“Con esta iniciativa parlamentaria queremos apelar al Gobierno a que lo indulte”. Con estas palabras se dirige el BNG al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en relación a la condena impuesta al sindicalista Xesús Anxo López Pintos por agredir a un policía en el transcurso de un escrache a dirigentes del Partido Popular, cuya sentencia fue confirmada por el Tribunal Supremo. Así consta en un escrito registrado en el Congreso de los Diputados consultado por Vozpópuli. Los nacionalistas gallegos son, como el resto de fuerzas separatistas, socios imprescindibles del Gobierno para sostener la legislatura y sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, entre otros.
El diputado Néstor Rego ha sido el encargado de registrar la iniciativa del BNG en el Congreso, a través de un escrito tramitado el pasado 15 de enero. En el documento discurre por los acontecimientos que tuvieron lugar en el año 2012 y por los que resultó condenado el líder sindicalista Xesús Anxo López Pintos.
“El 4 de octubre de 2012 tenía lugar en Ferrol una concentración convocada por los comités de empresa de Poligal y de Navantia para protestar contra las políticas de recortes del entonces Gobierno central en manos del PP. Una concentración a la que acudieron multitud de personas, organizaciones, sindicatos y formaciones políticas diversas”, esgrime el diputado del BNG.
Y añade: “Al finalizar la concentración que se llevó a cabo delante del Hotel Almirante, en la ciudad ferrolana, la policía procedió a la detención del conocido sindicalista en la comarca de Ferrol, Xesús Anxo López Pintos, exsecretario comarcal de la CIG [Confederación Intersindical Galega, que se define a sí mismo como un sindicato “nacionalista y de clase]. Una actuación injusta, arbitraria y cargada de violencia”.
La sentencia del Supremo
La sentencia del Tribunal Supremo, no obstante, considera probados unos hechos que difieren de la versión presentada por el diputado del BNG. Según el auto, “no consta” que los convocantes de dicha protesta -a la que se sumaron los sindicatos CCOO, UGT, USTG y el citado CIG- cursaran las comunicaciones a las autoridades administrativas. Entre los asistentes figuraba Xesús Anxo López Pintos.
Cerca de la medianoche, cientos de manifestantes se dirigieron hasta el Hotel Almirante donde se celebraba el acto del PP, al que asistían el entonces alcalde de Ferrol, José Manuel Rey, y el presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo. El acto político, previsto inicialmente en espacio público, se celebró finalmente en el hotel debido a la conflictividad laboral.
Los manifestantes se colocaron a la puerta del hotel y, después, en torno a su perímetro. Para hacerse oír gritaron sus proclamas, hicieron ruido, algunos arrojaron también distintos objetos a la fachada y tiraron petardos, rompiendo un cristal del salón donde el PP desarrollaba el acto.
Inicialmente, se planificó “por simple prevención” el despliegue de casi una decena de agentes de la Policía Nacional, pero a medida que se desarrollaban los hechos se incorporaron “otros cuatro o cinco” y otros ocho de la Policía Local de Ferrol. Se decidió que los cargos del PP que asistieron al acto abandonaran el hotel por una puerta lateral.
El escrache
Los manifestantes advirtieron la maniobra y se trasladaron hasta este punto. El alcalde de Ferrol y el presidente de la Diputación salieron “encapsulados” por varios escudos de la Policía, mientras que otros agentes trataban de formar un cordón de seguridad a su alrededor. A todos ellos les arrojaban objetos, basura y huevos. Los dos cargos públicos del PP se dirigieron hacia el garaje donde permanecían sus vehículos, mientras que la Policía trataba de mantener una línea de seguridad para impedir el acercamiento de los manifestantes.
“En esta situación se produjo un enfrentamiento entre unos manifestantes y agentes que formaban parte del cordón policial, cuando Xesús Anxo López Pintos agarró con una mano a uno de ellos […] de la camisa y, con la otra, le golpeó varias veces en el casco -recoge la sentencia del Supremo-. Este agente, entonces, intentó sujetarlo para meterlo detrás del cordón policial y reducirlo, pero no fue capaz […], hasta que un compañero que se encontraba a su lado le ayudó. Entre los dos lo hicieron, procediendo después con otros a reducirlo y esposarlo con las manos a la espalda, para lo cual tuvieron que darle la vuelta a la fuerza, en el suelo”.
La Policía trasladó a Xesús Anxo López al coche de Policía y, desde ahí, a la comisaría, donde llegaron a la 1.30 de la mañana. El líder sindicalista recibió asistencia médica a las 3.10. Había sufrido una herida inciso contusa de 1.5 cm en la región frontoparietal izquierda, así como una tumefacción dolorosa y hematoma en la articulación interfalángica proximal del segundo dedo de la mano derecha.
Recibió una asistencia de urgencias en la que se le curó la herida incisa y aplicó un punto de seda y tiras de aproximación. También se le pautó analgesia. El punto le fue retirado una semana después en su Centro de Salud. La curación, sin incapacidad, fue estimada en diez días.
Por su parte, el agente de Policía sufrió una contusión en la muñeca izquierda y tendinitis en dicha muñeca, lo que le supuso una incapacitación para su actividad de catorce días. Recibió asistencia médica, como otros cuatro agentes. Otros manifestantes, en un número no precisado, también sufrieron alguna herida. Todo ello siguiendo la descripción de los hechos recogida en el auto del Supremo.
La petición del BNG
A partir de entonces arrancó un largo procedimiento judicial, que concluyó el pasado 15 de marzo de 2022 con la sentencia del Tribunal Supremo, donde se absolvió al policía de los delitos de tortura, contra la integridad moral y lesiones por los que fue acusado. Por su parte, el líder sindicalista fue condenado a la pena de seis meses y un día de prisión, con la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo, por los delitos de atentado a agente de la autoridad, con agravante de reincidencia y atenuante de dilaciones indebidas.
El BNG, a través del escrito registrado en el Congreso de los Diputados donde solicita el indulto, considera que la detención se produjo “de manera arbitraria” y que el líder sindicalista fue además “víctima de malos tratos, tal y como se recogió en los medios de comunicación”.
“Con esta iniciativa parlamentaria queremos apelar al Gobierno a que lo indulte -indica el diputado del BNG- […]. Para la concesión de un indulto es necesario que concurran en favor de una persona condenada razones de justicia, equidad o utilidad pública. El BNG considera que los tres factores indicados se aúnan en este caso”.
Según indican desde la fuerza nacionalista gallega, el cumplimiento efectivo de la pena de prisión supondría “un enorme sufrimiento para el sindicalista y para su entorno familiar”: “Creemos necesario que desde el Gobierno se estudie y se atienda esta petición de indulto”.
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