"En política, a veces hay pocas oportunidades de hacer determinadas cosas". A Joan Baldoví (Sueca, Valencia, 1958) no se le va de la cabeza la ocasión que los grupos de izquierda perdieron hace un año de desbancar al Gobierno del PP y articular una alternativa. Compromís, coalición valenciana de la que Baldoví es portavoz en el Congreso, intentó hasta el final que PSOE y Podemos llegaran a un acuerdo. Pero no fue posible, hubo que ir a nuevas generales y Mariano Rajoy salió reforzado. La consecuencia es que el PP sigue en el poder, pasa por una etapa interna de "enorme placidez" y los adversarios sufren en la oposición. Una situación que, con todo, puede darse la vuelta en unos meses.
Baldoví cree que el congreso del PSOE determinará la legislatura. Si gana Susana Díaz, puede ser larga gracias a entendimientos entre populares y socialistas. Si se impone Pedro Sánchez, puede truncarse enseguida o conocer un movimiento inaudito: un cambio de presidente del Gobierno a consecuencia de una moción de censura. Sánchez ya no es diputado, pero puede liderar una moción si el 10% del Congreso le da su aval. Llegado el caso, los cuatro parlamentarios de Compromís serían "generosos" y antepondrían el relevo en Moncloa a cualquier consideración partidista. También reclamaría al resto de la oposición que siguiera el mismo camino. Baldoví cree que es algo que quizá debieron hacer ya el año pasado, en lugar de poner tantas condiciones, votar 'no' a Sánchez y abocar a elecciones.
Desde la sala de reuniones del Grupo Mixto -donde se integra Compromís, que rechazó formar parte de Unidos Podemos para preservar su independencia-, el diputado valenciano explica esta postura con la llaneza que le caracteriza y sin poder disimular la satisfacción que le producen dos acontecimientos recientes: la difusión del último CIS -donde aparece como el líder mejor valorado- y los choques PP-Cs, que le llevan a imaginar esa segunda oportunidad de desalojar a Rajoy.
-Recientemente se ha cumplido un año de la investidura fallida de Pedro Sánchez. ¿Cree que se equivocaron desde Compromís, Podemos e IU al votar en contra y permitir así que siguiera gobernando el PP?
-Desde Compromís intentamos buscar un acuerdo alternativo por todos los medios y hasta el último día, de un modo pertinaz y constructivo. No lo conseguimos por la actitud cerrada de Ciudadanos, que rechazaba modificar una sola coma de su pacto con el PSOE, y porque tampoco el Partido Socialista dio facilidades. Pero, visto en perspectiva… Yo mismo llegué a plantear en la Ejecutiva de mi partido si lo más inteligente no sería en definitiva desplazar al PP y a Mariano Rajoy del Gobierno, dejar gobernar [a PSOE y Cs] y, de alguna manera, con nuestros votos intentar tener influencia en la política en el día a día, modificar, influir. Visto en perspectiva, creo que hubiera sido una decisión inteligente y hubiéramos trasladado los problemas al PP y a Rajoy, que ahora estarían seguro con los cuchillos preparados buscando un nuevo líder. Así, están viviendo una etapa de enorme placidez y trasladando los problemas justamente a otros.
-Al final, llegó el desbloqueo institucional gracias a aquella traumática abstención del PSOE. ¿Será una legislatura larga?
-Todo depende de quién sea el próximo secretario o secretario general del PSOE. La resolución de esa incógnita lo va a condicionar todo. Sobre la abstención, lo que desde Compromís siempre hemos criticado es que, más allá de los cantos de sirena de la oposición util, del pacto de investidura PP-Cs, etc, la clave es que a Rajoy le dieron todos los ases: tiene los resortes del poder y la posibilidad de disolver las Cámaras en el momento en que le interese y con la excusa perfecta de que no le dejan gobernar. Rajoy y el PP son profesionales y esto lo utilizarán cuando crean más oportuno. Si les hacemos perder muchas votaciones, les provocamos una incomodidad continua, dirán “no podemos sacar adelante nuestros proyectos y hay que disolver la legislatura”.
