Ya hay bomba y ha reventado la campaña de las elecciones europeas de este domingo. La imputación de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, acorrala al PSOE de Pedro Sánchez a cinco días de que los españoles voten su representación en el Parlamento de Estrasburgo. Gómez está llamada a declarar el próximo 5 de julio ante el juez en calidad de investigada por la presunta comisión de dos delitos: tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El Gobierno ha manifestado este martes a través de su portavoz, la ministra Pilar Alegría, su "extrañeza y tranquilidad" tras conocer la citación, insinuando que el juez se mueve por motivos políticos. "Quiero mostrar extrañeza por haber conocido esta información esta semana y a través de los medios de comunicación. Y también quiero mostrar absoluta tranquilidad. Sabemos que aquí no hay nada. Como ya dijo el propio informe de la Guardia Civil. Hay una campaña del fango de la derecha y la ultraderecha, de Feijóo y Abascal y de grupos ultras como Manos Limpias y Hazte Oír [organizaciones querulantes]. Esta es la oposición vergonzante que tiene hoy nuestro país: fango y más fango".
Pese a que para entonces, cuando Gómez se siente ante el juez, las urnas ya habrán lanzado su veredicto, el efecto no deja de ser demoledor para la estrategia de los socialistas, que estaban animados por el recorrido de la campaña, ya que había logrado recortar distancias con el PP, según la mayoría de los sondeos. Fuentes socialistas consultadas por este diario explican que la citación, no obstante, no es ninguna sorpresa. "Se comentaba [en el partido], porque era una posibilidad", explica una fuente del partido. Esta misma fuente, en cualquier caso, rebaja la gravedad: "Solo significa que va a declarar acompañada de un letrado".
La campaña del 9-J está siguiendo el mismo carril que la del 23-J del año pasado. Todo gira sobre "ultraderecha" o "progreso". Esa es la dicotomía a la que Sánchez quiere llevar a los españoles, a quienes reitera que la oposición "va lista" si quiere derribarle atacando a su familia. Para Moncloa, Begoña Gómez sufre una campaña de acoso "basada en bulos de tabloides digitales", pese a ser ciertos sus encuentros con empresarios de compañías rescatadas y beneficiadas en concurso con fondos públicos.
El presidente del Gobierno ha intentado convertir en virtud su talón de Aquiles y utilizar el caso que afecta a su mujer como un arma política para movilizar a sus votantes. Aunque lo cierto es que amenaza con precipitar una crisis política de efectos impredecibles en Moncloa. La inquietud comienza a apoderarse de los socialistas, que empiezan a ver insuficiente la respuesta del equipo del presidente y de Ferraz al caso. Es más, si el resultado de las europeas es un varapalo, nadie descarta una revolución tanto en el Consejo de Ministros como en la dirección del partido.
A poco que se comenta la situación de Pedro Sánchez con algunos diputados a las órdenes de Ferraz, estos reconocen la "extraordinaria dificultad" del panorama que enfrenta el presidente del Gobierno. Y pronto asaltan las dudas. Es cierto que comparten el relato cocinado por Moncloa de que la derecha política, judicial y mediática tiene el objetivo de derribarles. Pero les molesta algo más. No solo la gestión que ha hecho el partido del caso Koldo, que solo obligó a asumir responsabilidades al exministro José Luis Ábalos, al que expulsaron, sino la estrategia que Moncloa está siguiendo para proteger al matrimonio que habita en Moncloa.
No se entiende bien que el relato siga siendo el mismo: "fango, fango y fango", pese a que las últimas informaciones siguen apuntando a un entramado de conexiones empresariales de las que se ha podido beneficiar por su condición de mujer del presidente del Gobierno. Por eso mismo está imputada por el titular del juzgado de instrucción 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado. Es más, se advierte del riesgo de criminalizar a los medios críticos. Sí, comparten que hay cloacas periodísticas que se valen del juego intencionado. Y eso ocurre en un lado y en otro. Pero estos diputados avisan de que no se puede apuntar desde el Gobierno sistemáticamente contra todo lo que no comulga contigo.
La investigación que rodea a la esposa del presidente pone el foco en la adjudicación de dos contratos millonarios a la Unión Temporal de Empresas de Carlos Barrabés por parte de la Administración Pública. El grupo empresarial consiguió alzarse con una cuantiosa adjudicación pública después de que la propia Gómez firmase dos cartas de recomendación a favor de dicha candidatura.
Esta UTE quedó, en un primer momento, por debajo de su principal competidor; escenario que cambió tras barrer al resto de empresas por imponerse en el apartado de valoración subjetiva, que suponía el 40% del total. A fin de aclarar si la acción de Begoña Gómez influyó o no en la decisión final, el magistrado a cargo del caso ha citado a declarar como testigos al propio Barrabés, al abogado de Innova Next S.L.U y a cuatro excargos de Red.es, el ente público encargado de adjudicar los contratos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación