Política

Ayuso sospecha que Aguado quiere forzar el cese de un consejero para romper en Madrid

Los 'populares' vinculan las últimas palabras de Reyero con el 'caso Room Mate'. Ciudadanos advierte que ahora hay una mayor sintonía política entre PP y Vox. El Gobierno madrileño celebra hoy su reunión más tensa desde el inicio de la coalición

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sospecha que Ciudadanos quiere forzarla a cesar al consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, para que así la formación naranja pueda decir que el PP ha roto el pacto de gobierno e Ignacio Aguado quede con las manos libres para negociar otro Ejecutivo con las formaciones de izquierda, según desvelaron fuentes populares a Vozpópuli.

En el PP madrileño se ha llegado a esta conclusión tras las palabras del lunes de Reyero en sede parlamentaria, en las que dijo estar "radicalmente en contra" de los criterios de la Consejería de Sanidad para rechazar el ingreso en hospitales de determinadas ancianos en el peor momento del coronavirus.

En este sentido, el consejero de Políticas Sociales apuntó a una posible ilegalidad cometida por el área de Sanidad que dirige el popular Enrique Ruiz Escudero. "La derivación debe basarse en criterios médicos pero no por grado de dependencia. No es ético y posiblemente no sea legal. Si no era posible la derivación, habría que medicalizar las residencias, dije. O el residente va al hospital o al revés", sintetizó Reyero para sorpresa de la bancada del PP.

Además, el consejero naranja se mostró "absolutamente a favor" de crear una comisión de investigación en la Asamblea madrileña que estudie por qué hubo tanta mortalidad en los geriátricos durante esta pandemia. Una idea que fue rechazada de plano por Ayuso tras acusar a la izquierda por querer "politizar el dolor" que ha causado la covid-19.

Las palabras de Reyero contrastan con los mensajes de unidad y buen desempeño de los consejeros durante la pandemia que Aguado ha manifestado en los últimos días y semanas. Pero en el PP creen que se trata de una estrategia política para no desgastar al vicepresidente.

Las últimas palabras de Reyero cayeron como una bomba en el despacho de Ayuso, donde se tildan de "gravísimas y desconcertantes" ya que es "hacer oposición al Gobierno" al que pertenece. "Reyero no debe saber que las órdenes sobre residencias que critica las firmó él mismo", afirman fuentes populares consultadas por este medio, quienes recuerdan que el 23 de marzo se le retiraron las competencias sanitarias sobre los geriátricos de la región por el "descontrol absoluto" que había en aquel momento.

En este sentido, le reprochan que no supiese “cuántas residencias y personas mayores estaban a su cargo” o que realizase "llamadas aleatorias" a algunas de ellas cuando la pandemia había mostrado su peor cara. La propia Ayuso incidió en aquel momento que Madrid unificaba la gestión de las residencias de la tercera edad, cuya administración quedó bajo un mando único, “para que a partir de ahora se actúe de otra manera”.

La medicalización de las residencias ha sido el principal punto de fricción entre PP y Cs en la crisis sanitaria y en el partido naranja se subraya que la Justicia les está dando la razón. El TSJM desestimó a finales de mayo un recurso del Ejecutivo de Ayuso sobre este asunto y obligó a la Comunidad de Madrid a derivar médicos y enfermeros a cuatro residencias de la localidad de Alcorcón.

Más allá de este revés judicial, en el PP se cree que las últimas declaraciones de Reyero contra Ruiz Escudero son una prolongación del 'caso Room Mate' con el objetivo de que Ayuso se vea en la obligación de cesar del consejero naranja. La ficha del contrato falso de la Consejería de Políticas Sociales apareció el mismo día que saltó la polémica por el alojamiento de la presidenta madrileña en un edificio de la cadena hotelera de Kike Sarasola.

Ayuso mantiene abierta una investigación abierta ya que cree que podría haber un delito de falsedad de documento público y que detrás de este extraño suceso, que Cs zanjó con un cese de un alto cargo tras reconocer un "error humano de carácter administrativo", está la 'mano negra' de su propio socio de gobierno.

Un 'casus belli' para Aguado

En el PP admiten que hay motivos de sobra para destituir a Reyero e inducen que Aguado está forzando a Ayuso a hacerlo por el contrato de Room Mate o por la gravedad de las declaraciones de Reyero contra el consejero popular de Sanidad, pero saben que ello podría suponer el fin de la coalición PP-Cs en la Comunidad de Madrid.

El propio Aguado ya advirtió en abril, cuando Ayuso dijo que no le temblaría el pulso para cesar a un consejero si descubría irregularidades en su gestión, que los nombramientos y ceses de consejeros los hace cada socio de gobierno, aunque el pacto de 155 medidas que se suscribió hace casi un año no pone esa línea roja y sólo indica las consejerías que le corresponden a cada partido.

Así que en el despacho de Ayuso estiman que la destitución de Reyero sería un 'casus belli' para Ciudadanos que le permitiría a este último decir que el PP ha roto el pacto de gobierno y que, por tanto, tiene las manos libres para negociar con otras formaciones políticas.

Cs se defiende

En el equipo de Aguado se niega con vehemencia tal hipótesis y subrayan a Vozpópuli que el vicepresidente no ha hablado nada de ello con el líder de los socialistas madrileños, Ángel Gabilondo. También acusan al PP de propagar la falsa idea de que se había cerrado una moción de censura entre Cs y la izquierda que se presentaría el 25 de mayo.

Más preocupante es, a juicio de Cs, la sintonía política que muestran PP y Vox últimamente en las redes sociales o en los debates de la Asamblea madrileña, donde Santiago Abascal se presentó hace dos semanas para hablar en una zona apartada con Ayuso tras salir esta última del hemiciclo. La portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio, ofreció de inmediato el apoyo de sus diputados al PP ante la "deslealtad" de Cs en plena polémica por el caso Room Mate

En Ciudadanos creen que Ayuso está cada vez más tentada de cambiar de socio de gobierno por los cantos de sirena de Vox. Ponen de ejemplo que Monasterio exigió hace unos días una reducción de consejerías y Ayuso aceptó hacer "ajustes en la Administración" que aún no ha concretado. O que el partido de Abascal critique las leyes LGTBI o de violencia de género con el visto bueno y la connivencia de la bancada del PP.

Además, en los últimos días, desde las filas populares se les ha indicado de forma recurrente y discreta a algunos de sus colegas de Ciudadanos que la presidenta puede apretar "el botón rojo" de las elecciones anticipadas en cualquier momento.

Tensa reunión

En medio de esta atmósfera de desconfianza y recelos mutuos, el Gobierno madrileño celebra hoy su reunión más tensa desde que echó a andar con el objetivo de enderezar los contactos con la oposición e intentar que el Ejecutivo hable con una sola voz.

Ayuso quiere empezar el intercambio de propuestas con Vox, al ser la formación indispensable para que salgan adelante las propuestas que propongan PP y Cs. En todo caso, se aviene a una negociación con cada grupo por separado, mientras que Aguado prefiere la fórmula elegida esta semana de reuniones conjuntas y dar una imagen de unidad ante la ciudadanía. 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP