El verano ha empezado movido para Juan Lobato, portavoz del PSOE madrileño. El líder de los socialistas en la Asamblea ha terminado el curso político con más dudas que certezas en su hoja de ruta para devolver a la formación al segundo lugar de la política autonómica, aún demasiado lejos de los guarismos del PP.
Si algo ha caracterizado al discurso y las acciones de Lobato ha sido, casi siempre, la mesura y el respeto. Un acercamiento ideológico que bebe más del centro que de posiciones meramente izquierdistas.
Sin embargo, en los últimos tiempos, y con su nombre en el disparadero por las dudas que han dejado entrever desde Ferraz sobre su liderazgo, Lobato ha endurecido el tono en su oposición al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y el Partido Popular en la Comunidad de Madrid.
No solo en los Plenos de la Asamblea, donde los enganchones ya son habituales, al mismo nivel que los que Ayuso tiene con Manuela Bergerot de Más Madrid, o antes con Mónica García, sino también fuera de la Cámara.
Hace unas semanas, y tras conocerse la comisión de investigación presentada por el GPP para escrutar todo lo relacionado con la Universidad Complutense, la cátedra de Begoña Gómez y el supuesto trato de favor del rector de la UCM, Joaquín Goyache, el PSOE registró otra comisión para estudiar lo sucedido en las residencias durante la pandemia.
La Mesa de la Asamblea, de mayoría popular, aprobó la de Begoña y tumbó la de los socialistas, la cual se presentó con el único fin de generar ruido mediático y tapar la citación de Begoña para declarar este viernes 5 de julio.
Además, ayer conocimos que el PSOE presentó un recurso al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) para anular la medalla otorgada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al presidente argentino, Javier Milei, el pasado 21 de junio, ya que consideran que fue concedida "en fraude de ley".
Movimientos, estos llevados a cabo por Lobato, que apuntan en una única dirección, y es la de fortalecer su posición ante los ojos de un Pedro Sánchez al que su liderazgo gusta muy poco. Contamos hace unas semanas que desde la dirección del PSOE se había señalado a varios barones autonómicos por los resultados de las últimas elecciones europeas. Eso de buscar un enemigo donde sea con tal de no admitir un error.
Ese "agujero en Madrid" que tanto preocupa ha puesto a Lobato entre la espada y la pared, aunque él confesó "no sentirse presionado" en absoluto por la situación. Pero ya hay miembros del PSM que han empezado a afilar sus espadas ante lo que pueda pasar.
Ayala contra Lobato
Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada, es uno de ellos. Aunque no el único. El líder del consistorio lleva meses en pie de guerra contra el Gobierno de la CAM por las obras que está llevando el Ejecutivo en La Cantueña, emplazamiento que se utilizará para acoger a menores extranjeros no acompañados.
Aunque la renovación está en marcha y va a salir adelante porque, con la ley en la mano, la Comunidad de Madrid está haciendo todo de forma correcta, Ayala ha defendido los intereses de su ciudad, situación que además le ha servido para volver a la primera línea de la política autonómica.
Cabe recordar que Ayala fue el rival de Lobato en las primarias del PSM en 2021, donde cayó derrotado ante el actual líder. Con el Congreso de los socialistas madrileños aún lejano en el tiempo, pues se celebraría para primavera del 2025, Ayala siembra las dudas en torno a la figura y las posiciones de Lobato por lo que pueda pasar en el futuro.
En las últimas entrevistas concedidas, entre ellas las de Europa Press o El Periódico de España, Ayala ha cargado duramente contra Lobato y el futuro del PSM, llegando a decir que "o se presenta una alternativa a Juan Lobato o hace un planteamiento político distinto al que hace".
Ataques que no hacen más que confirmar las intenciones de Ayala de ocupar la silla de Lobato, una que está más caliente que nunca. De nada le sirve haber mejorado en las europeas el porcentaje de voto recibido en Madrid respecto a las generales del 23-J, Lobato está en el punto de mira.
Además, la actitud de Ayala no disgusta para nada en Ferraz, donde no se ve con malos ojos esta presión sobre Lobato. Otras figuras del socialismo local, como el Delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, también lleva un largo tiempo ganándose el favor del ala sanchista con sus enfrentamientos contra Ayuso y Almeida, especialmente contra este último.
Mientras Lobato apuesta por postulados más de centro para recuperar votos del PP o de Ciudadanos, Ayala cree que hay que hacer políticas más de izquierdas, o al menos más de izquierdas de las que lleva a cabo Lobato y el PSM en Madrid.
Aunque julio y agosto no tendrán actividad parlamentaria, habrá que seguir con atención cómo discurre esta disputa local, una que amenaza con reventar el PSM, justo ahora que habían conseguido estabilizarse como principal oposición a Ayuso, justo por delante de Más Madrid, quien lleva meses perdiendo fuelle.
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