podemos, que no solo les apoyan sino que además se sientan físicamente al lado de ellos y han llegado a un acuerdo que no respeta la pluralidad política". La polémica está servida desde el primer día de la nueva legislatura.
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