Política

Borrell antepone la integridad de España a la duración de la legislatura

"Nada más importante para un Estado que su integridad territorial. La duración de una legislatura no se puede poner en el platillo de la balanza frente a la pérdida de la integridad territorial de un Estado", ha dicho

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha afirmado este martes que el mantenimiento de la integridad territorial de España es "el objetivo número uno indeclinable" para el Gobierno de Pedro Sánchez, por lo que ha antepuesto este principio a la duración que pueda tener la legislatura.

Borrell ha establecido esta prioridad ante la posibilidad de que pueda anticiparse las elecciones si el expresidente de la Generalitat y la nueva dirección del PDeCAT optar por complicar la labor al Ejecutivo de Sánchez.

"Nada más importante para un Estado que su integridad territorial. La duración de una legislatura no se puede poner en el platillo de la balanza frente a la pérdida de la integridad territorial de un Estado. Hasta ahí podríamos llegar", ha sostenido Borrell.

El ministro de Exteriores ha hecho estas declaraciones junto a su homólogo portugués, Augusto Santos Silva, en una rueda de prensa conjunta tras la reunión mantenida en el Palacio de Viana de Madrid.

Borrell ha dicho "no tener ni idea" de los planes que pueda tener Puigdemont, pero ha insistido en que preservar la unidad del país es "el objetivo número uno indeclinable de cualquier Gobierno y, por supuesto, de éste".

Borrell considera que en España no ocurre lo mismo que en Portugal, donde los socialistas gobiernan con el apoyo de los marxistas del Bloque de Izquierda y los comunistas

El titular de Exteriores no ha querido pronunciarse sobre la afirmación de la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, de que ahora "nadie está pensando en adelantar las elecciones" generales, pero "nadie va a resistir más allá de lo razonable".

"No soy el portavoz del Gobierno. No puede interpretar sus palabras", se ha limitado a decir el jefe de la diplomacia.

No ocurre lo mismo que en Portugal

En presencia de su colega portugués, Borrell ha considerado que en España no ocurre lo mismo que en el país vecino, donde los socialistas gobiernan desde hace casi tres años con el apoyo parlamentario de los marxistas del Bloque de Izquierda y los comunistas.

El político catalán ha recordado que Podemos o los independentistas catalanes respaldaron la moción de censura para echar del poder a Mariano Rajoy, no en favor de Sánchez, por lo que "no es exactamente lo mismo" que en el caso de Portugal.

Borrell se ha mostrado "muy interesado" en poder conocer la "receta" del país luso para "poder hacer algo parecido" en España.

"Hemos empezado a hacerlo, pero sin duda Portugal representa un ejemplo a seguir. Es una historia de éxito. Un país capaz de cumplir los compromisos europeos y recuperar el crecimiento. Eso no es fácil", ha valorado Borrell.

El ministro ha recurrido a un símil gastronómico para abundar en las diferencias que hay entre el caso español y el portugués, a pesar de ser dos gobiernos socialistas.

Ha remarcado que la experiencia en Portugal demuestra que las políticas de ajuste provocan "un efecto búmeran": a pesar de reducir, el déficit, acaban "matando el crecimiento" sin resolver los problemas reales

"Todos sabemos los ingredientes que hay que mezclar para hacer la mayonesa, pero a algunos se les corta cuando la baten y a otros no. Ahí está la gracia del cocinero. No tiene que ser solo un problema de receta, sino de arte", ha explicado.

"Efecto búmeran"

Borrell ha remarcado que la experiencia en Portugal demuestra que las políticas de ajuste provocan "un efecto búmeran", puesto que, a pesar de reducir, el déficit, acaban "matando el crecimiento" sin resolver los problemas reales.

Sin pretender "dar lecciones", Santos Silva ha apuntado que la primera decisión del Gobierno socialista de António Costa fue "romper con la receta de la austeridad" y desarrollar una política orientada al crecimiento de la economía y el empleo.

Otra de las claves, a juicio de Santos Silva, ha sido la "claridad" del acuerdo que los socialistas firmaron con los comunistas y con la izquierda radical al comienzo de la legislatura, en el que se quedaron recogidas "las convergencias y las divergencias" entre las tres partes.

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