Rajoy y el PP son profesionales: si les hacemos perder muchas votaciones y les provocamos una incomodidad continua, convocarán nuevas elecciones
-Si gana Sánchez las primarias del PSOE, ¿le animarán a presentar una moción de censura?
-Por supuesto que sí. Nosotros siempre hemos dicho que es higiénico y sano que el PP, que sigue acumulando casos de corrupción a diario, se vaya a la oposición. Nosotros estaremos donde hemos estado siempre: con una posición absolutamente constructiva. Intentaríamos ser muy inteligentes, que hubiera una moción de censura y que hubiera otro Gobierno, sí, por supuesto. Seríamos constructivos y generosos para tratar de lograrlo.
-¿Remarca lo de la generosidad porque quizá a otros actores imprescindibles para que esa operación cuaje les costaría más ser generosos?
-En política, a veces hay pocas oportunidades de hacer determinadas cosas. Si surge otra para cambiar el Gobierno, pediría a todo el mundo que, con independencia de los intereses partidistas, pensaran en los ciudadanos y en lo que quiere una gran mayoría de ellos, que apostaron por diversas fuerzas de cambio en las elecciones. Tendríamos que pensar en eso, no en nosotros mismos.
-Compromís concurrió a las elecciones junto a Podemos, aunque luego pasó al Grupo Mixto. ¿Cómo han visto la asamblea de Vistalegre II de sus socios y la victoria de Iglesias sobre Errejón?
-Yo nunca he ocultado que me sentía mucho más cómodo con posiciones que defendía Íñigo Errejón. Nunca lo he ocultado, pero al final, desde el respeto absoluto a la decisión de los militantes de Podemos yo lo primero que hice después de Vistalegre fue felicitar sinceramente a Pablo Iglesias y decirle que en política necesitamos contar con todas las sensibilidades, que todos somos necesarios y que fuera generoso. Íñigo Errejón es una de las voces a tener en cuenta en este Parlamento. A mí hay determinados diputados a los que me gusta escuchar, me gusta escuchar a Pablo Iglesias y me gusta escuchar a Íñigo Errejón. Creo que es una persona muy válida, muy inteligente y que tiene mucho que aportar en política en los próximos años.
Los choques PP-Cs
-La legislatura comienza a estar marcada por los desencuentros PP-Cs, que ha tenido uno de sus grandes reflejos en la comisión de investigación sobre la financiación de Génova que Rivera ha tramitado junto a PSOE y Unidos Podemos. ¿Cree que pueden venir más movimientos parecidos?
-Esa foto ejemplifica de una manera muy clara que aquí hay otra mayoría al margen del PP. Y faltaban actores, como Compromís, gran parte del Grupo Mixto y otras formaciones. Me gustaría que no fuera circunstancial y que no fuera flor de un día, que esa capacidad de llegar acuerdos siguiera aflorando, que fuera a más. Pero hay que recordar que dos de esos actores de la foto, PSOE y Ciudadanos, le dieron a Rajoy el poder y la posibilidad de volver a barajar las cartas cuando no le guste cómo va la partida, de convocar nuevas elecciones.
-El PP respondió registrando otra comisión en el Senado para investigar las cuentas de todos los partidos.
-Eso demuestra que en el PP son muy profesionales. Evidentemente, esto lo tenían muy estudiado. Y demuestra también que el PP comió un día lentejas, pero otros se las están comiendo día a día, plato a plato. El PP piensa que estas dos legislaturas pueden ser un paréntesis después del cual volverán a gobernar con una mayoría mucho más cómoda. Creo que están convencidos de eso.
El PP piensa que estas dos legislaturas pueden ser un paréntesis y que después volverán a gobernar con una mayoría mucho más cómoda
-Veo que le caló la expresión de Maíllo de las lentejas...
