La reciente denuncia de violencia de género interpuesta por Fabiola Yáñez, ex primera dama de Argentina, contra su exmarido, el expresidente kirchnerista Alberto Fernández, ha provocado un terremoto político y social en Argentina. La acusación ha resonado con fuerza no solo en los medios de comunicación locales, sino también en el ámbito internacional. Tanto es así que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido una de las primeras figuras en pronunciarse, criticando el silencio de los colectivos feministas tanto en Argentina como en España.
El caso salió a la luz hace seis días, cuando medios argentinos revelaron que Fabiola Yáñez había presentado una denuncia contra Alberto Fernández por presunta violencia de género. La denuncia estuvo acompañada de fotografías impactantes que muestran a la ex primera dama con el ojo hinchado y contusiones visibles en su cuerpo. Estas imágenes, según se ha informado, fueron enviadas por Yáñez a la secretaria personal de Fernández, generando preocupación.
Las fotos, que han sido ampliamente compartidas en redes sociales y medios de comunicación, muestran a Yáñez con un ojo y parte del maxilar superior muy hinchados, así como moretones en todo el costado derecho de su cuerpo, específicamente en las costillas y la axila. Estos detalles han incrementado la gravedad de las acusaciones, generando un fuerte impacto en la opinión pública argentina y poniendo a Fernández en el centro de un escándalo sin precedentes.
Medidas judiciales y reacciones
Ante la gravedad de la denuncia, el juez encargado del caso ha dictado una serie de medidas cautelares para proteger a Fabiola Yáñez. Entre ellas, la prohibición de que Alberto Fernández se acerque a menos de 500 metros de su exesposa, así como la restricción de cualquier tipo de contacto, ya sea físico, virtual o por cualquier otro medio. Además, se ha prohibido al expresidente salir de Argentina mientras se investigan los hechos.
Estas medidas han sido vistas como un paso importante en la protección de la víctima, aunque también han generado críticas en algunos sectores que consideran que el proceso judicial podría estar influenciado por la presión mediática y política. Por otro lado, las declaraciones de figuras políticas como Isabel Díaz Ayuso han añadido un nuevo elemento al debate, centrando la atención en la respuesta, o falta de ella, de los colectivos feministas en España y Argentina.
Isabel Díaz Ayuso critica el silencio feminista
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no ha tardado en pronunciarse sobre el caso, criticando duramente lo que considera una "hipocresía" por parte de los colectivos feministas y de la izquierda política. Ayuso se ha preguntado en voz alta en su cuenta personal de X: "¿A qué hora empiezan las manifestaciones de las supuestas feministas en España y Argentina para defender a esta mujer?", cuestionando el aparente silencio de estos grupos ante un caso tan grave de violencia de género.
Para Ayuso, esta situación refleja un doble rasero en la defensa de los derechos de las mujeres, sugiriendo que ciertos sectores solo alzan la voz cuando los casos de violencia afectan a mujeres cercanas a sus ideologías políticas. "Lo que tenemos que hacer las administraciones es poner todas las medidas para evitar que nadie se quede atrás, nadie sea expulsado, maltratado, ni sus entornos familiares. Yo tengo un gobierno que ha trabajado siempre para erradicar cualquier tipo de violencia", subrayó la dirigente madrileña.
La hipocresía de la izquierda, según Ayuso
En sus declaraciones, Ayuso ha sido especialmente crítica con el feminismo promovido por el gobierno español, liderado por el PSOE y Unidas Podemos, al que ha acusado de proteger solo a las mujeres que se alinean con su visión política. "La visión que las feministas de la izquierda trasladan es la de mujeres que no tenemos que tener responsabilidad de nuestros actos", afirmó en una entrevista con el programa de radio "Más de uno".
Ayuso no se limitó a criticar la respuesta al caso de Fabiola Yáñez, sino que también cuestionó la agenda feminista del actual gobierno español, describiéndola como "propia de malcriadas que aspiran a llegar a casa solas y borrachas". Para la presidenta madrileña, esta visión no solo es errónea, sino que también perjudica a las mujeres que realmente han luchado para superar barreras en sus vidas.
¿Qué está pasando en Argentina?
El caso de violencia de género contra Alberto Fernández ha llegado en un momento delicado para Argentina, donde la política está profundamente dividida y las tensiones sociales son altas. Fernández, quien dejó la presidencia recientemente, ha sido una figura central en el kirchnerismo, un movimiento político liderado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El kirchnerismo, que se ha presentado históricamente como un defensor de los derechos humanos y de las minorías, se enfrenta ahora a un desafío interno. Las acusaciones contra Fernández plantean preguntas incómodas sobre la coherencia del movimiento en su defensa de los derechos de las mujeres, especialmente cuando uno de sus líderes más destacados es señalado por actos de violencia.
