El teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, reconoció el pasado miércoles lo que era un secreto a voces: Barcelona sufre una importante "crisis de seguridad". El repunte de peleas, apuñalamientos y homicidios en los últimos meses ha disparado todas las alertas y el debate sobre la seguridad y la falta de efectivos policiales en la Ciudad Condal se ha intensificado.
Las cifras hablan por sí solas: entre los meses de julio y agosto se han producido ocho muertes violentas. La última, esta misma noche en el distrito de Nou Barris, en la que un hombre de 47 años y de nacionalidad dominicana ha fallecido tras una pelea de la que se desconocen las causas.
En la capital catalana han aumentado los hecho delictivos un 9% en lo que va de año, según datos aportados por por el consistorio. Por otra parte, los robos con violencia han experimentado una subida del 30%.
Aunque desde el Ayuntamiento destacan que los delitos contra personas han disminuido un 1,2% e insisten en que Barcelona "sigue siendo" una ciudad más segura que otras capitales europeas como "Londres, París o Roma", el primer teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, destacó esta semana la necesidad de hacer un análisis "sereno y responsable" sobre la sensación de "inseguridad" que se respira en la ciudad.
Además, en una entrevista en el diario El País esta misma semana, Collboni mostró su convencimiento de que "antes de un año" Barcelona superará la "crisis de seguridad".
Faltan Mossos
Esta "crisis de seguridad" se produce en un clima de inestabilidad política tras meses de enfrentamientos entre el conseller de Interior, Miquel Buch, y la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, con reproches mutuos sobre la gestión de la seguridad en la capital catalana.
Buch acusó el pasado mes de mayo a Colau de hacer "estrategia electoral" con sus críticas a la Generalitat por la falta de efectivos de Mossos d'Esquadra en la Ciudad Condal. Aunque el conseller anunció que gran parte de la nueva promoción de agentes que se licenció en junio irán a Barcelona (unos 300 efectivos), desde el Ayuntamiento consideran esta cifra insuficiente.
En una reunión celebrada hace unas semanas, la alcaldesa pidió al presidente de la Generalitat, Quim Torra, la necesidad de ir "más allá" de los 300 efectivos anunciados por Buch. El objetivo del Ayuntamiento es incorporar 1.000 agentes más en los próximos cuatro años, para lo cual Colau considera imprescindible la máxima "lealtad institucional" en un tema tan "sensible" como la seguridad.
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