Pablo Casado mantiene abierta la opción de presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez. "No descartamos ninguna iniciativa política, legislativa o ciudadana", insistía este jueves en esRadio. Los números, sabido es, no suman. Para que triunfe, una moción necesita 176 escaños. Es decir, que el PP precisaría no sólo el concurso de Ciudadanos, sino también del PNV y los dos canarios.
La concentración del domingo en Colón para frenar la política de Sánchez, puede ejercer de barómetro ante la moción. Albert Rivera ya ha dicho que no está por la labor. El PNV, menos. Con los canarios, nunca se sabe. Quizás Clavijo, de CC, se suba al escenario junto a Santiago Abascal, Rivera, Álvarez Cascos... Todo está muy abierto. "Depende de cómo se vean las cosas el domingo. Es un factor que puede resultar determinante", dicen fuentes del PP. El líder de Vox lo tiene más claro: "Este domingo puede abrirse la puerta a la convocatoria electoral".
¿Qué hará el susanismo?
Entre los populares hay opiniones diversas. Casado quiere pisar el acelerador. Lo ha dicho. Pero se palpa la ropa a la hora de la verdad. "La moción de censura será el 26-M", afirma con relación a los comicios autonómicos y municipales. Pero insiste en que, después del 10-F, abrirá una ronda de consultas con partidos y dirigentes políticos para sondear la posibilidad de sacar esta iniciativa adelante. "Nunca se sabe cómo puede acabar una moción, ya se vio con Rajoy", dicen en este sector del PP.
Los populares andaluces incluso han hablado con gente del PSOE de la región por ver si hubiera la posibilidad de alguna abstención inesperada. "El susanismo podría devolverle la bofetada a Sánchez, una especie de venganza, y con diez diputados que se abstengan, la moción saldría adelante", comentan estas fuentes. Un escenario improbable pero factible. Alguien lo intentará.
Ni Feijóo ni Moreno
Por ahora prima la idea de que no habrá moción. Entre los populares más prudentes afirman que sería darle una baza a Sánchez para que aguante tranquilamente en el poder un año. "Apareceríamos como derrotados y eso es malo", dicen estas fuentes. Los más osados dan por hecho que la moción repercutiría en favor de la imagen del PP y de los constitucionalistas. "Sería un debate muy incómodo para Sánchez y para algunos de sus socios, quedarían retratados", aseguran.
Todo depende del próximo domingo. Los barones más tibios ni siquiera tienen previsto acudir. Núñez Feijóo y Juanma Moreno ya han alegado incompatibilidades de agenda para no acercarse a la plaza de Colón. La plana mayor del PP estará presente, con la práctica totalidad de los líderes regionales. "En plena precampaña, pedir la salida de Sánchez es un asunto positivo, en general", dicen estas fuentes. Casado, por ahora, se está volcando con el 10-F. Luego, se verá.
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