Advertía Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en una entrevista en 'Espejo Público' a primeros de mes que había descansado, pero "sin desconectar del todo" por todo lo que leía en los medios de comunicación sobre Pedro Sánchez y su Gobierno.
La madrileña terminó el curso monitorizando desde la región todos los movimientos de Moncloa, especialmente los que afectan de lleno a los intereses de la capital, como era el caso del concierto catalán aprobado con ERC de espaldas a los españoles para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
Uno que abrió de lleno el debate sobre la financiación autonómica en España, provocando un cisma político rápidamente sofocado en el Partido Popular con el encuentro en Palacio de los Duques de Pastrana junto a sus barones autonómicos. Uno del que salieron convencidos de que la única vía para combatir a Sánchez era "ir todos a una".
Algo que recordó Ayuso ante los medios al finalizar el acto. Sin embargo, es evidente que la presidenta madrileña va un paso por delante en muchos ámbitos, y el enfrentamiento con Moncloa es uno de ellos.
Mientras Génova descartó llevar a Begoña Gómez al Senado, la CAM aprobó con su mayoría absoluta una comisión de investigación que pondrá el foco, a partir del mes de octubre, en el posible trato de favor de la Universidad Complutense a la cátedra ella dirigía.
Aunque en el Ejecutivo regional no hay tomada una decisión definitiva sobre si harán sentarse o no a la esposa del presidente, lo que está claro es que la UCM y el rector Joaquín Goyache deberá responder y esclarecer todas las dudas que se ciernen sobre su gestión a este respecto.
Guerra fiscal con Moncloa
Una de las consecuencias más evidentes, pese a la falta de transparencia del Gobierno, es que la independencia fiscal de Cataluña acarreará a la caja común del resto de las autonomías un hachazo tremendo.
Por ello, desde Moncloa van preparando el terreno para llevar a cabo nuevas subidas impositivas de toda índole, amén de verter sobre el modelo fiscal de Ayuso la sombra del dumping fiscal y otras lindezas. Siguiendo la línea del proyecto liberal que se ha marcado en la Comunidad de Madrid, el Gobierno de Ayuso ha llevado a cabo bastantes rebajas fiscales en la región.
Las dos últimas, anunciadas en el Debate del Estado de la Región, el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y para el alquiler de viviendas, generarán un ahorro de 180 millones de euros. Cifras que comparte la CAM. Una estrategia que, al margen de cumplir con el programa electoral del PP, sirve para irritar a Sánchez y su gabinete, cuyas acciones van en dirección contraria.
Recursos ante el Supremo y el Constitucional
La otra gran clave para entender el comportamiento del Gobierno de Madrid en este 2024 es la judicialización de todo lo que haga Moncloa. Incluso a veces con lo que deja de hacer por no enfrentarse a las autonomías. Es el caso de la Conferencia de Presidentes que con tanto ahínco han solicitado desde las regiones gobernadas por el Partido Popular.
Ante el caso omiso que ha hecho Sánchez, el pasado mes de junio el Ejecutivo regional presentó un recurso ante el Tribunal Supremo por dejadez de funciones, uno que confirmó la propia Ayuso esta semana que había sido admitido a trámite el pasado 30 de julio, el pleno parón veraniego de la actividad política.
El gran órdago en este sentido fue el recurso de inconstitucionalidad que el PP presentó en cascada por la ley de amnistía, una vez que el Supremo aclaró que el delito de malversación no era amnistiable. Uno que, tras tres meses de dilatar el proceso, vio la luz al borde de la fecha límite.
Pero el empeño del gabinete de Ayuso no paró ahí, la líder de la Comunidad de Madrid también anunció la recusación de Cándido Conde-Pumpido y de los magistrados del TC Carlos Campo y Laura Díez por su "vinculación con el PSOE". Un inicio de curso con las espadas en todo lo alto, lo que marca claramente la tendencia bélica que habrá entre Moncloa y Sol en todo lo que queda de legislatura.
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