Turbulencias políticas en Ciudadanos. Inés Arrimadas reúne este lunes a su comité ejecutivo en un encuentro que se prevé tenso, según indican fuentes del partido naranja a Vozpópuli. Arrimadas tratará de calmar el creciente malestar interno en el seno del partido. Ciudadanos mantiene la mano tendida a Pedro Sánchez mientras el presidente del Gobierno se prodiga en gestos "inaceptables", dicen estas fuentes, hacia el separatismo como los indultos o el veto al rey en Barcelona.
La ejecutiva nacional, o ejecutiva grande, de Ciudadanos reúne no solo al núcleo más próximo Arrimadas sino también a la mayoría de líderes territoriales del partido, como los vicepresidentes de Andalucía y Madrid Juan Marín e Ignacio Aguado, entre otros. La convocatoria estaba prevista de antemano, pero los acontecimientos de la última semana han alterado el orden del día. Hay un "desasosiego grande" en la formación naranja por el diálogo que Arrimadas mantiene con Sánchez en una coyuntura de guiños y complicidades del PSOE con ERC o EH Bildu.
Diálogo sí, pero ¿qué gana Cs?
Los principales dirigentes Ciudadanos apoyan el giro estratégico de Arrimadas. Y no se espera que la ejecutiva del lunes derive en un bandazo. El partido mantendrá su oferta de diálogo a Sánchez. Pero algunas voces demandan a su presidenta que haga valer el peso de sus 10 diputados y comunique con claridad qué está obteniendo Ciudadanos a cambio de estas negociaciones.
"Hay que exigir gestos, marcar líneas rojas, que la gente sepa qué estamos negociando y a cambio de qué", dicen estas fuentes. "Lo que no se puede es tener la mano tendida y que te escupan permanentemente".
Arrimadas y su equipo entienden que la política de distensión con Sánchez es una inversión a largo plazo. Una estrategia con la que abrir un espacio en el centro que ahora mismo es inexistente por la división en bloques antagónicos. Sin embargo, la política del minuto a minuto dificulta la posición de la líder naranja, que se ha enfrentado a decisiones del Gobierno nada agradables para los militantes y simpatizantes de Ciudadanos.
Fuentes de la dirección defienden la discreción de estas conversaciones. Aseguran que hay avances, que los espacios de entendimiento con el PSOE funcionan -tanto a nivel de Presidencia como del Ministerio de Hacienda- y que hay logros tangibles "que ahora no se ven, pero existen".
El libro de Albert Rivera
El azar ha querido que esta catarata de anuncios sobre indultos, reforma del Código Penal y loas a Bildu como un partido de Estado coincida en el tiempo con la presentación del libro de Albert Rivera. El expresidente de Ciudadanos no ha valorado la senda marcada por su sucesora en el cargo. Pero los comentarios de Rivera en las entrevistas que ha concedido han hecho mella en el partido por mera yuxtaposición. Las constantes críticas de Rivera a Sánchez y su defensa, a la luz de los acontecimientos, de que hizo bien al negarse a cualquier acuerdo con el PSOE de Sánchez no ayudan a Arrimadas, aseguran estas fuentes.
Arrimadas inició su acercamiento al Gobierno durante las prórrogas del estado de alarma. El diálogo ha sido fluido desde entonces. Las dos partes comenzaron a negociar un acuerdo de Presupuestos a finales de agosto. El pacto se daba casi por hecho hasta la intervención de Pablo Iglesias. La presión de Podemos y el cambio de posición de ERC, que ha suavizado su negativa al pacto de presupuestos, han dado un giro de 180 grados a la negociación de las cuentas.
La sensación ahora mismo es que el acuerdo con el bloque de la investidura es más factible que la vía de Ciudadanos. Sánchez sigue jugando a dos bandas. Y no se ha cerrado la puerta ni al independentismo, ni al pacto con Arrimadas. Todas las opciones están sobre la mesa. Pero Sánchez tendrá que elegir en algún momento. ERC ha dicho que no estará en una suma que incluya a Ciudadanos y viceversa.
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