-Me sorprendió la franqueza con la que Maíllo le dio una bofetada en toda la cara a Ciudadanos, diciendo algo así como “para poder gobernar necesitábamos deciros que sí a todo, pero ahora va a ser que no”. Fue una franqueza muy desnuda de todo detalle: “Esto es así y va a ser así, haced lo que queráis que no pensamos cumplir”.
-Rivera está buscando el apoyo de la izquierda también para limitar mandatos y suprimir aforamientos. ¿Compromís está dispuesto a apoyarlo?
-Nosotros intentamos ser pragmáticos, ser útiles. Si hoy somos capaces de ponernos de acuerdo en algunas cosas en las que todos coincidimos, como limitación de mandatos o en los aforamientos, hagámoslo. Sin perjuicio de que digamos que no hay que tener miedo a abrir otros debates mucho más profundos. Pero si el mínimo común denominador es este, estamos dispuestos a que se den pasos adelante.
El mejor valorado
-El último CIS le otorgó a usted la nota más alta en la valoración de líderes. ¿Cómo encajó la noticia?
-A nivel personal, es una alegría, evidentemente. Y sabiendo con toda humildad que soy el líder mejor valorado pero no el más conocido, por supuesto. Viniendo de un partido de estricta obediencia valenciana, pues es una alegría. Y hay un matiz que me gusta resaltar: es importante que políticos valencianos, en este caso me ha tocado a mí pero no me importaría que fuera otro, demos una imagen en positivo de nuestra tierra. Creo que durante mucho tiempo político y valenciano iba asociado a cosas negativas y a mí me enorgullece que un político valenciano vaya asociado a cosas positivas, creo que en mí lo que valora la gente es esa capacidad de decir las cosas con moderación y de intentar por todos los medios que haya acuerdos y seamos útiles a los ciudadanos. Creo que es eso lo que me dice la gente por la calle.
Nosotros intentamos ser útiles y pragmáticos: si el mínimo común entre la izquierda y Cs es limitar mandatos y suprimir aforamientos, hagámoslo
-¿Cómo está yendo el Gobierno de coalición con el PSOE en Valencia?
-Es un Gobierno que lo está haciendo razonablemente bien, además estamos sacando adelante muchas medidas por consenso. Un día me encontré con Joan Tardá cuando se estaba negociando el pacto y me dijo: "intentad que sea un Gobierno, y no tres". Creo que lo estamos consiguiendo. Aparte del feeling personal Oltra-Puig, creo que estamos consiguiendo dar una imagen de Gobierno unido que saca adelante iniciativas, pese a los matices ideológicos de sus componentes.
-Tardá sabía de lo que hablaba: los tripartitos catalanes PSC-ERC-ICV no fueron precisamente un ejemplo de buena colaboración...
-Por eso, por eso.
-Usted convive con el PDeCAT en el Grupo Mixto. ¿Qué le llega de la situación en Cataluña? ¿Cómo cree que va a acabar el proceso independentista?
-Creo que en estos momentos nadie, ni en Cataluña ni aquí, sabemos qué va a pasar. Por lo que yo hablo con la gente, nadie lo sabe. A mí lo que me gustaría es que se abriera un diálogo y se pudiera hacer lo mismo que han hecho otros países en situaciones parecidas: un referéndum. Las unilateralidades por un bando o por otro no funcionan, se necesita un diálogo franco que acabe en un referéndum pactado y con garantías para que la gente se manifestara.
-Esta es su posición política pero sabe perfectamente que no es lo que ocurrirá...
-Ya, pero tampoco vaticino situaciones tremendistas, no veo los tanques, ni el ejército movilizado o los Mossos intervenidos... Tampoco creo que un referéndum unilateral tuviera la fuerza y la legitimidad suficientes. Y no puedo aventurar más porque aunque me preocupo del tema y hablo con los actores, lo que me llega es que nadie sabe cómo va a acabar esto. Parece que igual con unas elecciones... que podrían coincidir con otras generales, no lo descartemos.
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