En toda la crisis diplomática entre Bolivia y España de la última semana ha estado ausente el actual embajador en La Paz, Emilio Pérez de Ágreda, quien ha vivido el confuso incidente en el que se vieron envueltos dos diplomáticos españoles y cuatro policías a miles de kilómetros de distancia de su lugar de destino y en plena luna de miel, según desvelaron fuentes diplomáticas a Vozpópuli.
El embajador aprovechó las vacaciones navideñas para irse de viaje de novios tras contraer matrimonio y dejó al frente de la embajada en La Paz a la encargada de negocios, Cristina Borreguero. En cuanto saltó la polémica, Pérez de Agreda se puso en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores y ha seguido los acontecimientos de los últimos días con preocupación y cierto pesar, subrayaron las citadas fuentes.
El departamento que ahora dirige Margarita Robles de forma interina prefirió que el embajador no interrumpiese sus vacaciones ante la apertura de una investigación española para saber qué ocurrió en la visita de cortesía a la residencia de la entonces embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado.
Los dos diplomáticos españoles implicados en el incidente fueron la citada 'número dos' de la embajada española y el cónsul en la capital boliviana, Álvaro Fernández, quienes fueron expulsados el pasado lunes por parte del Gobierno interino de Jeanine Áñez y se les dio 72 horas para abandonar el país andino.
Borreguero y Fernández han salido ya de Bolivia, según supo este medio, y al frente de la embajada española no quedó ningún diplomático
El Gobierno español respondió de forma recíproca con una medida similar. Los bolivianos expulsados con estatus diplomático fueron tres: el encargado de negocios, el agregado militar y el agregado policial.
Borreguero y Fernández han salido ya de Bolivia, según supo este medio, y al frente de la embajada española no quedó ningún diplomático. Así las cosas, el canciller -jefe del personal administrativo- se quedó encargado de los asuntos corrientes de la misión a la espera del regreso de Pérez de Ágreda, que no será inmediato hasta que las aguas diplomáticas vuelvan a su cauce.
Próximo a la jubilación
Se da la circunstancia de que el embajador se encuentra muy cerca de la jubilación. En este 2020 llegará a los 70 años, momento en el que su cese será automático salvo que el Gobierno siga en funciones. Pérez de Ágreda nació en Valencia en 1950, es licenciado en Derecho e ingresó en la carrera diplomática en 1982.
Ocupó diversos destinos en las embajadas de España en Panamá, Moscú, Praga, Varsovia y Viena (OSCE). En los servicios centrales ha sido jefe de área de Naciones Unidas, representante permanente adjunto ante el Consejo de Europa en Estrasburgo (Francia), subdirector general de Organismos Técnicos Internacionales, y jefe de estudios y director adjunto de la Escuela Diplomática.
Se da la circunstancia de que el embajador se encuentra muy cerca de la jubilación. En este 2020 llegará a los 70 años, momento en el que su cese será automático salvo que el Gobierno siga en funcione
Pérez de Ágreda apenas lleva un año destinado en Bolivia tras ser embajador de España en Afganistán, donde vivió el asalto talibán a la embajada española en 2015 en la que murieron dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía. La Audiencia Nacional le investigó tras una demanda presentada por las familias de las víctimas por delitos de homicidio imprudente y tentativa, pero las pesquisas se archivaron finalmente.
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