El tiempo apremia para Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, espera una llamada inminente de La Zarzuela para ir a palacio y conocer por boca de Felipe VI cuándo se celebrará una nueva ronda de consultas con los líderes políticos, en la que probablemente se certifique que no hay ningún candidato con suficientes apoyos para presentarse a una sesión de investidura y se dé carpetazo a una legislatura de apenas cinco meses de vida.
En la Cámara baja esperan que la audiencia en La Zarzuela entre Felipe VI y Batet se produzca en las próximas 24 o 48 horas, con el fin de que la presidenta del Congreso informe luego a los grupos y éstos le comuniquen quiénes asistirán a las reuniones con el monarca. Por ejemplo, en la última ronda de contactos en julio declinaron su asistencia los grupos de ERC y Bildu.
Fuentes parlamentarias consultadas por Vozpópuli creen que los dos días de consultas regias serán los próximos martes y miércoles, 17 y 18 de septiembre, para que en el difícil escenario de que hubiera un candidato con suficientes apoyos para someterse a una sesión de investidura, ésta empezase el viernes 20, continuase con la primera votación el sábado 21 y, eventualmente, hubiese una segunda votación el lunes 23.
Decreto de disolución de la XIII Legislatura
Ese día es la fecha límite para que haya presidente del Gobierno y habría tiempo para ello, ya que tras la segunda votación -para lo que sólo se necesita mayoría simple-, Batet podría ir a La Zarzuela a informar a Felipe VI del resultado favorable y el jefe del Estado tendría tiempo para firmar, dentro de plazo, el decreto de nombramiento.
Pero a día de hoy, esa posibilidad es la más alejada. Salvo giro inesperado en las conversaciones entre PSOE y Podemos, lo lógico es que Felipe VI reciba la próxima semana a los representantes de los grupos parlamentarios sin que ninguno concite apoyos suficientes para someterse al voto de la Cámara baja.
Si se cumple este vaticinio, al término de la última de las entrevistas con Pedro Sánchez, el Rey convocará de nuevo a Batet para informarla de que no propondrá ningún candidato a la investidura y que cuando termine el plazo -el lunes 23- firmará el decreto de disolución de la XIII Legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones generales el 10 de noviembre.
La posición de Felipe VI
Tras la fallida investidura de Sánchez el pasado mes de julio, que activó el plazo de dos meses para una eventual disolución de las Cortes, la Casa Real emitió un comunicado en el que adelantó que "en todo caso" habría una ronda de consultas antes de que finalizase el citado plazo constitucional de dos meses desde la primera votación de investidura.
Las próximas reuniones en La Zarzuela podrían ser, por tanto, de mero trámite y para constatar la firmeza del bloqueo político. Ya ocurrieron con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en funciones en el preludio de la repetición electoral de junio de 2016. En aquel entonces, el Rey recibió a los líderes políticos y se decantó por no proponer a ningún candidato, dejar correr el plazo y decretar el fin de la legislatura, una secuencia que parece que también ocurrirá ahora.
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