Política

Ayuso pone Madrid "al servicio de España" y cede a Almeida las críticas a Sánchez: "Es el señor bulo"

La presidenta madrileña defiende la capital como "la plaza mayor de todos" frente a las "identidades de terruño". El recuerdo a Victoria Prego ha sobrevolado todo el acto

Con tres vítores –a la Constitución, al Rey y a España– remató Isabel Díaz Ayuso su discurso institucional por el Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid. Una efeméride generadora tradicionalmente de anécdotas y desencuentros políticos que este año, enmarcada en plena tensión entre Gobierno y oposición, paradójicamente, ha estado marcada por la cordialidad institucional desde el atril. No hubo confrontación directa con el Gobierno en las palabras de la presidenta madrileña. Ni pullas evidentes, si acaso referencias a la resistencia de "aquellos héroes que hoy en día nos siguen inspirando", los ciudadanos madrileños que "hartos de amenazas" plantaron cara a las tropas napoleónicas el 2 de mayo de 1808.

Tampoco malas caras con el único representante del Ejecutivo presente en el acto celebrado en la Real Casa de Correos, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, quien habló de "caminar juntos en la cogobernanza" entre los gobiernos central y autonómico. A diferencia de los últimos seis años, no acudieron al acto ni Alberto Núñez Feijóo ni ningún representante de la dirección nacional del PP. Un hecho destacado por el PSOE madrileño para intentar sembrar discordia –la "han dejado sola", dicen– entre el líder del PP y uno de sus principales activos políticos.

Pero si algo ha sobrevolado todo el acto ha sido la defensa unánime y cálida al periodismo libre, ése que nació en la Transición y está ahora cuestionado como nunca por quienes deben ser fiscalizados como nadie: los miembros del Gobierno. También un recuerdo: a Victoria Prego, la periodista que más en profundidad narró los entresijos de la Transición y que falleció este miércoles a los 75 años. "Un periodismo de raza, de fuentes, de investigación, comprometido con contar la verdad, sin otro afán ni búsqueda de protagonismo", definió Ayuso el oficio ejercido por los integrantes del Grupo Crónica, el más famoso sanedrín periodístico surgido al calor del cambio político y que cada jueves, durante 40 años, sentó a su mesa a los más destacados actores políticos.

Fueron Pilar Cernuda y Antonio Casado, veteranos miembros del grupo de comidas, los encargados de recibir de manos de Ayuso la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo. "Hemos hecho nuestro trabajo con rigor, con objetividad, con libertad; y, por tanto, es auténticamente doloroso, incomprensible, que en este momento los periodistas y los jueces seamos demonizados y poco menos que responsables de que desaparezca la democracia en España", defendió Cernuda en la que supuso la referencia más evidente a la actual ofensiva de Pedro Sánchez contra el Poder Judicial y los medios de comunicación.

"Los jueces no son dependientes de nada, simplemente, cumplen su obligación de que los españoles respeten la Ley. Nosotros, el Grupo Crónica siempre hemos respetado, independientemente de nuestra ideología y procedencia geográfica, a todos los que han pasado por nuestra mesa", siguió la periodista. Una referencia, la geográfica, capital en el discurso pronunciado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, que defendió la región como un "cruce de caminos" donde "no triunfan las identidades de terruño, ni el saberse más que nadie, ni los abusos, ni las injusticias". "Somos la región al servicio de España. Siempre lo hemos sido. La plaza mayor de todos", remarcó la presidenta madrileña con la tradicional universalidad con la que trata de dotar a Madrid en todas sus intervenciones.

Almeida, a Sánchez: "El señor bulo"

Frente al discurso institucional de la presidenta madrileña, fueron otros alfiles del PP de Madrid quienes ejercieron la crítica al Gobierno. ¿El más duro? La segunda voz con más envergadura política en la región, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que tildó al presidente del Gobierno como "el señor bulo". El regidor aseguró que los madrileños no estarán frente a su "proyecto de división, de odio, de confrontación, de frustración, de fango y de barro", dando la vuelta al nuevo vocabulario acuñado por Pedro Sánchez tras su cinco días de "reflexión", interpretados por el PP como un gambito de dama en clave electoral.

"Que no cuenten ni con Madrid ni con los madrileños para continuar ese proyecto de división, ese proyecto de ruptura y un proyecto de muros", siguió Almeida. "Este es un día para decirle también a Pedro Sánchez que él no va a ser el que marque la historia de España, ni va a ser el que nos marque nuestro futuro, que desde Madrid ni nos resignamos, ni nos rendimos, ni pedimos perdón, ni nos callamos", interpeló directamente al líder del Ejecutivo.

En Madrid no nos resignamos, no nos rendimos, no pedimos perdón y no nos callamos", ahondó el alcalde de la Villa de Madrid. Por su parte, el portavoz popular en la Asamblea madrileña, Carlos Díaz-Pache, puso como ejemplo "la resistencia heroica del pueblo" de Madrid frente a los franceses en comparación a los "grandes riesgos" que afronta España en la actualidad.

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