No habrá Mesa del Congreso esta misma tarde para una toma de contacto de sus nuevos miembros y, a continuación, suspender a los cuatro diputados independentistas presos: el líder de ERC, Oriol Junqueras, y los parlamentarios del PDeCAT Jordi Sánchez, Josep Rull y Jordi Turull, como exigen el artículo 21.1 del Reglamento del Congreso y artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim).
La presidenta de la Cámara recién elegida, la ex ministra socialista Meritxell Batet, ha explicado a los periodistas que, antes de convocar a la Mesa y adoptar una decisión de ese calado, primero tiene que comunicarle al Rey Felipe VI oficialmente la constitución del Congreso -será mañana- y luego "sentarse" a leer la documentación que hereda en su despacho de presidenta.
PP, Ciudadanos y Vox ya han registrado la petición de que los cuatro presos sean inhabilitados inmediatamente, sin esperar a ningún informe más de los letrados del Congreso, tal y como ha pedido en su escrito a la mesa el presidente de la Sala II del Tribunal Supremo que les está enjuiciando, Manuel Marchena, y ha reconocido la propia vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que es obligatorio llevar a cabo.
Calvo aseguró este martes, antes de la constitución del Congreso, que es "obvio" que los cuatro diputados presos van a ser inhabilitados; pero no aclaró cuándo
En declaraciones a la SER, Calvo reconoció esta mañana que es "obvio" que los cuatro parlamentarios procesados por su participación en los hechos del referéndum ilegal del 1-O de 2017 y en la declaración de independencia de Cataluñá van a ser inhabilitados.
El problema es el cuándo, porque al PSOE no le interesa justo ahora que arranca la legislatura introducir un factor que distorsionará su relación con ERC, cuya abstención es imprescindible para que Pedro Sánchez sea elegido en segunda votación de investidura; si no, el horizonte se le complica.
Evitar el victimismo
Además, Unidas-Podemos, el que va a ser socio principal del PSOE no sólo para la investidura, también en la mayoría de la Mesa para imponer su agenda política sobre la de PP y Ciudadanos, rechaza que los independentistas sean inhabilitados de forma automática en los próximos días. Así que es previsible que la decisión no se adopte, en ningún caso, antes de las elecciones municipales y autonómicas de este 26 de mayo.
Porque el PSOE se juega mucho en esos comicios y, además, no quiere abonar el victimismo de los independentistas catalanes, que ya le han jugado una mala pasada en la última semana boicoteando el nombramiento del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, como presidente del Senado; de ahí que Pedro Sánchez eligiera aprisa y corriendo al senador del PSC y filósofo Manuel Cruz.
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